Emociones fantásticas (y dónde encontrarlas)

Camilo Aguilera

Fragmento

Al escribir este libro, lo primero que me pregunté fue: ¿qué objetivo tendrá? Y lo que se me vino a la mente es lo que me han pedido muchos consultantes en terapia y en redes sociales: tener un guía que les ayude a la autoexploración para lograr cambiar dinámicas que les generan malestar psicológico.

Por eso, pensé en este libro como un mapa que utiliza referencias sencillas y cercanas a la cultura del grupo objetivo principal al que apunta: adolescentes y adultos jóvenes.

No encontrarás recetas mágicas para dejar de sufrir, tampoco «la verdad» que me fue revelada y que quiero entregar a todo el mundo. No soy un mesías ni nada por el estilo, soy un psicólogo con enfoque humanista que disfruta mucho de lo que hace, y que también es profesor con alma de niño. Disfruto aprender desde la diversión, me gusta ver monitos animados, series, los juegos de mesa y los videojuegos. Creo que todos estos hobbies que tengo no los podría disfrutar si no hubiera puesto en práctica lo que aprendí en mi carrera universitaria: la educación emocional. Esto es lo que quiero entregarles a ustedes, mostrarles el motor que me hizo disfrutar la vida y enseñárselos desde mi propio disfrute.

Todos los días me pregunto: ¿estoy conforme con mi vida actual? Y estos últimos años, hasta el momento de escribir este libro, puedo decirles que sí. Sin embargo, en mis primeros veinte años de vida siempre tuve dudas sobre esto. Fue el autodescubrimiento el elemento que me ayudó a disfrutar más. Pero no cualquier autodescubrimiento.

Escribí desde el enfoque fenomenológico, que son los lentes con los que mira la psicología humanista. En palabras simples, la fenomenología es una herramienta para aprender a mirar la realidad de una forma distinta a la que estamos acostumbrados: es una actitud exploratoria, libre de juicios, en donde importa más el «qué ocurre» o el «cómo ocurre»; dejando de lado el «por qué» (causas) o si es «bueno o malo» (juicios morales). El objetivo es lograr el alivio emocional, «sentirnos bien», y no tanto entender «por qué nos sentimos bien o mal».

Los invito a embarcarse en la lectura de este libro desde una actitud fenomenológica, si algo no te hace sentido te animo a preguntarte: ¿qué es lo que no te hace sentido? Y no partir desde el juicio negativo: «no me hace sentido... no sirve». Por eso digo que este libro es una mapa o manual que nos invita a explorar nuestro propio mundo psicológico, a adentrarnos en esta aventura de conocer estas emociones fantásticas y cómo funcionan en su hábitat natural, pero también qué es lo que ocurre cuando se encuentran fuera de su zona de confort, cómo pueden pasar de ser precursoras de alivio a motivos de malestar emocional.

Los ejemplos que utilizaré para enseñarles este camino de educación emocional vienen de lo que conozco y disfruto más: «la cultura geek». Si te gusta esto también, estoy seguro de que se te hará más fácil identificar tus propias dinámicas emocionales al asociarlas a los ejemplos utilizados. Y si no estás tan familiarizado con los ejemplos, tampoco es un problema, ya que con la descripción que haré bastará para entender la idea que te quiero compartir... e incluso quizás logre el segundo objetivo implícito que tengo: convertirte en un geek como yo.

Algo importante para tener en cuenta es que este libro se basa en las enseñanzas de la psicología humanista, sobre todo de la psicoterapia Gestalt de Fritz Perls, la psicoterapia centrada en la persona de Carl Rogers, el Focusing de Gendlin, la logoterapia de Viktor Frankl y también de la psicoterapia budista que es... pues, de Buda. Todos estos modos de hacer psicología humanista los veré desde la actitud Fenomenológica, método de conocimiento creado por el filósofo Husserl y desarrollado por múltiples filósofos existencialistas y psicólogos humanistas durante décadas.

Este no es un libro técnico para aprender el contenido de lo que dicen estos autores, sino que es un manual para que ustedes puedan poner en práctica las enseñanzas de la psicología humanista. Mi mayor deseo es que este sea un libro amigable para ustedes, que no lo sientan como un mandamiento que los presiona, sino, más bien, que sea un mapa para cuando se sientan perdidos con sus emociones. Es el libro que me hubiera gustado tener en mi adolescencia cuando me sentía solo y perdido, es esa linterna que me hubiera hecho el transitar la vida un poco más fácil, que me hubiera dirigido a las redes de apoyo que no vi en su momento, o bien me hubiera ayudado a salir de esos pantanos espesos y abrumantes para mis emociones.

Deseo que puedan leer este libro sin prejuicios, que traten de acallar su mente e intenten mirar lo que les estoy proponiendo. Esto no significa que tengan que creer ciegamente en mí, cuando digo libre de prejuicios, me refiero a que deben evitar idealizar lo que están leyendo y mirar lo que les presento con una actitud exploratoria. Si al final de la aventura sientes que no valió la pena —sigues igual o peor— entonces siéntete con la libertad de buscar otras formas de ayudarte terapéuticamente.

Si bien me gustaría llegar a todo el mundo, sé que lo que enseño no es una verdad absoluta, es solo uno de los caminos que hay hacia el autodescubrimiento. Pero, por otro lado, si sientes que este libro te ayudó a comprender partes de ti que mantenías lejos de tu consciencia, que te ayudó a autodistanciarte de tus estrategias de salud mental insanas y te llevó a intentar nuevas formas de mejorar... entonces el objetivo de este libro se ha cumplido: eres una persona que es más consciente de sí misma, más responsable y capaz de autorregular lo que le está ocurriendo a nivel psicológico.

Espero que al leer este libro te vayas convirtiendo en una persona más autónoma, pero no autosuficiente. La gran diferencia entre ambos conceptos es que el primero se hace responsable de sí mismo, pero cuando reconoce que necesita apoyo del ambiente (familia, pareja, profesionales, etc.) lo busca y lo pide de forma asertiva; mientras que la persona autosuficiente siempre intenta solucionar sus problemas desde sí mismo, por lo que se cierra al ambiente.

Parte 2. Emociones básicas y dónde encontrarlas

Parte 2

Emociones básicas y dónde encontrarlas

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