Índice
Cubierta
Prólogo
A Rimbaud
I. Antología (2019-1981)
Otra vez la cordillera te hace llorar
El primero fue mi abuelo
Hay un país remoto en el fondo de todos los días
En el centro del país amado
Hostilidad de las altas rejas
La tendencia de la memoria
El país se llenó de gente sensata
Un tren recorre el país de Ligia
Su cabeza está llena de palabras
Entre los que afanaron el retorno,
Sin la cordillera, me perdí
El nuevo país
(no se podía hablar de ellos
El susurro se interna
Lo transitorio preside todo
Este es el país que se construyó
Borrar a uno del mapa
La luz del sol atraviesa
Sabían cómo herirnos
El tren palpitó mucho tiempo
Sueño cada noche con una madre
Mi lengua pesa demasiado
De Técnicas para cegar a los peces
Restos marítimos
La flor de la dicha
Ahora la ciudad tiene otro orden
(el mar, en oleadas, vomita
Como un cuchillo rasgando lado a lado el paisaje,
Hay días así
Esta casa está perdiendo a los suyos
No fuimos dignos de dormir cerca del altar
A veces, todavía, la hermosura nos hace enmudecer
Se termina esta parte de la historia
Maldición eterna a quienes vejaron el paraíso
Dijo algo que no pude escuchar
Restituir a la isla su condición de madre
Se termina esta parte de la historia
La señora que guarda las llaves de la capilla
El equipo considera que restaurar
Los restauradores llevan tanto tiempo
Cuando Gustavo desvestía a la santa
Dice Boquita que lo peor fue Metahue
La gente prende las velas tan cerca
Boquita le habla golpeado al cura
Coloquio de santos
Romeros en romería
De Polvo de huesos
Desprendimiento
Anillo
Ciertos muertos se llevan sus objetos preciados
¿Y si vence el amargo?
Espesor del instante
Ceremonia
Yo, piedra
Elaboración de la casa permanente
De En nombre de ninguna
Esta, la de la foto
Todavía estás ahí, agazapada
El aparador muestra casi todas las muñecas
Cuando cayó su muñeca al pozo séptico
Me acuerdo del día que vinieron a pedir
Mi madre borda en el extremo de la mesa
Y esta es la Bernarda
Aguas
Basura
Boca de río
En nombre de ninguna
Apartar los zumbidos
Pequeño retrato de la ascención de un ángel
Siempreviva
De Sombras en El Rosselot
«Desde el árbol veía sus trajines en el patio»
Casa de citas
Paisaje
Aire de término
La casa que habito
Afuera, un árbol
Las furias
Zona de sombras
Escenario
«no, si yo nunca entré»
Festivas
Detrás de las puertas
Presencias
Sombras en El Rosselot
Espectros
Las otras
Amatorio
«Ahí donde usted vive»
Vigilia
Huellas
Absolución
Gracia
Arqueo
Amenaza la mudez
De La santa, historia de su elevación
La santa orillada y lacrimosa
La santa ardió por los costados
Hace tiempo mis hijos
Lo sucia que me han dejado
El miedo que se apoza en el fondo de los ojos
Los vi a través de las mantas
Reunió a sus hijos
Soñaba que la felicidad
La elevación
Se armó el velorio de la santa
Sintió florecer las quilas
El vendaval de la santa
Ahora viento huracanado
La corona que ceñía su cabeza
Me ha enamorado
Anuncio de estrellas
Despojada de piel
Mi útero rememora
Soy polvo sublevado
Al tacto de la madera se desprende
De Baile de señoritas
El arribo
El mujerío
Mujerío I
Mujerío II
Mujerío III
Tiempo de sosiego
El sitio donde palpita el mapa
Precariedad
Pisadas en la arena
Todo vuelve a su cauce
Castidad
La rezadora
Las casas de los muertos
Del delirio
Lindes
Las ciegas
Las vecinas
Barrio de viudas
Paisaje
Paneo bajo el mar
Deseo
De En lugar de morir
Lo que amamos se deshace
Vendrá en un bote a vela
A la belleza de las otras
Cae la lluvia como un golpe de suerte
Los hombres dicen que el gran universo
A veces somos el mismo globo roto
Los años se encienden
Sabremos que la paz es el cansancio
Éramos los elegidos
Todo lo hemos perdido
¿Dónde se fueron
(Ya no vienes a iluminarme)
Fue natural colgarnos de los dedos
La ciudad es ojos torvos, cara pintada, piernas fláccidas
Salgo de la caja con un vestido estampado
A veces la ciudad es dulce
Te hubiese amado ojitos de alerce
Para estar aquí hace falta estar vencido
Han sido los días el enemigo que esperaba
De Canto de una oveja del rebaño
Oveja a tropezones
Una oveja a punto de descarriarse
Una oveja que necesita de otra para salir del rebaño
Oveja anciana
Grito de una oveja descarriada
II. Hijos (1991)
Travesía
Chacao
Lacao
Doña Sebastiana I
Doña Sebastiana II
Doña Sebastiana III
Lacao
Caucahué
Quinchao
Llingua
Chequetén
Butachauques
Aucar
Mechuque
Añihué
Butachauques
Aulin
Añihué
Tac
Cheniao
Caguach
Teuquelín
Apiao
Chaulinec
Linlin
Meulín
Quenac
Alao
Nayahué
Chaulín
Acui
Tranqui
Chelín
Quehue
Puqueldón
Voigue
Metalqui
Lemuy
Metalqui
Islas desertores
Chuit
No se crían hijos para verlos morir
III. Ratada (2005)
Mi madre dice
(En esas playas)
(Huele a esencias)
(Nada les ilumina más)
(Ay su bisturí)
(Rumor de carnicería)
(Al olor de la desgracia)
(Pendones del deseo)
(Riegan sus dalias gigantes)
(Su botón)
(La fuerza del viento)
(Hazañas y carreteras)
(Finos cuchillos)
(De espaldas al pueblo)
(Hinchados de bienestar)
(Flamean trapos azules)
(Altares de la memoria)
(Entregados a la fatalidad)
(Se encabrita el miedo)
(Angelito volador)
(Se triza el mundo conocido)
(Vinieron a rematar las ratas)
(El diente filoso de la rata)
(Angustia que gotea)
(Tan enorme plaga)
(Cuánto enloquece tu sabor)
(A la hora del juicio)
(Y sobrevino el olvido)
(Un tiempo que se acaba)
(Mordidas en el borde de la hoja)
(Señales inútiles ahora)
(El avión en llamas)
(Vence la pequeñez)
(Tal vez otras ciudades)
(Hasta las ratas huyen)
IV. Veteranos (inédito)
He aquí el cuerpo
Desaparecen ya no dan pelea
Asumo la decrepitud con estoicismo, dice
El veterano tiene la palabra
No quiero ser mayor, dice el hijo
Uno esperaría entrechocar de nubes
Desconyuntado
Vencidos ante el canto de sirenas
Dejé mi cuerpo detrás de mí
Pequeñas bolsas capullos
El veterano devela su propio territorio
Ahí están los veteranos con los dedos
La serie de veteranos se ubica en las tardes
Y sí, se reconocen las frases absurdas
Le estalló la rodilla una fractura estrella
Dejadme pequeñas bestias de la obligación
donamos días fuimos bellos creímos
Se cae la empalizada
¿Cómo huele tu abuelo?
Me adelantó un muñón luego el otro
Vas dejando como un reguero
Notas cuando empiezas a sobrar
Tos en la noche
El padre enciende la luz hasta entrada la noche
Y ahora no hallo reposo
No el arrepentimiento por los excesos, no
Ah no quise un báculo de mariscal
Ante la casa cuelgan animales carneados
Nota del editor
Créditos