Un viaje de invierno

Juan Benet

Fragmento

Nota de los editores

Nota de los editores

Los años siguientes a la publicación de Una meditación (1970) son, en la trayectoria literaria de Juan Benet, notablemente prolíficos. En 1971 se publica su Teatro completo, y ese mismo año aparece en Barcelona una edición del relato titulado Una tumba con fotografías de Colita. En mayo de 1972 se publica en La Gaya Ciencia (Barcelona) Un viaje de invierno, la tercera novela de Benet, y en la misma editorial, muy poco después, 5 narraciones y 2 fábulas.

«Edité en La Gaya Ciencia por Rosa Regás —recordaba Benet—; tenía una relación muy estrecha con ella y con esa editorial, que fue una de las consecuencias de la salida de Carlos Barral de Seix Barral. Yo he tenido en eso mala suerte, a lo mejor soy gafe para los editores; gané el premio Biblioteca Breve, y Carlos Barral no duró en la editorial seis meses. A raíz de eso fue cuando Rosa Regás hizo La Gaya Ciencia.»

Dada la «relación muy estrecha» que Benet tenía con Rosa Regás, conviene prestar especial atención a las peculiares características que ofrece la primera edición de Un viaje de invierno. La maqueta —ya de por sí poco convencional— que Daniel Giralt Miracle diseñó para los libros de la editorial, hubo de adaptarse a la muy particular disposición del texto de la novela, que discurre en dos niveles paralelos: el del relato propiamente dicho, y el de los escolios al margen o ladillos. Para que éstos pudieran tener lugar, la caja del relato hubo de estrecharse, lo que daba al libro entero una llamativa fisonomía, no muy diferente a la que presenta en esta edición, que imita aquella primera.

Las guardas delanteras del volumen, de papel amarillo, se aprovechaban para insertar muy intencionadamente tres pasajes extraídos de las tres novelas publicadas por Benet hasta la fecha. Son pasajes, los tres, correspondientes a sendas descripciones de la sierra de Región, lo cual sugería no solamente la continuidad del escenario en que las tres novelas transcurren, sino una cierta hilación entre ellas, que admitían ser tomadas como las tres entregas sucesivas de una tácita trilogía.

En las guardas traseras del volumen, también de papel amarillo, se reproducía la partitura del Vals K de Franz Schubert, motivo recurrente dentro de la novela. Encima de los pentagramas, figura una nota manuscrita en alemán en la que se lee: «Vals por Franz Schubert, compuesto en ocasión del matrimonio de su amigo Leopold Kupelweiser con Johanna von Lutz, el 17 de septiembre de 1826; conservado en la familia Kupelweiser por tradición. Transcrito por Richard Strauss» (traducción servida por Ricardo Gullón en su ensayo titulado «Esperando a Coré», Revista de Occidente, Segunda época, tomo XLIX, abril de 1975, pp. 16-36; el mismo Gullón informa que Schubert improvisó el vals durante la boda misma, para que los invitados bailaran, y que la novia lo aprendió y tocó muchas veces en años posteriores, transmitiéndolo a sus descendientes, hasta que, llegado a los oídos de Strauss, éste lo transcribió, aunque en clave diferente).

Los tres pasajes mencionados, así como la partitura del Vals K de Franz Schubert se dan al final de este volumen.

La edición de La Gaya Ciencia insertaba además, en las páginas preliminares del libro, una breve noticia de Juan Benet y su obra que, dada su especial enjundia, cabe pensar que fue inspirada por el propio Benet, si no entera sí al menos en parte. En esta nota se decía acerca de la novela:

Un viaje de invierno —título del ciclo que Schubert compuso en el último período de su vida— es sin duda las más completa y singular de las novelas de Juan Benet. El cuidado del lenguaje, el dominio del estilo, la precisión narrativa de las más pequeñas variaciones del entorno físico y de las aristas más ocultas del alma, definen Un viaje de invierno como una novela misteriosa y fúnebre cuya acción transcurre en un mundo particular donde personajes, montes, recuerdos y premoniciones, viven absortos por pasiones contenidas y determinados por acontecimientos que sólo existieron en la conciencia nostálgica.

Pero quizá el enigma resida en la indicación de la primera página () y sea el desarrollo de esta premisa —la misma novela— quien contenga el cuerpo de la doctrina expuesta sobre una forma de entender la cultura, el arte y, en último término, el compromiso frente al propio destino.

Para fijar el texto de la presente edición se ha empleado el de la última edición de la novela publicada en vida del autor, revisado a la luz de la versión mecanoscrita conservada, compuesta de la misma forma en que la novela fue originalmente editada (amplios márgenes con ocasionales escolios que discurren paralelos al texto del relato). Del cotejo de los dos textos no se han desprendido variantes sustanciales, aunque sí conviene puntualizar que se han detectado pequeños saltos de texto (pp. 22, 70, 101), especialmente importantes cuando se trata de ladillos omitidos (pp. 21, 205). Se han restaurado, además, malas lecturas en la transcripción del original, aparte de erratas. En cuanto a la puntuación, siempre problemática cuando se trata de una prosa tan enrevesada como la de Benet, se ha intervenido toda vez que se juzgaba imprescindible para la recta comprensión de la frase.

Pese a ser, probablemente, «el libro más secreto, difícil y oscuro» de Benet (según Pere Gimferrer), o precisamente por serlo, Un viaje de invierno recibió una gran atención por parte de la crítica, y hasta obtuvo el premio de la Nueva Crítica, en apurada competencia con una novela como La saga/fuga de J.B., de Gonzalo Torrente Ballester. El dato es expresivo de la importante consideración de la que Juan Benet era ya objeto en aquellos años.

Entre las distintas aproximaciones a la novela, se ha escogido, para acompañar esta edición, la que Félix de Azúa —escritor que frecuentó el entorno de Benet, y que lo apoyó desde muy pronto— publicó en el número 1 de los Cuadernos de la Gaya Ciencia (Barcelona, mayo de 1975, pp. 9-21). Se trata de un ensayo que cumple excelentemente el propósito que se plantea: discernir de qué modo la extravagante disposición del texto obra «a favor del sentido de la novela y no contra el mismo».

Un viaje de invierno

Un viaje de invierno

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos