Somos un puente

Jonathan Jiménez

Fragmento

Somos un puente

Introducción

Una vez escuché que antes de nacer las almas eligen su destino. Por eso siento que en esta vida solamente estoy recordando aquello que me propuse, y que aún conservo esa promesa. Mi nombre es Jonathan, soy médium, y en este libro voy a contarte mi historia, mi trabajo con las almas, y un poco de eso que decidí ser cuando llegué con este cuerpo físico a la tierra.

Mi historia con la mediumnidad comienza en la infancia. Desde muy pequeño ya podía comunicarme de manera primaria e intuitiva con las almas. Pasé de percibir una sombra, una voz, hasta lograr una comunicación fluida con ellas. A través del tiempo, mi crecimiento y mi evolución, me convertí en adulto y finalmente pude salir a la mediumnidad. Salir a la mediumnidad en mi caso se trató de entenderme, de hacerme cargo de esa capacidad que tenía y de darme a conocer. No tenía ninguna formación de base, ni libros leídos sobre qué se trataba ser médium, solo confié en mí.

Cuando llegó la pandemia, mi vida (como la de tantos) se vio completamente modificada. Fue una situación extrema, y además de lo que se vivía en el mundo, yo estaba atravesando un tema personal y familiar complicado. Tales circunstancias me impulsaron a buscar formas de despejar mi mente y a casi obligarme a contar cómo había surgido la mediumnidad en mi vida. Fue así que, un día, decidí usar mi cuenta de Instagram y a través de esa red social comencé a hablar de mi experiencia con las almas.

Al comienzo, no tenía más de doscientos cincuenta seguidores y en los vivos éramos apenas quince personas conectadas. Pero con el paso del tiempo, llegamos a ser más de mil trescientas conectadas. Como resultado, descubrí a una inmensa comunidad llena de personas que buscaban confirmar que, al dejar el plano físico, había algo más y que sus seres queridos estaban bien. Continué creciendo en el mundo de las redes y logré cada vez más visibilidad, especialmente en aquellos curiosos que todavía no entendían muy bien de qué se trataba o sencillamente no sabían que existía este universo.

Mientras mi capacidad de ser un puente con las almas crecía, comencé a recordar con más intensidad momentos particulares de mi adolescencia en los que me refugié mucho en la lectura. Leía libros que me daban cobijo y me permitían fantasear al mismo tiempo, entonces mi mente por momentos se iba libre y visualizaba escenas de mi vida que no sabía si algún día sucederían. En muchas de las fantasías me veía escribiendo alguno de esos libros llenos de misterio y encanto que tanto me atrapaban. Pensaba en que quizá si algún día tenía la oportunidad de escribir un libro, sería uno que transmitiera aquello que me sucedía desde muy niño. Y más, tal vez las personas que lo leyeran iban a poder sentirse identificadas con mi historia. No era una meta, sino más bien un deseo profundo que vivía en mí.

LAS ALMAS ELIGEN SU DESTINO

Así fue entonces que casi como una respuesta a tantos años de búsqueda, esta visualización tomó forma concreta. Un sábado bastante especial para mí, recibí un mail de una editorial. En medio de un respiro de la pandemia, me encontraba en Cariló hacía unos días. Esa mañana de sábado me había levantado con la sensación de que algo iba a pasar. Por la tarde, mientras esperaba en una fila de la farmacia para comprar un medicamento, miré casi despreocupadamente la vidriera de una librería. De pronto, me llamó mucho la atención la tapa de un libro y me atrapó como si no hubiera ningún otro alrededor. Luego, agarré mi celular y ahí estaba, a la espera de ser abierto, el mail con la propuesta para escribir mi libro y contar mi experiencia. La editora, Maga, había llegado a mi Instagram y después de ver mi trabajo durante muchas sesiones, se había decidido a escribirme. Lo más gracioso y casual, es que ella también estaba en la costa argentina, en un balneario exactamente al lado de Cariló. Y el libro que había capturado mi atención en la vidriera era un lanzamiento de la misma editorial. Todo esto parece una casualidad, pero yo creo que no lo es, que no existe tal cosa.

Esto que acabo de contar es la pequeña historia de cómo mi vida se transformó en un libro y de cómo este libro hoy llega a tus manos. Estoy convencido de que tener un don es una responsabilidad, y este que me tocó a mí conlleva la propia: la posibilidad de ser puente entre las almas que están en este plano, nosotros y las que partieron. Ese puente se cruza con honestidad, con amor, con respeto, y con entrega.

Este libro se gestó desde una necesidad personal y es quizá el libro que hubiera querido leer y con el que me hubiera sentido menos solo en mi camino: el testimonio de una vida en contacto con las almas. Poder saber y conocer de qué se trata la mediumnidad, qué es ser médium, qué dicen las almas, dónde están y cuál es su mensaje.

Espero que este homenaje respetuoso hacia ellas, y hacia todas las personas que buscan reencontrarse con otras almas, te llegue al corazón. Somos un puente.

Somos un puente
Capítulo 1. ¿Qué es la mediumnidad?

La mediumnidad es aquella capacidad que poseen las personas de ver, escuchar y percibir las formas sutiles y los mensajes de las almas. Todo comienza cuando nuestra mente consciente permanece abstraída y por medio de este proceso podemos dar lugar a esta otra forma de comunicación. A través de ella los médiums nos encargamos de recibir las evidencias de las almas que desean comunicarse. Muchas veces, los datos pueden aparecer de forma desordenada. Lo que hacemos en una sesión es interpretar esa simbología por medio de ejemplos de nuestra vida cotidiana y con ellos reconstruir una historia. Es por esto que hay diferentes tipos de interpretación, y es normal que cada médium tenga su propia simbología y forma de traducir esos símbolos.

Siento que formo parte de una nueva mediumnidad. Creo que en mis sesiones se experimenta un camino de reencuentro, de amor, de humor y conexión transformadora con

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