Introducción
No te preocupes, a mí también me ha pasado... o me lo han contado.
Aunque el amor y el sexo tienen numerosos protagonistas, las situaciones se repiten en muchos de nosotros. Por tanto, ¿por qué no recopilar todas en un manual que te sirva como orientación para entenderte y solventar los problemas de pareja?
Este libro es el fruto de mis experiencias, tanto personales como profesionales, tras más de veinte años ejerciendo como psicóloga y sexóloga especializada en terapia de pareja y haber ayudado a personas cuyos testimonios reflejan inquietudes, deseos, dudas, problemas…
Creo que todo en la vida sucede por algo y que las cosas llegan cuando tienen que llegar. No sé si es una creencia excesivamente complaciente para la frustración, pero a mí me ha funcionado; hay que escucharse y, en esta ocasión, tras oírme, creo que es el momento idóneo para poder transmitir aquello que es importante para ti.
Puedes acudir a cualquier capítulo que necesites para encontrar un poco de orientación. Leer historias de personas como tú, a quienes les sucede lo mismo o algo similar. Puede que no es importante, pero normalizar lo que vivimos y darnos cuenta de que a los demás también les sucede, es un primer paso para entender que podemos superar aquello que nos preocupa y encontrar las claves para conseguirlo.
En la vida hay muchas áreas importantes: el trabajo, la familia, tu desarrollo personal, el ocio… pero nos engañaríamos si no reconociéramos que cuando el amor y el sexo funcionan, nos sentimos mejor con nosotros/as mismos y con los demás.
A través del amor nos identificamos y nos sentimos reconocidos. Por otra parte, el sexo es la manera que tenemos para conectar con el otro, una forma de encontrar placer tanto físico como mental, y es disfrutar de nuestro cuerpo solos/as y compartido.
Cuando el amor y el sexo no se encuentran donde nos gustaría, esto influye en el resto de nuestras áreas vitales.
«Llevo años buscando pareja y no sé cómo hacerlo… Creo que mi pareja me engaña y siento unos celos obsesivos… No tenemos tiempo para nosotros… No me entiende, cuando hablamos acabamos enfadados… Sé que mi pareja es tóxica pero no puedo dejarla… He roto con mi pareja y no soporto ver sus fotos en Instagram, pero no puedo evitar mirar su estado en WhatsApp… No quiero que mis hijos nos distancien, pero es imposible evitarlo… Mi pareja quiere abrir nuestra relación a otras personas y no lo comparto… Ninguna relación me encanta y las boicoteo hasta que se rompen…». ¿Te resultan familiares estas situaciones?
El corazón toma decisiones que la razón no entiende, por eso cuesta tanto manejar diferentes sentimientos y situaciones cuando nos encontramos en pareja.
¿Podemos controlar el amor? Es complicado. Las parejas atraviesan diferentes estados y, en ocasiones, no sabemos cómo gestionarlos. Pero tranquilo/a, tú ya has dado el primer paso: tienes este libro entre tus manos.
Quiero darte claves para que comprendas parte del proceso en las relaciones y que te ayuden a ver las cosas con mayor claridad.
Pero ¿quién entiende el amor sin el sexo? Tanto monta… ¿monta tanto?
«No consigo llegar al orgasmo… La rutina ha logrado que no tenga deseo... Quiero probar otras formas de tener sexo y no sé cómo hacerlo… Creo que el porno es un problema en mi relación… El sexo con mi pareja es siempre igual y... me aburro, fantaseo con otras personas, ¿estoy siendo infiel?… Quiero durar más en las relaciones… No sé cómo masturbarla… Siento dolor en la penetración… Queremos recuperar la pasión que teníamos... Hay posturas que me incomodan, quiero probar otras nuevas».
Todas estas cuestiones y problemas evidencian una conclusión: puede haber sexo sin amor, pero no amor sin sexo.
Quizás desees mantener la pasión todo el tiempo posible, no entrar en la rutina. Alcanzar el orgasmo sin ninguna dificultad o lograr vencer cualquier tropiezo sexual, que en ocasiones por desconocimiento no sabemos cómo modificar. La sexualidad es muy amplia y algunas veces no funciona, no solo por falta de tiempo.
Tanto hombres como mujeres pueden disfrutar de este libro, las dificultades sexuales y amorosas no hacen distinción de género ni orientación sexual. En este sentido, confío en que el contenido de este libro sea de utilidad para todos aquellos lectores que emprendan la aventura de leerlo. La cuestión es que el sexo nos une y comunica íntimamente con los demás.
Muchas de estas dudas nos han asaltado a lo largo de los años y, si me estás leyendo, es porque aún tienes algunas sin resolver. No te preocupes, ese es el objetivo de este libro, cada capítulo está enfocado a resolver diferentes obstáculos de la vida en pareja, y cada uno de ellos contiene las claves para conseguir tu objetivo mediante: relatos basados en experiencias reales, ejercicios y dinámicas, pautas, mitos y curiosidades. Además, todos los capítulos concluyen con una serie de sugerencias que contienen y refuerzan los conceptos esenciales. De esta forma podrás descubrir los secretos del corazón y del placer para disfrutar del sexo de la manera más placentera posible, rompiendo los tópicos que te limitan para tomar las riendas de tu vida de pareja. Y podrás disfrutar del amor de un modo pleno. Erotiza tu mente desde el afecto, el amor y otras pasiones. Resuelve tus dudas de un modo sencillo y práctico.
¿Cuántas veces has querido respuestas para tu vida sexual y amorosa?
NO TENGO PAREJA.
ESTOY CANSADO/A DE ESTAR SOLO/A
Y QUIERO UNA RELACIÓN
1
¿CÓMO RECONOCER EL AMOR?
Cuando terminé de escuchar esta historia, estuve un tiempo reflexionando sobre las paradojas de la vida. ¿Por qué, en ocasiones, tenemos sentimientos irracionales que nos hacen arriesgarlo todo? ¿Nos sentimos más atraídos hacia lo prohibido?
Raúl había llegado a Madrid hacía pocas semanas, dejando atrás su ciudad natal. Su mejor amigo de la infancia, Carlos, le acogería en su casa hasta que encontrara trabajo y se estabilizara. Compartían una infinidad de recuerdos y momentos inolvidables. Tantos, que ambos se habían tatuado una triqueta celta en la muñeca derecha, como una forma especial de rendir homenaje a su amistad.
Carlos no solo le ofreció su casa, también le incluyó en su vida. El primer día que le presentó a su grupo de amigos fue divertido e intenso, pero no tanto por lo que hicieron, sino por lo que Raúl sintió.
Llegaron a un bar en el centro de la ciudad. Nada más entrar, Raúl se sintió algo abrumado entre tanta gente, pero sus ojos se centraron en una sola persona que le calmó por lo que transmitía: una belleza que él no dejaba de percibir. María, la novia de Carlos, tenía unos ojos grandes y expresivos, color avellana, su cara era fina, la tez clara y su risa sonora, tanto que a Raúl le confundía… Fue bastante incómodo no poder dejar de mirarla, era la novia de su íntimo amigo. Conforme se acercaba a ella, más descontrolado se sentía.
Cuando Raúl estuvo frente a María, no le salía la voz, su respiración estaba agitada, tenía calor y su estómago parecía revuelto; estaba sintiendo lo que conocemos como «mariposas en el estómago».
Raúl no podía quitarse de la cabeza la imagen de Carlos. Después de tanto apoyo y de incluirle en ese fantástico grupo de amigos, percibía aquel sentimiento como una pequeña traición y eso le inquietaba. María era excesivamente agradable. Le ofreció ayuda para encontrar un trabajo, algo que Raúl aceptó.
Unas semanas más tarde trabajaban juntos en la oficina de María y compartían interminables e intensos cafés en los descansos que, poco a poco, les convirtieron en inseparables… El resto vino solo. Ella se dejó llevar por el encanto de Raúl y la pasión se desató en cada momento prohibido antes de compartir quedadas con el grupo o incómodos planes con Carlos.
Transcurrido el tiempo, María concertó una cita en mi consulta. Comenzó con una breve, pero precisa exposición. Parecía tener claro su objetivo en nuestras sesiones: quería tomar una decisión y le quedaba poco tiempo para resolver su dilema. En quince días se celebraba una boda…, concretamente, la suya. Necesitaba la certeza de que no se equivocaba en la elección de su vida.
Carlos era su pareja desde la adolescencia, por el que sentía un amor profundo. Le admiraba y tenían una conexión especial, pero hacía un tiempo había conocido a un antiguo amigo de él, con el que mantenía una relación pasional intensa. Le llenaba en ese sentido más que cualquier hombre que hubiera conocido nunca. Sin embargo, con su novio Carlos había planeado un proyecto de futuro: se iba a casar y a formar una familia. Su mente estaba confundida, se enfrentaba a una decisión complicada. Anhelaba en una misma persona las dos partes que más amaba de los dos hombres de su vida. Tenía que elegir entre casarse, dejando atrás esos momentos pasionales con Raúl, o romper los proyectos de boda y vida que había elaborado desde hacía años con Carlos.
Tras realizar una toma de decisiones, reflexionar y descubrir hasta qué punto había miedo, amor o pasión, María desapareció y no volví a tener noticias de ella.
Aproximadamente un año más tarde acudió a mi consulta un hombre apagado, apático, desesperanzado…, sin ganas de vivir. El motivo de su desánimo parecía ser un desamor. Según sus palabras, se había enamorado de la persona idónea para él, pero equivocada. La pareja con la que siempre había soñado, pero inalcanzable. Un romance que nunca pudo fructificar y que no terminaba de superar. Aún mantenía contacto con ella, la veía con frecuencia y eso aumentaba la sensación de rechazo.
Sus palabras brotaban lentas, tristes, como quien deja escapar parte de su corazón en cada una de ellas. Hacía calor y, aprovechando un suspiro de resignación, aquel hombre remangó su camisa, dejando al descubierto un tatuaje, una triqueta celta en la muñeca derecha. No tuve muchas dudas acerca de quiénes eran él y su amada. María era su amor frustrado y había decidido casarse con Carlos. Pero aquella decisión dejaba muchos interrogantes en el aire:
¿Había hecho bien? ¿Era amor lo que sentían ambos? ¿Qué tipo de amor sentía cada uno? ¿Cuál era el ingrediente más importante en cada relación?
¿Qué es entonces el amor?, ¿lo que sentía Raúl, Carlos o María?
¿EXISTE EL AMOR A PRIMERA VISTA?
El cerebro decide en función de lo que cree, no de lo que ve.
¿EXISTE REALMENTE LA QUÍMICA EN EL AMOR? ¿CUÁNTO DEPENDE DE NOSOTROS O DE NUESTROS SENTIDOS?
Raúl no conocía a María, pero con tan solo verla surgió esa química, aquella que se da desde la primera mirada y que se puede reflejar en la dilatación de las pupilas. Es lo que se conoce como «amor a primera vista», algo científicamente demostrado.
De hecho, en el Reino Unido se llevó a cabo una interesante investigación publicada en el Achives Sexual Behavior. En ella se cifra el tiempo exacto que tarda una persona en enamorarse a primera vista: 8,2 segundos.
El proceso se explica de la siguiente manera: nuestro organismo segrega unas sustancias a través de la piel denominadas feromonas que son volátiles, pero envían señales inconscientes que pueden ser de interés sexual. Aunque las personas tenemos un sentido del olfato reducido, las feromonas se perciben a través del mismo y producen reacciones químicas placenteras. Cuanta mayor sea la cantidad de feromonas que una persona segregue, mayor será el interés que despierte en otras. Este olor es imperceptible, pero desempeña un papel muy importante en el juego de la seducción y regula la atracción. La química muchas veces es instantánea.
Puede que surja atracción e, incluso, deseo. Esa primera reacción química provoca que fijemos nuestra atención en una persona, tal y como le pasó a Raúl. Cuando esto sucede, tenemos la base para iniciar una relación, ya que nuestra atención está centrada en una persona.
Raúl sentía atracción física hacia María, como nos puede suceder a nosotros cuando sentimos ese primer flechazo al ver a alguien que nos gusta, ese primer vuelco al corazón que nos hace darnos cuenta de que la persona nos atrae.
A esta primera impresión hay que sumarle la experiencia pasada, buena y mala, que cada uno de nosotros atesora, ya que nos condiciona e influye para conocer a alguien y resulta determinante a la hora de tomar la iniciativa, de acercarnos a esa persona que nos resulta atractiva.
Los prejuicios intervienen a la hora de tomar decisiones de cualquier tipo y la elección de pareja no es una excepción. En ocasiones actúan a nivel inconsciente, de un modo biológico. De esta manera, nos atraen los rostros más simétricos, los que nos resultan más familiares, más reconocibles. En conjunto, estos procesos producen actitudes de predisposición semiautomática y, en gran parte, incontrolable cuando nos atrae una persona.
¿CÓMO SE EXPLICAN LAS MARIPOSILLAS EN EL ESTÓMAGO?
Todos hemos sentido mariposillas cuando conocemos a una persona que nos atrae. Un poco de calor, nerviosismo, tartamudeo... Pero ¿cómo se explica este factor?
Cuando nos sucede esto, el cerebro segrega dopamina y el sistema endocrino adrenalina, lo cual hace que la sangre fluya más rápido de lo normal al estómago y cause esa sensación de «mariposas en el estómago». Del mismo modo, el aumento de flujo sanguíneo recorre nuestro cuerpo y provoca que nos sonrojemos, aumentando la intensidad del color de nuestras mejillas y labios. La química surge: Raúl estaba sintiendo amor a primera vista desde ese instante.
El flechazo surge por todos estos componentes que hemos comentado: las feromonas, las mariposas, nuestra historia que nos condiciona a la hora de tener una idea del tipo de persona que nos atrae por las diferentes experiencias que hemos vivido. Y no se trata de un capricho, el amor a primera vista existe. Ahora queda que las personas también sean compatibles en otras áreas de su vida para que la relación funcione.
¿ES POSIBLE ENAMORARSE SIN SIQUIERA CONOCER A LA OTRA PERSONA?
Si lo pensamos, en realidad no te enamoras de la persona que tienes enfrente, te enamoras de lo que tú imaginas que es esa persona; es decir, te la inventas.
El cerebro decide en función de lo que cree, no de lo que ve. Es decir, vemos el mundo según creemos que hay que verlo y aquí entra en juego nuestro esquema de cómo creemos que tiene que ser nuestra pareja ideal.
Quizás Raúl se sintió descontrolado y, en ese descontrol, gran parte de la responsabilidad la tienen las hormonas: la oxitocina que promueve el amor, la dopamina, la vasopresina… todas ellas provocan esta función del placer. No sabía si María era su prototipo de pareja, pero hay factores inconscientes que no podemos dominar… A partir de ese momento, debemos aprender a gestionar esa primera sensación química, que atravesará diferentes fases y que no se mantiene ni crece por sí sola, todos y cada uno de nosotros debemos trabajarla.
¿SON DURADEROS ESOS AMORES O SOLO SON REVOLCONES?
Hay muchos tipos de amor: pasionales, de cariño, románticos, de amistad… Los mejores amores tienen que tener un poco de cada ingrediente. La pasión que surge en este inicio es fundamental, pero también hay que añadirle intimidad para que el compromiso sea duradero.
Lo que está claro es que para que surja el amor no será suficiente con la química, necesitaremos otros ingredientes imprescindibles, como la buena comunicación, la paciencia, el cariño, la empatía... como veremos más adelante.
INGREDIENTES PARA LA RECETA DEL AMOR
Las relaciones estables tienen más en común de lo que creemos. Seguramente María encontraba con Carlos intimidad, pasión y compromiso. Estos tres elementos unidos son más fuertes que cualquiera de ellos por separado.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR INTIMIDAD, PASIÓN Y COMPROMISO?
Tal vez el problema radica en «qué se entiende por amor», una palabra que tiene diferentes connotaciones. Es una pregunta que nos podemos hacer a nosotros mismos/as y a nuestra pareja para conocer si estamos alienados o podemos mejorar más para acercarnos el uno al otro.
Robert Sternberg, un psicólogo norteamericano, lanzó una original teoría sobre el amor y las relaciones de pareja, donde existen los tres ingredientes esenciales que acabamos de nombrar: la intimidad, el compromiso y la pasión.
INTIMIDAD: ¿TIENES CONEXIÓN CON TU PAREJA?
Te preguntarás, ¿pero qué es eso de la intimidad? La intimidad no es solo lo que tenemos cuando nos encontramos a solas, es la buena comunicación con tu pareja, la confianza, el sentimiento que existe dentro de una relación que nos acerca, nos conecta.
La intimidad nos genera un deseo de bienestar por la persona que amamos y de felicidad cuando estamos junto a ella. Es el respeto por el otro y sentir que podemos contar con nuestra pareja cuando la necesitemos, como apoyo emocional mutuo. Existe una comunicación íntima, valoramos a la persona y mantenemos un equilibrio entre la intimidad y la autonomía.
PASIÓN: ¿EXISTE FUEGO ENTRE AMBOS?
Todo el mundo cree que la sexualidad es una forma de mostrar amor y, sin embargo, muchas personas salen muy lastimadas de ese tipo de relaciones basadas solo en la pasión, como les pasaba a los protagonistas de nuestra historia. El amor no debería lastimar a nadie, se supone que es algo bueno, que nos motiva, nos hace dar lo mejor que tenemos.
La pasión es el acercamiento sexual y sensual hacia otra persona, es el pegamento de las relaciones, es lo que hace que diferencies entre tu amigo/a y tu pareja. Cuando existe, sentimos un intenso deseo de unión con el otro, de expresar nuestros deseos y necesidades, como la autoestima, la entrega, la pertenencia y la satisfacción sexual. La fuerza de estas necesidades varía esencialmente según las personas, las situaciones y los tipos de relaciones amorosas. En el amor, la pasión tiende a interactuar fuertemente con la intimidad y ambas suelen alimentarse entre sí. Estos dos componentes siempre interactúan de una manera o de otra en las relaciones íntimas.
COMPROMISO: ¿TE VES EN UN FUTURO CON TU PAREJA?
No puede faltar este último ingrediente en las relaciones. Compromiso significa poder tener planes en común, visión de futuro en todas sus áreas. El componente decisión-compromiso del amor consiste en dos aspectos, uno a corto plazo y otro a largo plazo. El de a corto plazo es la decisión de amar a la pareja, mientras que el de a largo plazo es el compromiso de mantener ese amor. Este componente puede resultar esencial cuando se atraviesa por momentos o periodos difíciles.
El componente decisión-compromiso interactúa con la intimidad y con la pasión. Sin embargo, aunque el amor y el compromiso están entrelazados, uno puede existir sin el otro.
Esto quiere decir que para que podamos estar seguros de que hemos encontrado al amor de nuestra vida, se necesita tener un equilibrio entre intimidad, pasión y decisión/compromiso. Y no dejarse llevar solamente por uno de ellos.
PIRÁMIDE DE LAS RELACIONES

Esta pirámide está compuesta por varios ingredientes. En cada ángulo encontramos uno de los esenciales, según los aspectos con los que te identifiques estarás inmerso en un tipo de relación u otra.
¿Te une solo el cariño? RELACIÓN DE CARIÑO
Si solo existe cariño, como el que se siente en la amistad, tendrás cercanía con la persona. Son relaciones donde existe intimidad, pero no hay pasión ni compromiso, como la que tenían en un principio Carlos y Raúl.
¿Es amor a primera vista? ENCAPRICHAMIENTO
En otro punto estaría la pasión. Cuando las relaciones solo tienen este componente, se dice que es un encaprichamiento, como el amor a primera vista, del que hemos hablado antes. Pero no existe ni intimidad ni compromiso. Estas relaciones suelen durar poco y son efímeras.
¿Mantienes tu relación solo por compromiso? AMOR VACÍO
Se trata de un amor vacío. Se refiere a aquellas relaciones donde solo queda el compromiso, se perdió o no existió la intimidad y, mucho menos, la pasión. Los pactos o planes son lo único que nos une, estamos comprometidos a estas relaciones que están vacías del resto de componentes de la pirámide. Seguro que te viene a la mente alguna relación de este tipo, cuando llevan mucho tiempo juntos y no se cuidan entre ellos, pero se mantienen unidos por los compromisos de vida.
¿Es un amor romántico? AMOR ROMÁNTICO
Cuando se dan dos componentes como el cariño y la pasión estamos en un amor romántico como el que sentía Carlos por María.
¿Te falta pasión? AMOR SOCIABLE
El amor en el que están los ingredientes del cariño y el compromiso, pero está vacío de pasión es el sociable. Son aquellas parejas que, por el paso del tiempo o la falta de cuidado, se convierten en relaciones donde hay cariño y un gran compromiso con el otro, comparten la vida, pero sin deseo sexual ni físico. Este tipo de amor sociable también se encuentra en amigos íntimos.
¿No puedes compartir tus intimidades con tu pareja? AMOR FATUO
La mezcla de pasión y compromiso da lugar a un amor fatuo, donde no hay intimidad. Este tipo de relaciones son difíciles de encontrar y resultan poco satisfactorias para ambas partes.
¿Sientes que no le falta nada a tu relación? AMOR CONSUMADO
La excelencia en las relaciones se corresponde con aquellas que poseen los tres ingredientes fundamentales de la pirámide. La intimidad como parte de conexión, la pasión que mantiene unidas las parejas y el compromiso para poder avanzar y mantenerse juntos.
Es el amor consumado. Es la forma completa del amor. Representa la relación ideal hacia la que todos queremos ir, pero que aparentemente pocos alcanzan. Sin embargo, Sternberg señala que mantener un amor consumado puede ser aún más difícil que llegar a él. Enfatiza la importancia de traducir los componentes del amor en acciones. «Sin expresión», advierte, «hasta el amor más grande puede morir».
El amor consumado puede no ser permanente. Por ejemplo, si la pasión se pierde con el tiempo, se puede convertir en un amor sociable. Aunque María creía que la pasión no era el componente más fuerte de su relación con Carlos, la unión de los tres elementos: intimidad, pasión y compromiso, le compensaba en su decisión.
TIPOS DE PAREJA SEGÚN TU ESTILO DE AMOR Y PERSONALIDAD
Para saber qué tipo de pareja puede ser compatible contigo, quizás sea adecuado conocer qué estilo de amor es el que ofreces para buscar uno similar.
Según avanzamos, debemos tener en cuenta que, aunque la química es importante, necesitamos otros factores para que la relación funcione. Esto dependerá de nuestra personalidad, valores y filosofía de vida, la historia de cada uno, los prejuicios y las expectativas.
El amor es amor y parece que creemos que todos lo sentimos del mismo modo, pero nada más lejos de la realidad. Cada persona puede tener un estilo distinto de amar, en función de su personalidad, madurez o momento de su vida.
¿Con cuál te identificas?
EL AMOR ROMÁNTICO O PASIONAL (EROS)
Este tipo de relaciones basadas en el amor Eros tienen como base la pasión. En ellas, el aspecto físico es fundamental. Estas personas se suelen «enamorar a primera vista», ya que la atracción intensa e inmediata las caracteriza.
• Amor apasionado, a primera vista.
• La persona tiene un ideal físico que reconoce inmediatamente.
• Quieren intimidad, incluida la sexual, desde el primer momento.
• Son afectuosos y se comunican abiertamente.
• La experiencia amorosa es muy emocional e intensa, pero no son celosos.
• Están seguros de su amor y son capaces de comprometerse con su relación amorosa.
• Son conscientes de las limitaciones de su pareja, no son ciegos.
EL AMOR AMISTOSO Y LEAL (STORGE)
Suelen ser las relaciones más estables y duraderas, ya que valoran el compañerismo y la confianza en la pareja. Son esas relaciones intensas de amistad, donde el amor se va cocinando poco a poco y se confunden los sentimientos. A veces se intentan evitar por temor a perder la amistad, pero si surge la complicidad son increíbles. Hay intereses en común y confianza. Su base es el cariño y la amistad.
• Valoran la compañía y la amistad.
• Amor como extensión de una relación de amigos.
• Íntimos, comparten actividades e intereses comunes.
• La atracción física no es muy importante.
• Les gusta sentirse cómodos en la relación, que no esté emocionalmente cargada.
• Poco emocionales.
EL AMOR LÚDICO (LUDUS)
Se trata de parejas donde la base es lo lúdico, los planes en común, bastante distantes emocionalmente, pero con aficiones similares. Compiten entre los miembros de la relación y no les importa manipular al otro con el fin de conseguir sus objetivos. No tienen mucho compromiso ni celos. El amor es un juego y lo perciben como una diversión más en sus vidas.
• Disfrutan del juego del amor. Les gusta la variedad de parejas, incluso salir con varias a la vez.
• No tienen un ideal físico.
• Sus relaciones no son muy emocionales, no llegan a nada «serio».
• Evitan el compromiso. Están poco tiempo con la persona y no hablan de la relación y el posible proyecto común.
• Preferirían decirles a sus parejas que se ven con otras personas, pero si perciben que se van a poner celosas tampoco tienen necesidad de decirlo.
• Valoran la independencia, las conquistas. «Picotean».
EL AMOR PRAGMÁTICO (PRAGMA, UNIÓN DEL STORGE Y LUDUS)
Son relaciones prácticas, muy pragmáticas, donde hay en común intereses, aficiones y proyectos a futuro, pero los sujetos están muy interesados en el beneficio propio. Son parejas muy realistas que tienden a satisfacer sus propias necesidades mediante el otro.
• Buscan la compatibilidad en términos de cualidades sociales y personales.
• Les importa el «currículo» de la pareja más que el aspecto físico.
• Tienen criterios a los que la pareja se tiene que ajustar antes de empezar la relación.
• Suelen partir de la amistad, pero es para estar seguros de que la pareja se ajusta a sus criterios.
• No son muy emocionales.
EL AMOR OBSESIVO (MANÍA, UNIÓN DE EROS Y LUDUS)
Son relaciones muy intensas, donde se confunde el amor con la posesión del otro. Los celos y la dependencia emocional suelen acompañar a estas parejas. Son como una montaña rusa, pueden estar eufóricos por recibir el amor que necesitan o excesivamente tristes o enfadados por no saborear toda la atención que creen imprescindible. Se trata de parejas muy obsesivas, con necesidad de asegurar el amor constantemente.
• Celosos, muy emocionales.
• Desean intimidad rápidamente y su acercamiento es muy intenso.
• Requieren mucho afecto.
• Inseguros en la relación, temen dar demasiado y necesitan la certeza de ser amados.
• «Enamorados del amor». Disfrutan de la excitación que proporciona el amor.
• Quieren desesperadamente estar enamorados y es fácil que inicien relaciones con personas no compatibles.
EL AMOR ALTRUISTA (ÁGAPE, UNIÓN DE EROS Y STORGE)
Son relaciones cuyo lema es el amor romántico, y el bienestar del otro supera el propio. «Si tú estás bien, yo también». Es un amor desinteresado, donde se combina el romanticismo con la amistad. Se suelen aceptar tal y como son. Si dos personas mantienen este mismo estilo de amar, pueden alcanzar niveles de satisfacción muy altos.
• Creen que su deber es amar y no esperar nada a cambio.
• Su lema es «dar amor porque todos lo merecemos». Esta es la única forma madura de amar para ellos.
• No sienten que su compañero deba ajustarse a sus necesidades, aunque sí lo desean.
• Tampoco lo sienten como un sacrificio.
• Sin preferencias físicas a la hora de escoger pareja, no exigentes, apoyan y perdonan en todo momento.
• No muy emocionales.
Desde luego que no todas las personas sentimos de la misma forma ni con la misma intensidad el modo de amar. Y lo podemos manifestar de distintas maneras. Cada persona, a lo largo de su vida, puede mantener diferentes relaciones con estilos de amor distintos o el mismo.
Lo que sí podemos tener claro es que, para poder garantizarnos el bienestar, lo ideal sería mantener una relación con el mismo estilo de amor que el que damos para coincidir en el foco más importante, ya sea la pasión, el ocio, los planes, el bienestar del otro, la confianza...
Independientemente del tipo de relación que mantengas, lo esencial es que te sientas cómodo y satisfecho con tu pareja. Y que recibas, al menos, lo que das.
QUIERO QUE MI PAREJA FUNCIONE Y CON EL AMOR NO BASTA
Cuántas veces necesitamos algo más que amor para que funcione una relación de pareja y nos preguntamos… ¿que está fallando?
Aprender a utilizar el amor para que todo vaya bien sería muy potente, ya que con el paso del tiempo vamos conociendo con mayor profundidad a nuestra pareja y se producen decepciones, nos frenamos, pedimos y nos vamos adaptando al otro lo mejor que podemos o sabemos.
Aunque, en ocasiones, pedimos al otro algo que no estamos dando. Las relaciones de pareja son como una planta que hay que cuidar y regar cada día, porque si no se marchita hasta que muere. Es fundamental cultivarla a diario y desterrar los malos hábitos que seguramente hemos cometido en otras relaciones y que no han ido bien.
Existen algunas claves importantes para tener una relación feliz:
TU PAREJA ES COMO ES, NO INTENTES CAMBIARLA
El éxito de una relación afectiva radica en la capacidad de adaptación, de conocerse, respetarse y aceptar que siempre tendréis diferencias. Intentar adaptaros el uno al otro no siempre implica un cambio radical en la personalidad. Es más, pregúntate, ¿qué puedes hacer tú para que tu pareja cambie y se adapte?, en lugar de esperar a que el cambio se produzca a base de enfados.
En una relación uno influye en el otro y es una interrelación.
TU PAREJA ES PRIORITARIA, DEDÍCALE TIEMPO
Existen muchas áreas que cuidar para desarrollarte como persona: tu trabajo, responsabilidades, amigos, familia, ocio… pero tu relación también es importante, no se mantiene solo porque te quiera. Es más, es prioritaria.
Buscar momentos de intimidad, de disfrute mutuo, y apostar por disponer de un espacio para estar juntos es una clave para estar bien y facilitar la comunicación o el disfrute de la compañía del otro. Lograréis mantener la sintonía y que no se produzca un alejamiento, además de huir de la rutina.
CONFÍA
La base de una relación es la confianza. Las mentiras, los engaños o las medias verdades hacen que uno de los pilares básicos de la relación se destruya. Basa tu relación en la honestidad. Decir la verdad, aunque sea dolorosa, en ocasiones une más porque le muestras al otro cómo eres y te das a conocer más profundamente.
No hagas lo que no te gustaría que te hicieran.
NO GRITES O TE CALLES. BUENA COMUNICACIÓN
Aprender a escuchar es difícil, pero no imposible. Si lo consigues, intenta no hacer reproches. Es más eficaz preguntar para comprender y pedir cambios que atacar o estar a la defensiva.
Cuando logréis hablar de algo que os preocupa o ha generado un conflicto, intentad sacar los problemas de uno en uno, en lugar de acumularlos y no hablarlos o darles la espalda. Si lo lográis, vuestra relación crecerá. De todo se aprende y hay problemas que nos fortalecen.
No te desesperes, es normal tener desacuerdos, conflictos, decepciones… Nadie es perfecto. Pero lo maduro es tratar cada problema de modo honesto para encontrar una solución, dando todo de cada uno para prevenir que no vuelva a suceder.
Intenta comprender al otro, poniéndote en su lugar y no malinterpretando sus acciones o palabras
YO, YO Y DESPUÉS YO
Una relación es de dos. Cuando uno de los miembros o ambos solo piensa en sí mismo, la relación se bloquea o ambos crecen de un modo paralelo, pero no conjunto.
Si lo que deseas es una pareja exitosa, comparte decisiones en tu día a día para lograr la misma visión de un futuro común y ten en cuenta al otro a la hora de tomar cualquier decisión, para que los objetivos mutuos queden satisfechos.
El egoísmo es una llave para el fin de la relación, pensar en el otro es fundamental para que la pareja funcione, avance y crezca.
Intenta dar lo que quieres recibir.
EL PEGAMENTO DE LA RELACIÓN… EL SEXO
¿Te imaginas una relación sin sexo? No te olvides de la intimidad sexual, desde luego que no es lo más importante, pero es fundamental, ya que es el pegamento de la relación.
Falta de tiempo, cansancio, estrés, hijos, obligaciones, trabajo… son factores que pueden afectar a nuestra vida sexual, pero hay que tratar de buscar momentos para ambos, donde pasar tiempo juntos y compartir esta parte tan satisfactoria que mantiene la relación de pareja más unida.
Busca tiempo para disfrutar, te unirá además de ser placentero.
Estas claves son algunas de las muchas que existen para que una pareja funcione. No solo es suficiente con ser compatibles, tener química, compartir estilos similares de amor, filosofía de vida o valores, hay que saber utilizar nuestro amor para ponerlo a disposición de la relación, sobre todo para disfrutar queriendo y no sufrir amando.
PSICOSUGERENCIAS PARA MANTENER FUERTES NUESTRAS RELACIONES
Amar no es suficiente para tener una relación sana y no sufrir en el intento. Seguro que puedes recordar alguna pareja que has tenido y no ha podido llegar donde querías. O, tal vez, te encuentres en una relación que deseas mejorar o simplemente fortalecer.
Algunas psicosugerencias que pueden ayudar a lograr una relación fuerte o a que crezca con los pilares adecuados, para que sea satisfactoria:
❤ ¿Cuántas veces nos ha sucedido que achacamos malas intenciones a nuestra pareja? ¡Fuera reproches! Mantener nuestra comunicación sana, sin echar nada en cara, sin poner malas intenciones en nuestra pareja. Antes de acusar, puedes preguntar.
❤ ¿Confías en tu pareja? Intenta cultivar la confianza. Es clave en las relaciones duraderas. Piensa qué puedes mejorar para que sea mutua.
❤ Cuida a tu pareja como si quisieras conquistarla como el primer día. Las relaciones son como una planta que hay que regar y cuidar a diario. No olvides sorprender a tu pareja, dar lo mejor de ti o, por lo menos, no mostrar lo peor frecuentemente.
❤ ¿Pasáis tiempo de calidad juntos? Cuida los planes de ocio, busca momentos para estar juntos, no os dejéis arrastrar por la rutina. Disfrutad en pareja, no tengáis solo obligaciones juntos.
❤ ¿Tienes un espacio para ti? Mantener parcelas individuales es importante. Si respetamos los espacios íntimos de cada uno, siempre que dispongamos de áreas a solas, tendremos más que compartir a la hora de estar juntos.
❤ No hables mal de los míos… ni yo de los tuyos. Cada uno trae a la relación una familia y unos amigos que se pueden compartir y no siempre nos encantan, pero hay que intentar ser respetuosos y cuidarlos. Si mi pareja los quiere, forman parte de él/ella.
❤ ¿Pensáis en un futuro juntos? Tener planes de futuro conjunto nos une. Las parejas, como todo en la vida, evolucionan. Tener proyectos comunes de futuro a corto y largo plazo nos enlaza y fortalece más. La sensación sería: «cuento contigo en mi vida».
❤ No te olvides de ti. Tener claros nuestros valores individuales. Quererse a uno mismo como persona, tener amor propio para poder amar con plenitud a los demás.
❤ Mantener intereses más allá de la relación; es decir, contactos válidos con otras personas, cuidar nuestra vida social, familiar, laboral, personal... sintiendo satisfacción en cada una de nuestras áreas vitales.
❤ Potenciar el desarrollo personal y la expansión de los intereses respectivos, sin ser celosos o posesivos.
Estos criterios diferencian el amor saludable, capaz de expandirse, del amor como una forma de adicción o drogodependencia. Pero no hay una sola forma de amar; aunque no poseas todos los requisitos, puedes reflexionar y orientarte de cara a las relaciones presentes y futuras.
La relación amorosa más gratificante es aquella en la que ambos miembros comparten la misma actitud hacia la relación, la misma definición de amor. Pregunta a tu pareja: ¿qué significa para ti el amor? Llevas ventaja después de leer este capítulo.