A través del túnel (Flash Relatos)

Doris Lessing

Fragmento

Junto a un pequeño saliente de tierra en el que la cala limitaba con el promontorio, había un grupo de rocas. En ellas, algunos muchachos se estaban quitando la ropa. Corrieron desnudos y se arrojaron al agua desde las rocas. El chico inglés nadó hacia ellos, pero se mantuvo a la distancia de un tiro de piedra. Eran gente de aquella costa; lucían un bronceado intenso y hablaban una lengua que no comprendía. Estar con ellos, ser uno de ellos, eso era lo que ansiaba con todas sus fuerzas. Se acercó a nado un poco más; se volvieron y lo observaron con los ojos oscuros entrecerrados, en señal de alerta. Entonces uno le sonrió e hizo un gesto. Era suficiente. En un minuto llegó nadando y ya estaba en las rocas junto a ellos, con una sonrisa nerviosa, de súplica desesperada. Lanzaron alegres gritos de saludo; y después, dado que aún conservaba esa incomprensible sonrisa nerviosa, se dieron cuenta de que era un extranjero que se había alejado de su playa y se olvidaron de él. Pero estaba contento. Estaba con ellos.

Comenzaron a tirarse de cabeza una y otra vez desde un punto elevado a una poza de mar azul entre rocas abruptas y afiladas. Después de zambullirse y salir de nuevo a la superficie rodeaban el escollo a nado, volvían a trepar y esperaban turno para lanzarse otra vez. Eran mayores; para Jerry, hombres. Se lanzó al agua y ellos lo observaron; y cuando nadó para volver a guardar turno, le hicieron sitio. Se sintió aceptado y se lanzó de nuevo, concentrándose, orgulloso de sí mismo.

El mayor de los muchachos no tardó en prepararse, se tiró al agua y no salió. Los otros seguían en su sitio y miraban. Después de esperar a que apareciera el impecable rostro bronceado, Jerry lanzó un grito de alarma; lo miraron con despreocupación y volvieron l

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