Einstein en Uruguay

Diego Moraes

Fragmento

INTRODUCCIÓN

Un genio en la «Suiza de América»

La década de 1920 constituye una de las épocas de oro de la historia uruguaya. Los gobiernos de aquellos años dieron continuidad a la agenda progresista inaugurada por el batllismo en lo que refiere a la protección y promoción de toda suerte de derechos sociales, políticos y laborales. El crecimiento industrial y el impulso modernizador permitían disfrutar de un poder adquisitivo y un bienestar económico sin precedentes. Había confianza en las instituciones y una decidida promoción de la democracia y el sufragio universal. Se respiraba una intensa atmósfera cultural, en la literatura, las artes visuales, la filosofía, la arquitectura y la música. En el plano ideológico hacían irrupción nuevas ideas, que auguraban un mundo diferente al que existía antes de la Primera Guerra Mundial. Y la gente salía a las calles a celebrar con alegría los triunfos de la selección de fútbol en los Juegos Olímpicos de 1924 y de 1928. Debido a la prosperidad y felicidad que gozaban los habitantes uruguayos, en esta etapa del siglo XX comenzó a gestarse el mito de la «Suiza de América».

En el contexto de esta época, recordada como una de las más esplendorosas de la historia uruguaya, llegó a nuestro país un físico de fama internacional y que también se encontraba, a la sazón, en la cima de su éxito científico y de su trayectoria profesional: Albert Einstein.

Ya tendremos oportunidad de regresar una y otra vez en este trabajo sobre la gran repercusión que tuvo en la prensa y en la opinión pública uruguaya la visita de Einstein. Como lo señalara Carlos Maggiolo, rector de la Universidad de Montevideo en 1925 y persona muy cercana al físico alemán durante esos días, la visita de Einstein realmente había «removido el ambiente». Por espacio de una semana, el sabio y su misteriosa teoría de la relatividad fueron el tema de conversación obligado en los ambientes académicos, políticos y científicos de Montevideo y los protagonistas indiscutidos de los titulares de prensa de todos los diarios de ambas orillas del Río de la Plata. Es probable que casi todos los uruguayos medianamente cultos hayan estado al tanto de las actividades diarias realizadas por el físico alemán en nuestro país, y muchos de ellos se hicieron presentes entre el público que desbordó las instalaciones en las cuales el ilustre viajero ofreció sus magistrales conferencias.

Casi cien años han pasado desde aquel lejano 1925 y, en la actualidad, ¿qué sabemos los uruguayos de la visita realizada por Albert Einstein a Uruguay? Una estatua ubicada en la Plaza de los Treinta y Tres, en el barrio Centro de Montevideo, recuerda el momento más famoso de aquella visita: el célebre encuentro mantenido en ese mismo sitio entre Einstein y el filósofo uruguayo Carlos Vaz Ferreira. Sin embargo, es poco más lo que se sabe, en términos generales. ¿Qué vino a hacer Einstein al Uruguay? ¿Quién lo invitó a venir a nuestro país y por qué? ¿Qué personajes prominentes de la sociedad uruguaya conoció durante su estadía? ¿Dónde se alojó? ¿Qué actividades realizó durante la semana que permaneció en suelo uruguayo? ¿De qué hablaba en las entrevistas que concedía a los periodistas? ¿Qué impresión dejó entre los uruguayos de 1925? E, inversamente, ¿qué opinión guardó luego de su paso por nuestro país?

Son, precisamente, estas preguntas las que aspira a responder este libro. A través de una serie de capítulos, esta investigación apuesta a presentar un repaso a la vez cronológico y analítico de la visita de Einstein a Uruguay. Para ello, comenzaré por ofrecer un breve resumen de la vida y la obra de este genial científico alemán, en especial, sus circunstancias personales y profesionales hacia la década de 1920, de modo de poner en contexto al personaje durante su histórica visita a nuestro país. Posteriormente, haré un rápido repaso de una de las etapas más apasionantes y quizás menos conocida de la vida de Einstein: «la época de los viajes», comprendida entre 1922 y 1933, cuando realizó una serie de viajes intercontinentales de larga duración por diferentes países del mundo. Por aquellos años el físico emprendió su famosa gira por América del Sur, en la que conoció Argentina, Brasil y Uruguay, por lo que presentar algunos datos de ese período puede ayudar a interpretar mejor las razones que lo trajeron a esta parte del mundo. A continuación, intentaré reconstruir paso a paso la estadía de Einstein en el país, desde el 23 de marzo de 1925, cuando tocó por primera vez suelo uruguayo por unas pocas horas en su viaje hacia Buenos Aires, hasta su partida desde el puerto de Montevideo el 1° de mayo rumbo a Brasil, al cabo de una semana de permanencia en Uruguay. El estudio será enriquecido con una serie de anexos con información complementaria —entrevistas, semblanzas, crónicas, etcétera—, entre los que destaca un apartado especialmente dedicado a las impresiones escritas por Einstein sobre Uruguay y los uruguayos en su Diario de viaje por América del Sur.

Este repaso histórico permitirá apreciar, en primer término, cuál era la concepción que se tenía en el Uruguay de 1925 de las ideas de Einstein. Y, en particular, cuáles eran las opiniones más admitidas sobre la teoría de la relatividad. Como se verá, los uruguayos que se aproximaron a las ideas einstenianas se dividían en tres grandes grupos: los que entendían la teoría de la relatividad, cada cual según sus aptitudes; los que creían entender la relatividad, pero en realidad tenían un conocimiento muy superficial de esta teoría o la confundían con nociones semejantes —por ejemplo, la frecuente equivocación entre «relatividad» y «relativismo»—, y los que, desde el principio, admitían su absoluta incapacidad de entender las ideas de Einstein, que entre los periodistas fue el grupo más numeroso. Sería materia de un estudio mucho más extenso determinar cuál fue el verdadero impacto que tuvo en la comunidad científica y académica uruguaya la visita del físico alemán, así como su influencia en los planes de estudio oficiales y la historia de la enseñanza de la física en nuestro país; este texto solo se limita a describir el efecto que produjo la llegada de la relatividad al Montevideo de inicios del siglo XX, en particular, durante la semana que el sabio permaneció en Uruguay.

Albert Einstein será, por supuesto, el protagonista principal de este relato. Sin embargo, se observará que los aspectos científicos de su visita han sido limitados aquí a su mínima expresión. A diferencia de la mayoría de las biografías de Einstein, en este libro las referencias a la obra científica del físico alemán estarán concentradas solo en el primer capítulo. En los restantes, por el contrario, las referencias a nociones científicas aparecerán esporádicamente, conforme las circunstancias lo ameriten. Por supuesto que en ciertos momentos de la estadía del físico estas referencias cobraron gran relevancia, como por ejemplo al dictar sus conferencias sobre las «Bases generales de la teoría de la relatividad» en el s

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