Clean

Alejandro Junger

Fragmento

Clean

1

¿Por qué Clean?

Sentado sobre una caja que te resulta familiar, pides limosna para sobrevivir, sin darte cuenta de que dentro de ella hay un tesoro que no sólo asegurará tu supervivencia, sino que te hará más rico de lo que ni en tus mejores sueños habrías imaginado.

No estás solo. Millones de estadounidenses, y millones de personas en todo el mundo están haciendo lo mismo. Tal vez pides ayuda para resolver un problema de salud pequeño pero agobiante, como sobrepeso, fatiga, alergia, depresión, algún tipo de trastorno digestivo o para evitar que se desarrolle un problema mayor, como alguna de las llamadas “enfermedades de la civilización moderna” —trastornos cardiovasculares, cáncer, obesidad o enfermedades autoinmunes—. También podría ser que simplemente tengas muchas ganas de verte y sentirte más joven, y de retrasar el progreso del envejecimiento.

La limosna que solicitas son los medicamentos y la cirugía tan fundamentales, según te han enseñado, para remediar todos tus problemas de salud. Así que mantienes la mano extendida y recolectas lo que puedes, esperando la ayuda prometida por los médicos, las compañías farmacéuticas y la publicidad.

Pero la verdad es bastante diferente. El poder de curar está en un lugar mucho más cercano. No necesitas medicamentos, tratamientos ni expertos carísimos para conseguirlo. De hecho, estás sentado sobre él. La caja tan familiar que te sostiene, y a la que apenas prestas atención, es tu propio cuerpo, gobernado por una increíble inteligencia natural. Esa riqueza jamás soñada es el intenso bienestar y longevidad a que tienes derecho por nacimiento.

Probablemente nunca te enseñaron a valorar ese tesoro interior de vitalidad, belleza y vigor. Es un sistema diseñado por la naturaleza para mantenerte sano, joven y feliz. Sólo tienes que ayudarle a llevar a cabo sus funciones. Es la pieza que falta en el rompecabezas de la salud: una fuente aún no explotada de curación, restauración e incluso rejuvenecimiento. Es el mecanismo de a bordo que te mantiene clean (limpio, en inglés): tu sistema de detoxificación.

Este sistema, que abarca muchos órganos y procesos fisiológicos, es una fuente de salud. Pero su valor ha caído en el olvido. La fascinación de la medicina moderna por las moléculas y la microtecnología ha centrado obsesivamente su atención en aspectos cada vez más pequeños de nuestra biología; mientras tanto ha perdido interés en observar los sistemas del plano general de nuestro cuerpo que nos permiten sobrevivir y prosperar. Esto es un error. Muchos de los problemas de salud que aquejan a tantos seres humanos de hoy en día, y que tanto dinero cuestan a la sociedad, podrían aliviarse si, en lugar de centrar el enfoque cada vez más en los detalles, reclutando más súper especialistas, inventando más tecnología y añadiendo más medicamentos, se adopta una perspectiva más amplia y con un objetivo muy simple: desviar la atención hacia el tesoro que ya poseemos —el sistema de detoxificación—, y aprender a reactivar su potencial.

Un periodo concentrado de detoxificación produce una restauración general de todo el cuerpo, tanto físico como mental. Ofrece un acceso libre a las ilimitadas reservas de energía que ignorabas que tenías. Comprobarás que cada parte de tu cuerpo funciona mejor, que se corrigen los desequilibrios y que los síntomas irritantes se desvanecen por sí mismos. Simplemente por “activar” un sistema con el que naciste y que ha estado esperando pacientemente para servirte.

Piensa que tu brazo derecho ha permanecido pegado al costado del cuerpo desde que naciste. Creces utilizando únicamente el brazo izquierdo, y crees que eso es normal porque todos hacen lo mismo. De adulto, te dedicas a la carpintería y tu negocio comienza a duplicarse cada año. Justo cuando estás a punto de colapsar por la intensa carga de trabajo, un extraño llama a tu puerta y te despega el brazo derecho. Te encuentras muy sorprendido, pues ni siquiera habías imaginado esa posibilidad, pero lo cierto es que pasas de estar sobrecargado, e incapaz de cumplir con tus pedidos, a trabajar con tu verdadero potencial ilimitado; con la capacidad de producir mucho más, como nunca antes.

El extraño que ha llegado a tu puerta se llama Clean, el programa que te explico en este libro. Despegar ese brazo es el acto de descubrir y acelerar todo el potencial de tu sistema de detoxificación. La sobresaliente productividad obtenida es la habilidad natural de tu cuerpo para mantener la energía constante, evitar los resfriados y la gripe, sanar las alergias, prevenir la enfermedad y envejecer lentamente y con elegancia.

¿Quiénes son candidatos para usar este programa? Todo aquel que viva una vida moderna, lleve una dieta moderna y habite en el mundo moderno.

Durante miles de años, la humanidad ha reconocido la existencia de elementos tóxicos que causan disfunciones, daños, enfermedades, envejecimiento prematuro y hasta la muerte. Estas toxinas tienen la capacidad de irritarnos, causarnos estrés y, en última instancia, hacer que nuestro organismo sufra de múltiples maneras y en todos los sentidos, desde el ámbito aparentemente abstracto del pensamiento y la emoción, hasta el de los materiales químicos generados como subproductos residuales de la vida diaria de nuestras células. Las culturas antiguas ya sabían que estamos dotados de un gran sistema de liberación de toxinas, resultado de la colaboración armónica de varios subsistemas. Este sistema trabaja continuamente; de hecho, nos mantiene vivos cada segundo de cada minuto de cada día. Si el cuerpo no coordinara constantemente su compleja sinfonía de actividades, los productos de desecho se acumularían, nos enfermaríamos y eventualmente moriríamos. Este “modo básico de limpieza”, que se está produciendo en cada momento de nuestra existencia, forma parte de la fórmula fundamental de la vida. Hace que nuestra existencia sea posible.

Las antiguas tradiciones de curación entendieron muy bien la crucial importancia de aprovechar el sistema de detoxificación y usarlo en nuestro favor para alcanzar el máximo potencial físico, mental y emocional. Los sabios y sanadores de muchas culturas y épocas sabían que periódicamente debemos permitir que este gran sistema de limpieza entre en un modo más intenso que el de su funcionamiento diario habitual, con el fin de manejar la acumulación de toxinas en tiempos de excesos en la comida, la actividad y el estrés.

Los practicantes de estas tempranas tradiciones curativas entendieron que darles descanso a algunos de los principales sistemas corporales, especialmente el sistema digestivo, era parte integral de la vida. El ayuno, los retiros en silencio y los momentos de contemplación eran considerados esenciales para una vida pacífica, sana y llena de satisfacción. Y no se trataba simplemente de un concepto esotérico. La evolución genética de los seres humanos ha sido modelada por el ayuno impuesto por un estilo de vida de cazadores-recolectores. Durante milenios, los humanos vivieron periodos de grandes festines seguidos por temporada

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