Albert Camus inició en 1935 un diario discontinuo de su vida, con notas de ideas para futuros proyectos o reflexiones sobre la éticay moralidad de su tiempo. En él se entremezclaron consideraciones sobre literatura y viajes, descripciones de entornos, citas de lecturas, diálogos escuchados en los cafés o meras imaginaciones pasajeras. Estos son los diarios fundacionales de sus posteriores escritos, que no solo ilustran su estilo de trabajo y su vida interior, sino también el clima intelectual y político de una época decisiva para la historia. «Se trata de vivir la lucidez en un mundo donde la dispersión es regla».
La crítica ha dicho...
«Como suele pasar con los diarios íntimos de intelectuales, son fascinantes. Aquí tenemos al escritor lidiando con sus propias impresiones e intuiciones inmediatas, antes de procesarlas para el público».
The New York Times Book Review
«Los Carnets iluminan el combate de un hombre lúcido y honesto, de un artista riguroso, de un testigo de este siglo, de primera magnitud».
Rafael Conte, El País
«Estas páginas, tan sumamente seductoras, harán que los lectores se apresuren a releer sus obras favoritas de Camus y descubran los placeres siempre frescos de este escritor moderno y ejemplar».
The Washington Post
«Una larga conversación consigo mismo, que renace sin cesar, y donde se revelan con emoción todas las inflexiones de esa voz amiga que no se calló».
Le Monde
«En estos cuadernos donde Camus se estaba dirigiendo en realidad a sí mismo es donde recoge para el lector con la mayor sencillez las cuestiones que terminaron marcando su obra».
José Andrés Rojo, El País
La crítica ha dicho...
«Como suele pasar con los diarios íntimos de intelectuales, son fascinantes. Aquí tenemos al escritor lidiando con sus propias impresiones e intuiciones inmediatas, antes de procesarlas para el público».
The New York Times Book Review
«Los Carnets iluminan el combate de un hombre lúcido y honesto, de un artista riguroso, de un testigo de este siglo, de primera magnitud».
Rafael Conte, El País
«Estas páginas, tan sumamente seductoras, harán que los lectores se apresurena releer sus obras favoritas de Camus y descubran los placeres siempre frescos de este escritor moderno y ejemplar».
The Washington Post
«Una larga conversación consigo mismo, que renace sin cesar, y donde se revelan con emoción todas las inflexiones de esa voz amiga que no se calló».
Le Monde
«En estos cuadernos donde Camus se estaba dirigiendo en realidad a sí mismo es donde recoge para el lector con la mayor sencillez las cuestiones que terminaron marcando su obra».
José Andrés Rojo, El País