Rosita Serrano

Autores Varios

Fragmento

Creditos

1.ª edición: agosto, 2016

© Mariana Marusic, Maximiliano Misa, 2016

© Ediciones B Chile, S. A., 2016

Andrés de Fuenzalida 47, piso 7, Providencia.

www.edicionesb.cl

Registro Propiedad Intelectual Inscripción N° 268171

ISBN DIGITAL: 978-956-304-225-2

Diseño: Francisca Toral

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

Dedicatoria

 

 

 

 

 

Para esos relegados que en su memoria frágil

atesoran los recuerdos que un país olvidó.

Cita

 

 

 

 

 

La música siempre ha sido una cuestión de energía,

una cuestión de combustible. Las personas sentimentales

lo llaman inspiración, pero lo que realmente quieren decir es

combustible. Yo siempre he necesitado de combustible.

Soy un consumidor serio.

Hunter S. Thompson

El arte es largo y la vida corta, y el éxito queda muy lejos.

Joseph Conrad

Contenido

Contenido

Portadilla

Créditos

Dedicatoria

Cita

 

Prólogo

Introducción. La voz de un ángel

Relato I

Relato II

Relato III

Capítulo 1. El último mito

Capítulo 2. Los primeros cantos de La Chilenita

Capítulo 3. Éxito en el Reich

I

II

Capítulo 4. Rosita desafía al diablo

Capítulo 5. La Belle Époque

Capítulo 6. El año de fama en Chile

Capítulo 7. La última comedia de Rosita

Capítulo 8. La pantera rosa y el lujo

Capítulo 9. Últimos días

Su vida en imágenes

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Prólogo

Una dama de Quilpué

Bastan tres líneas para que esta historia despegue: “Entre 1937 y 1943, la chilena María Ester Aldunate del Campo, conocida como Rosita Serrano, cantó para Adolf Hitler y también para Benito Mussolini”.

Es, como se dice en periodismo, un buen gancho. Tal vez demasiado bueno porque el problema, cuando logramos el párrafo preciso, es cómo bajar al segundo, cómo seguir. Más aún cuando el género es la crónica, la historia y la vida de un personaje de otra época, y que sin embargo su historia, por lo atractiva que resulta, se mantiene incólume al paso del tiempo.

Un trabajo de esta naturaleza exige bastante más que el entusiasmo por investigar. Lo esencial en juego en esta clase de textos es la voluntad de los investigadores al asumir el riesgo de enfrentarse a un puzzle que nunca estará completo, y que muchas veces el premio por ahondar y zambullirse, más que llegar al fondo como una meta, serán nuevas preguntas, nuevos recovecos que extienden la historia convirtiéndola en un artefacto cada vez más complejo e interminable.

Eso pasa con las buenas historias: crecen, se transforman y adquieren lógicas y cruces impensados.

Entender una crónica como la que sigue en

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