Qué es el feminismo (según María Elena Walsh)
Muchísimo antes de que en Argentina irrumpiera el colectivo Ni una menos y las calles se llenaran de chicas reclamando por el fin del patriarcado, María Elena Walsh ya se valía de su popularidad mundial por su obra infantil para alzar su voz, con paciencia, humor y lucidez, contra la misoginia, la violencia de género y el machismo. El flamante «El feminismo» (Alfaguara, 2024) reúne esos textos escritos durante 50 años, que lanzaba como piedras preciosas y filosas, desde diarios, revistas, discos, radios y escenarios. Entre los inéditos que también recoge, se encuentra esta perla en la que explica, con una sencillez arrolladora, qué es esencialmente el feminismo.
María Elena Walsh. Fotografía: Sara Facio. Idea de tapa: Graciela García Romero. Intervención digital: PRHGE.
Es una respuesta al odio que la sociedad masculina, pasada y presente, siente por la mujer.
Es una toma de conciencia individual y grupal.
Es búsqueda de fraternidad entre las mujeres. Es justa indignación.
Es conocerse a sí misma, no competir con el varón.
Es denunciar la segregación.
Es comprender que muchas desgracias femeninas no son ordenadas por Dios ni la Naturaleza sino por los hombres para su comodidad.
Es pretender reinar no sobre los hombres, sino sobre nuestros propios cuerpos y destinos.
Es rechazar las imágenes con que la sociedad nos encasilla: prostitutas o diosas, mártires o brujas.
Es comprender que vivimos deformadas y traicionadas por una educación falsa.
Es comprender que todas las revoluciones que trajeron algún progreso parcial no contemplaron los problemas específicos de la mitad de la humanidad.
Es buscar la libertad sin atender a dómine o que nos sigan señalando cuándo, cómo y cuánto. Es querer integrarnos a la sociedad como criaturas enteras, no sólo como madres y amas de casa.
Es querer, una vez integradas, cambiar radicalmente una sociedad basada en la violencia, la explotación y la represión.
Es señalar y combatir la misoginia, porque lo que empieza por una simple palabra puede terminar en quema de brujas o campos de concentración.
Es comprender que las mujeres excepcionales no hacen sino confirmar la regla general.
Es rechazar milenarias etiquetas.
Es comprender que la caridad empieza por casa, pero casa es el mundo.
Es darse cuenta de que las excepciones poco cuentan porque todas las mujeres tenemos los mismos problemas.
El feminismo
María Elena Walsh
Todavía los movimientos de mujeres no habían eclosionado en la Argentina, cuando María Elena Walsh escribía y cantaba palabras incómodas, cuestionaba los rígidos roles asignados a mujeres y varone...
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