Voces de la democracia

Gabriel Di Meglio
Gustavo Álvarez

Fragmento

Introducción

Introducción

Treinta años de democracia. Para quienes ya eran adultos cuando empezó la nueva etapa, que en la Argentina se haya instalado un sistema político en el que los golpes militares dejaron de ser una posibilidad constante puede ser todavía llamativo. Para quienes vivieron la mayor parte de sus vidas en democracia pero recuerdan —recordamos— algo del período anterior, 1983 sigue siendo una fecha clave, un antes y después. Quienes, en cambio, nacieron luego de aquel año deben tomarla, posiblemente, como algo natural, el estado “normal” de las cosas.

Pero más allá de las percepciones subjetivas, lo cierto es que, mirando en el largo plazo la historia argentina, la existencia de tres décadas ininterrumpidas de vida democrática es algo destacable. El prolongado período de continuidad institucional que empezó en 1862, con la reunión de todas las provincias bajo una misma autoridad nacional, no puede considerarse una democracia, dado que un pequeño grupo de dirigentes controlaba el sistema a través de una participación muy baja de votantes y la aplicación de fraude si lo consideraba necesario. En 1916 se eligió por primera vez un presidente por medio del voto secreto y obligatorio, y eso abrió la primera etapa de democracia en el país, la más larga hasta la actual, que fue interrumpida en 1930 por el primer golpe de Estado moderno. Desde entonces, entre los períodos de intervención militar y los de proscripción de partidos políticos —al peronismo no se le permitió participar legalmente en la vida política nacional entre 1955 y 1973—, solo hubo dos momentos de democracia: la década entre 1946 y 1955, y el efímero y convulsionado período que va de 1973 a 1976, que finalizó cuando se instaló la última dictadura militar que sufrió el país. Por eso, el cambio de 1983 fue tan significativo en la historia nacional. Si bien muchas de las expectativas sociales que se pusieron en el sistema en ese año clave no se cumplieron, y la nueva época tuvo momentos terribles y problemas enormes, el solo hecho de que ellos fueran enfrentados dentro de canales institucionales y sin suprimir libertades básicas, como ocurría en el pasado, es en sí mismo excepcional para la Argentina. Es por eso que la llegada del trigésimo aniversario del inicio de esta ya extensa etapa genera mucha atención, distintos balances y repasos de la complicada historia de “la democracia”, como en general se le dice al período. Este libro es un aporte en ese sentido.

Hay distintas maneras de repasar y de revisar lo que sucedió. Aquí proponemos hacerlo por medio de una selección de discursos políticos que fueron muy importantes en estos treinta años y que fueron pronunciados en momentos clave de la vida política nacional.* Algunas frases emblemáticas de la época se incorporaron al lenguaje cotidiano y se aplican a situaciones muy diversas: “A vos no te va tan mal, gordito”, “Niños ricos que tienen tristeza”, “Tenemos que dejar de robar por dos años”, “Dicen que soy aburrido”, “Que se vayan todos”, “¿Qué te pasa, estás nervioso?”, “Buenas tardes a todos y a todas”, y otras que también provienen de la política y han quedado como marcas indelebles en lo cotidiano. Pero junto con estos pequeños dichos también hubo discursos más largos y con contenidos de mucho peso que en su momento causaron un gran impacto o anunciaron cambios considerables que quedaron en el recuerdo general; otros se olvidaron, pero al leerlos se recupera con fuerza lo que ocurría en el momento en que fueron enunciados. En su gran mayoría son discursos —o, mejor, los fragmentos más interesantes de esos discursos— de los presidentes democráticos, pero también aparecen las palabras de algunos de sus opositores y de otros protagonistas. Todos juntos forman un conjunto cuya lectura es una manera fascinante de revisar los principales aspectos políticos y económicos de la historia argentina reciente.

Agrupamos los discursos por época y por tema, y al comenzar cada capítulo escribimos un breve contexto histórico para que el lector pueda reconstruir en qué marco fueron dichos. El libro cubre las tres décadas completas, aunque dedica más espacio a las dos primeras, las que lógicamente, a la distancia, han sido más investigadas que la época actual. De todos modos, lo que aquí ofrecemos es un panorama completo de la historia política de los treinta años democráticos, hasta el día de hoy. Una trayectoria intensa, dramática; en algunos momentos, trágica, y en otros, emocionante. Nuestra historia.

* La idea fue de las editoras Constanza Penacini y Mariana Morales, a quienes además agradecemos el trabajo fundamental que hicieron en la búsqueda de los discursos.

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