El cielo está emborregado,
¿quién lo desemborregará?
Aquél que lo desemborregue
buen desemborregador será.
El coche chico de Chacho
chocó en el Chaco
con el coche chato de Cacho.
Con Silva no silba nadie
porque Silva es muy mi amigo.
El que con Silva silbase,
silba con Silva y conmigo.

Tengo una gallina pinta,
perlinta,
pelizanca,
repitiblanca;
con sus pollitos pintos,
perlintos,
pelizancos,
repitiblancos.
Si la gallina no fuera pinta,
perlinta,
pelizanca,
repitiblanca,
los pollitos no serían pintos,
perlintos,
pelizancos,
repitiblancos.
Clara Clarisa Crespo
creyó lo que yo creí
que no iba a creer.
Pero lo creyó.
Te voy a formar un nudo
por ver si lo zafás solo:
de un peludo pollo bolo,
de un bolo pollo peludo.
Don Pedro Pérez Crespo, ¿dónde mora?
Porque en esta villa
hay tres don Pedro Pérez Crespo:
don Pedro Pérez Crespo, el de arriba;
don Pedro Pérez Crespo, el de abajo,
y don Pedro Pérez Crespo,
el de la punta de la villa.
Este don Pedro Pérez Crespo
tenía una potranca:
crespa la crin,
crespa la cola,
y crespa el anca.
El amor es una locura
que sólo el cura lo cura.
Y cuando el cura lo cura,
comete una gran locura.


Si vas para Chinguango
traérme un chinguanguito.
No me traigas chinguan grande
traéme un chinguan chiquito.
Bocha abrocha ocho broches,
ocho broches para Pocha.
Con su coche chico
choca Chocha Chávez.
Cuando cuentes cuentos,
cuenta cuántos cuentos cuentas.
La puerta tres trancas tiene
y Juan Simón se entretiene
contando: una, dos, tres;
todas las trancas que tiene.
Enrique pique que pique,
pique, repite y repite,
repite el pique repique,
repique el pique de Enrique.

¿Toma el anzuelo
del suelo o del cielo?
No suelo tomar al vuelo
el anzuelo del cielo
sino el

