90 poemas

Gonzalo Rojas

Fragmento

Índice

Índice

Cubierta

Los días van tan rápidos

Mortal

El sol es la única semilla

Numinoso

Alcohol y sílabas

Versículos

Contra la muerte

Aquí cae mi pueblo

Carbón

Al silencio

Oscuridad hermosa

Las hermosas

¿Qué se ama cuando se ama?

Cítara mía

Crecimiento de Rodrigo Tomás

Rotación y traslación

Victrola vieja

Por Vallejo

No le copien a Pound

Escrito con L

Noche

Réquiem de la mariposa

La palabra

Muchachas

Cada diez años vuelvo

Vengo y anuncio el tiempo

Contradanza

Vocales para Hilda

Un bárbaro en el Asia

Zángano

Playa con andróginos

Trotando a Blake

A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro

Aiuleia por la resurrección de Georges Bataille

Para órgano

Alta, muy alta, vuela la gaviota

La piedra

Desde abajo

Diáspora

Liberación de Galo Gómez

Celia

Cifrado en octubre

Domicilio en el Báltico

Fosa con Paul Celan

El alumbrado

A quien pueda importar

Sebastián Acevedo

Rimbaud

Guardo en casa con llave

Adiós a Hölderlin

Aula áulica

Poeta estrictamente cesante

¿Quién dijo videncia?

Memoria de Joan Crawford

Qedeshím Qedeshóth

Microfilm del abismo de diciembre

20 de diciembre

Daimon del domingo

Sermón del estallido

La viruta

Me levanto a las

Tabla de aire

Las sílabas

En cuanto a la imaginación de las piedras

La risa

El señor que aparece de espaldas

Saludos a Tzara

Aletheia del faisán

Costillas, rejas del corazón

Contra vosotros naciendo

Materia de testamento

Foto con nevazón

Desocupado lector

Qué bueno ir lejos en el cuerpo de las mujeres hermosas

Tres rosas amarillas

Vibraciones acerca de las cuales las estrellas no dan para más

Algo de música

Cítara por el muerto

Diálogo con Ovidio

80 veces nadie

Kundalini

Al oído

Los verdaderos poetas son de repente

El cofre

Todo lo que hay es una mariposa

Cosa mentale

Féretro y más féretro

A Renata Lozano en esa clínica

Sábete Sancho

Oda pindáric

Notas

Créditos

Los días van tan rápidos

LOS DÍAS VAN TAN RÁPIDOS

Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación

se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en

mis pulmones

una semana más, los días van tan rápidos

al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro

y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.

Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera

nadie allá, voy corriendo a la materna hondura

donde termina el hueso, me voy a mi semilla,

porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas

y en el pobre gusano que soy, con mis semanas

y los meses gozosos que espero todavía.

Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse

de haber entrado en este juego delirante,

pero el espejo cruel te lo descifra un día

y palideces y haces como que no lo crees,

como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo allá

en el fondo.

Si eres mujer te pones la máscara más bella

para engañarte, si eres varón pones más duro

el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,

y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:

así es que lo mejor es ver claro el peligro.

Estemos preparados. Quedémonos desnudos

con lo que somos, pero quememos, no pudramos

lo que somos. Ardamos. Respiremos

sin miedo. Despertemos a la gran realidad

de estar naciendo ahora, y en la última hora.

Mortal

MORTAL

Del aire soy, del aire, como todo mortal,

del gran vuelo terrible y estoy aquí de paso a las estrellas,

pero vuelvo a decirte que los hombres estamos ya tan cerca los

unos de los otros,

que sería un error, si el estallido mismo es un error,

que sería un error el que no nos amáramos.

El sol es la única semilla

EL SOL ES LA ÚNICA SEMILLA

Vivo en la realidad.

Duermo en la realidad.

Muero en la realidad.

Yo soy la realidad.

Tú eres la realidad.

Pero el sol

es la única semilla.

¿Qué eres tú? ¿Qué soy yo

sino un cuerpo prestado

que hace sombra?

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