El gran libro de las frases célebres

Arturo Ortega Blake

Fragmento

El gran libro de las frases célebres

PRÓLOGO

En cualquier sociedad, la transmisión de ideas, conductas y comportamientos se ha llevado a cabo conforme a diversos esquemas de razonamiento característicos de cada época. Esta tradición ha dejado un sinnúmero de frases y proverbios que conforman un patrimonio importante del pensamiento universal.

Cuando leemos una compilación de refranes o proverbios, lo hacemos por el gusto de deleitarnos, o por usar alguna frase adecuada para un tema que nos atrae, pero en muchas ocasiones olvidamos quién es su autor o el contexto en el que se aplicó.

Consultar un libro tan copioso como éste nos brinda no sólo la frase que requerimos, sino una breve descripción biográfica de quien la enunció y la época en que vivió, además de una serie de ideas semejantes a las que se puede recurrir.

Es difícil ubicar cuándo nuestra conducta tiene el influjo de una postura específica de algún filósofo griego, un sacerdote hindú o un poeta mexicano; sin embargo, adoptamos aquella intencionalidad, leída con anterioridad, sin recordar a quien la formuló.

Aunque la estructura de la compilación nos lleva a la consulta de una idea determinada, el hecho de leer el conjunto de éstas proporciona una visión de circunstancias similares por las que atravesaron sus autores y que, para fortuna del consultante, quedaron plasmadas en sus escritos.

He aquí algunas diferencias en el tipo de expresiones que contiene la obra:

Adagio. Del latín adagium. Sentencia breve, por lo común de carácter moral.

Aforismo. Tomado del griego aporismós: propiamente «definición». Es sentencia propia de alguna ciencia o arte que se toma como regla.

Apotegma. Proviene del griego apóphthegma, que a su vez deriva de apophthéngomai: yo declaro, yo enuncio una sentencia. Es una sentencia de intención moralizante, con frecuencia referida a la felicidad.

Dicho. Del latín dicta: cosa dicha. Sentencia aguda y/o graciosa, anónima y de uso popular.

Frase célebre. Expresión ingeniosa y profunda que aporta un punto de vista diferente, a menudo sorpresivo, acerca de una idea, una persona, un objeto o una situación cualquiera. También se acostumbra emplear de manera informal para englobar bajo este nombre todos los tipos de paremia o formas comprimidas de expresión.

Frase proverbial. Frase que tiene la forma de un proverbio; que lo incluye.

Máxima. Del latín maximun, y a su vez de magnus. Sentencia de carácter doctrinal o moral.

Proverbio. Al parecer deriva del latín profectus: provecho, utilidad. Es la sentencia de intención moralizante, basada en la tradición de la cultura donde se produce.

Refrán. Del occitano refranh: estribillo. Dicho agudo que aporta un punto de vista originado de la sabiduría popular, por lo general en verso o con algún ritmo eufónico.

Sentencia. Proviene del latín adsentare, derivado de sedere: estar sentado, asentar. Frase sucinta, de algún autor o de la sabiduría popular, de tono apodíctico y contundente; de aquí se deriva el término «sentencioso», con este significado. Expresa un conocimiento, norma o consejo con respecto a la conducta humana.

Las diferencias entre los distintos tipos son sutiles y a veces indistinguibles. Varios tratadistas consideran sinónimos el adagio, el proverbio, la máxima y el apotegma; mientras que otros identifican a los dichos como refranes. Detrás de estas diferencias de opinión parece estar el hecho de que los términos fueron apareciendo de forma espontánea e independiente, sin atender a ninguna norma taxonómica.

Lo que es un hecho indiscutible es que tales expresiones han encontrado un lugar en el pensamiento y han sido cultivadas por las mentes más privilegiadas del género humano, por lo cual podemos estar seguros de que prevalecerán a lo largo de los siglos.

La presente antología paremiológica consta de más de 13,000 frases, agrupadas en 600 importantes temas del conocimiento humano. Incluye desde los pensadores de la Antigüedad hasta los filósofos y escritores contemporáneos, sin olvidar a los pensadores latinoamericanos.

El gran libro de las frases célebres

ABANDONO

Aparta la amistad de la persona que si te ve en riesgo te abandona.

FÉLIX MARÍA DE ZAMARRIEGO

(1745-1801)

Que cada uno de tus actos, palabras y pensamientos sean los de un hombre que, acaso en ese instante, haya de abandonar la vida.

MARCO AURELIO ANTONINO

Emperador y filósofo romano

(121-180)

No es decoroso que quien tiene armas en las manos, busque la salvación en los inermes pies.

CAYO CRISPO SALUSTIO

Historiador romano

(86-35 a.C.)

Los amigos nos abandonarán con demasiada facilidad, pero nuestros enemigos son implacables.

VOLTAIRE

(FRANÇOIS-MARIE AROUET)

Escritor francés

(1694-1778)

Hay muchas cosas que abandonaríamos si no temiéramos que otros pudieran recogerlas.

OSCAR WILDE

(FINGAL O’FLAHERTIE WILLS)

Dramaturgo, poeta y novelista irlandés

(1854-1900)

Huyo de lo que me sigue y sigo a lo que me huye.

PUBLIO OVIDIO NASÓN

Poeta romano

(43 a.C.-18 d.C.)

No abandones tu embarcación en el mar de la suerte, sigue remando pero rema con desembarazo y reflexiona una vez más.

AUGUST VON PLATEN

HALLERMÜNDE

Poeta alemán

(1796-1835)

ABNEGACIÓN

¿Queréis que alguien os quede fuertemente ligado? Imponedle sacrificios.

FÉLICITÉ-ROBERT DE LAMENNAIS

Sacerdote, político y escritor francés

(1782-1854)

Sufrir percances no es sufrir una desgracia; pero soportarlos

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos