Oro de rey

Javier León Herrera
Juan Manuel Navarro Salinas

Fragmento

Oro de Rey

Agradecimientos

   

   

   

A Dios, por darnos salud, fortaleza, lucidez y talento para afrontar esta obra, y a Nuestro Señor Jesucristo por aportar los valores, la luz y la armonía necesarias al alma para plasmar con total honestidad y el debido respeto esta historia.

A mi familia, amigos y gente que tanto quiero, así en la tierra como en el cielo, por estar siempre ahí.

A las Diosidencias, gente que ve lo que es invisible a los ojos, por su apoyo, fuentes que nos abrieron su confianza; tanto a las nombradas, como a las que quedan aún sin nombrar.

Al pueblo de Ayna, conocido como La Suiza Manchega, en la Sierra del Segura, España, mi patria chica, lugar pleno de naturaleza, calor humano y sosiego, por ser fuente inagotable de inspiración. Ahí se escribió la mayor parte de estas letras en compañía de “Duque”, que adora a su “tío”, amor correspondido.

A Luis Miguel, un agradecimiento especial y pendiente del anterior libro, por confiar en la honestidad y profesionalismo de nuestro trabajo para la serie de televisión sobre su vida.

A la gente de Penguin Random House con David a la cabeza, por su constante apoyo y confianza.

A mi colega, pero sobre todo mi amigo, Juan Manuel, por su amistad, confianza y lealtad.

A tantas personas que me ayudaron con mi ópera prima en México, España, Argentina, Brasil, Puerto Rico, Estados Unidos, Cuba e Italia, citados en Luis Mi Rey, reitero mi agradecimiento pues hicieron posible aquel primer libro y en consecuencia éste, que completa la trilogía sobre Luis Miguel.

Al apoyo y cariño recibido en México y Colombia, mis “otras casas”; a mis entrañables doctores Alexandra y Sergio; a toda la familia Rada; a mi gran comité eterno, Diana, Angie y Julio; a mis amigos en Ciudad de México; a la bendita tierra de Jalisco, a Brenda y a toda la familia Beas Barragán por su hospitalidad y afecto, los recuerdo siempre con cariño; a la linda gente de Michoacán, los encantadores rincones de la vieja Valladolid y sus mágicas mariposas. Que siempre lo mejor esté por venir. Gracias a todos por existir.

JAVIER

A Luis Miguel, quien por años ha confiado en mi trabajo y me ha otorgado varias entrevistas exclusivas. A muchas personas que han sido parte fundamental en mi formación como periodista.

A mis jefes de Televisa-Espectáculos, Luis Mario Santoscoy y Mara Patricia Castañeda, por 20 años de apoyo en esta hermosa carrera.

A Edgardo Reséndiz, Altagracia Fuentes, Julia Estela Ponce, Armín Gómez, Nohemí Bernal, Ramón Alberto Garza y a las personas con las que me tocó trabajar en los periódicos El Norte, Reforma y El Universal.

A gente muy especial: mi familia en Ciudad Valles y Monterrey; a mis amigos y compañeros de escuela de Kingsville, Texas (Panam); a mis suegros Andrés Tamez y Nora Montemayor; mis “primos” y “tíos” en Villa de Santiago, Nuevo León; a mis cuñados Édgar González, Cecilia Tamez y Andrés Tamez.

A mi colega, amigo, hermano, Javier León Herrera, por todos los años de amistad y complicidad; a la gente de Penguin Random House, en especial a David García y a nuestro editor César Ramos; a mi amiga Mariana Gagliardi, quien también colaboró en este libro, a Angélica Vale por su confianza y a Marianne Sauvage por su apoyo y por ser una gran amiga.

JUAN MANUEL

De forma conjunta queremos agradecer a las fuentes que confiaron en nosotros para este libro, muchas no fueron nombradas pues así lo quisieron. A los clubs de fans, en especial de España, México, Argentina, Perú, Colombia, Estados Unidos, Puerto Rico, Italia, Chile, Paraguay, Venezuela, Uruguay, Brasil y Ecuador: nuestro agradecimiento y admiración por su lealtad.

Gracias a Emilio Estefan por su apoyo y por ser un gran ser humano; a Norma Elena Pérez, manager PR internacional de Disneyland; a Víctor Hugo Sánchez en Monterrey; a Edgar Cortázar en Los Ángeles; a Juani Arroyo en Madrid; a Martha Codó (QEPD) en México; a los hermanos Cristina Abaroa y Mauricio Abaroa; a Juan Carlos Calderón (QEPD); a Polo Martínez en Argentina; a la gran profesional que es Toni Torres; al diseñador Mitzy; a una luchadora como es Alicia Machado, cuya historia ojalá algún día se cuente; a la familia Basteri, especialmente a Adua y Sergio (QEPD) y, nuevamente, una mención especial y dedicatoria a la memoria de Marcela Basteri (QEPD).

Oro de Rey

Prólogo

Toda una vida

Por Emilio Estefan

¡Cuánto han cambiado las cosas para Luis Miguel, para mí y para el mundo entero! Lejos quedan aquellos años ochenta en los que nos abríamos paso con fuerza en el mundo a través de nuestra música y nuestra ilusión rebosante, en una década prodigiosa en la que triunfaron muchos artistas que siguen a día de hoy vigentes, y tienen mucho mérito, porque hoy las cosas son muy diferentes. En este mundo nuevo de tecnología y gratificación instantánea de información, la fama se ha convertido en algo instantáneo. Todos tenemos acceso al mundo en la palma de nuestras manos. Esto es una gran ventaja, pero también se pierde un poco el valor de historias forjadas con el tiempo y de las personas que han dedicado toda una vida a construir una gran carrera. Éste es el caso de Luis Miguel, un artista con una trayectoria impresionante que ahora se repasa a lo largo de estas páginas y en la que en algún momento cruzamos caminos. Este Oro de Rey, que es para mí un placer prologar, agradezco la invitación para ello de sus autores, hace un repaso al gran esfuerzo de Luis Miguel por forjar una leyenda en la música y en la vida.

Yo me identifico mucho con la figura y los logros de Luis Miguel porque los dos tenemos algo en común: nos tocó luchar muy duro desde muy temprana edad y tuvimos que crecer rápido. La vida nos obligó a tener que aprender a trabajar muy duro afrontando situaciones y tomando muchas decisiones que posteriormente forjarían nuestro futuro. Precisamente merced a ese esfuerzo y trabajo constantes, el destino nos llevó a colaborar juntos tal como se refleja en las páginas de este libro. Tuve la dicha de trabajar con él en su primera grabación en inglés y fueron momentos lindos de nuestra historia. Fue cuando pude apreciar su dedicación y disciplina. Esas cualidades y ese gr

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