Constelaciones para el éxito en el trabajo

Ingala Robl

Fragmento

Constelaciones Para El Éxito En El Trabajo

INTRODUCCIÓN

¿POR QUÉ ESCRIBÍ ESTE LIBRO? LAS RAZONES SON VARIAS

Quiero acompañar a los emprendedores que desean independizarse y crear un negocio, una empresa, para que en este proceso no repitan los errores que tantas personas hemos cometido antes, ¡y no pierdan sus sueños ni su energía ni su capital, ni su pareja ni su familia o sus amigos mientras llevan a cabo su proyecto!

Quiero ayudarlos a aprender sobre los tres principios básicos vigentes en los sistemas familiares y en las organizaciones (que son entidades más complejas): el orden, la vinculación y la pertenencia, así como el equilibrio entre el dar y el tomar en una empresa para evitar problemas laborales.

También quiero transmitir conocimientos y enseñanzas de otros maestros en el campo organizacional y empresarial, analizar las diferencias entre las familias y las empresas, y los recursos que pueden aplicar en sus compañías.

Las constelaciones empezaron en el área de las familias y en la actualidad es en particular en el ámbito empresarial donde alcanzan un éxito notorio. ¿Por qué?, se preguntarán. Porque en estos sistemas (negocios, empresas, organizaciones e instituciones) hay grandes áreas con dinámicas no vistas y no habladas que podríamos llamar el “inconsciente del sistema”, en las que es posible obtener nuevos conocimientos sobre lo que los vincula y une. Este enfoque ayuda a entrar a nuevas dimensiones en las interrelaciones y, en especial, ofrece la posibilidad de mirar lo que no se había visto antes, convirtiendo los elementos “problemáticos” que suelen ser el motivo de la consultoría, en recursos y herramientas, y posiblemente en soluciones, del negocio y de la misma empresa.

¿En qué momentos y en qué situaciones es aconsejable solicitar una configuración? Cuando se necesita:

•Encontrar el propio lugar en una empresa y tomarlo.

•Resolver dinámicas inconscientes, “enredos” en y entre los sistemas, con impacto negativo sobre los colaboradores y las diferentes áreas de la empresa.

•Reconocer los obstáculos para la buena operación y encontrar soluciones.

•Aclarar las relaciones entre los diversos miembros de un equipo, entre áreas y dentro de la empresa.

•Tener mayor productividad.

•Obtener mayores ganancias.

•Tomar decisiones.

•Ampliar las opciones.

•Prepararse para negociaciones importantes con colaboradores clave, socios, clientes y proveedores, con la competencia y ante una fusión con otra empresa.

•Ejercer liderazgo.

•Manejar y resolver conflictos entre colaboradores y áreas diferentes.

•En general, mejorar el clima de la empresa.

•Desarrollar nuevas visiones y opciones, y ponerlas en marcha de forma correcta.

•Fijarse tareas y metas, y lograrlas.

•Trabajar con los clientes y aumentar su satisfacción.

•Encontrar innovaciones con creatividad e implementarlas.

•Desarrollar estrategias de mercado.

•Poner a prueba nuevos productos y servicios para el futuro.

•Manejar y superar crisis.

•Cambiar la estructura de la empresa.

•Manejar con éxito situaciones relacionadas con la sucesión.

•En empresas familiares: conciliar los intereses personales, profesionales y financieros de las diversas partes involucradas.

•Lograr la creación de nuevas empresas, sucursales o franquicias.

•Encontrar a las personas idóneas para determinados puestos.

•Fusionar empresas.

Esta metodología ayuda a comprender mejor las interrelaciones complejas que surgen diariamente en una empresa, a poner en marcha procesos de cambio, a evitar problemas en caso de restructuraciones, y a considerar los efectos de diversas políticas propuestas para la organización. Las configuraciones aportan claridad donde antes había incertidumbre, y son la mejor herramienta para el cambio en las organizaciones, así como para “aprender del futuro emergente”. Una parte de la realidad de una persona o empresa es el futuro planificado, con metas y objetivos, tal como lo queremos tener, y sentir que ejercemos un cierto control sobre él. Hoy se habla también de aprender del futuro emergente, es decir, de abrirse al futuro como llega a nosotros a nivel personal, profesional, laboral, empresarial y social, sin planificación. Aprender a tener “plasticidad conductual” para reaccionar de forma adecuada a un futuro que emerge sin nuestra intervención.

Al trabajar con empresarios con el enfoque del coaching sistémico en las constelaciones registradas, me centro, mayoritariamente, en tres de sus muchas aplicaciones:

a)El diagnóstico de la situación y la problemática actuales de una empresa para encontrar soluciones a realizar en corto tiempo.

b)La gestión del cambio para poner a prueba nuevas tácticas y estrategias en el futuro; discernir qué vale la pena conservar porque ha hecho crecer a la empresa y mantenerse en el mercado; detectar qué cambios es necesario realizar para atraer a nuevos clientes, adaptarse a un mercado en constante movimiento, y aumentar los beneficios y las ganancias de la empresa.

c)Con el coaching sistémico se puede apoyar a diferentes áreas de la empresa, como mercadotecnia, para observar si se aceptan o no, si tienen éxito o no, los nuevos proyectos y metas, si se ganan nuevos clientes y proveedores o un mercado nuevo. En desarrollo organizacional ofrecemos técnicas innovadoras en la selección de nuevos colaboradores, y en la creación y ocupación de nuevos puestos de trabajo con las personas idóneas. Implica desaprender viejas maneras de hacer negocios y suspender modelos mentales fijos para darnos cuenta de qué emerge en nuestro interior y en la empresa.

Estas técnicas también pueden ayudar a desarrollar las estrategias adecuadas en un futuro con mejores resultados tanto en los equipos de trabajo como en el conjunto de colaboradores, y para lograr mejores resultados en el aspecto humano, la producción y las ganancias. Hemos observado que se puede poner a prueba si colaboradores, productos, servicios, socios, nuevas personas por contratar, clientes y otros, están interesados en lo que ofrece la empresa. Esto ahorra mucho tiempo real porque en el tiempo “virtual” de una configuración prácticamente se consigue apreciar si las estrategias que se han utilizado o que se desea implementar tendrán éxito o no, y la empresa puede encaminarse a la acción por la vía directa.

En una empresa u organización, la misión, la visión y los objetivos ya no son suficientes. Ha surgido un nuevo cuestionamiento: ¿cómo podemos conectarnos con el futuro sin saber aún cuál podría ser éste, y aprender?

Aparte de estos últimos factores, una empresa también debe saber cuáles son sus “principios rectores”, lo que implica responder a la pregunta: ¿qué somos en nuestra esencia para los clientes, para el mercado y para el mundo? La misión es algo que se construye y, por lo tanto, necesita mucha energía. En cambio, los “principios rectores” existen desde antes, se encuentran en el ADN de la empresa. Un ejemplo

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