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Hugo Burel

Fragmento

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INTRODUCCIÓN

El mundo está en constante cambio y el ritmo de evolución parece acelerarse cada vez más. La tecnología está avanzando a una velocidad sin precedentes y transformando la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos. La inteligencia artificial, la nanotecnología, la realidad virtual y mixta y la biotecnología están impulsando estos cambios y seguramente delinearán de manera significativa nuestras vidas en el futuro.

Pero ¿qué es la inteligencia artificial y cómo funciona? ¿Qué es la nanotecnología y cuáles son sus aplicaciones? ¿Qué es la realidad virtual y mixta y cómo puede afectar nuestra forma de vivir y trabajar? ¿Qué es la biotecnología y cuáles son sus implicaciones éticas y sociales? ¿Cómo es que ya inciden en nuestro día a día? Y más aún, ¿cómo podemos adelantarnos y aprovechar esos cambios a nuestro favor? ¿Es posible?

Estas son algunas de las preguntas que intentaremos responder en este libro, que tiene por objetivo examinar el futuro que nos espera.

Vengo de una familia empresarial con un fuerte legado en el ámbito de los negocios y el emprendedurismo. Sin embargo, como nos pasa a muchos, desde una temprana edad fui un apasionado por la ciencia y tengo una pasión visceral y frustrada por las ciencias aplicadas, en especial la biotecnología y la medicina. Entiendo que el mundo que viene está siendo construido por las áreas que vamos a tratar en este libro y quiero, en la medida de mis posibilidades, compartirlo con ustedes. Es que los avances más potentes de los que seremos testigos en la próxima década sin duda van a ser una consecuencia de los descubrimientos y progresos que se van a dar en estos ámbitos.

Desde hace más de 70 años, el corazón de los negocios familiares ha estado en la industria automotriz. Sin embargo, hoy estamos siendo testigos de una de las transformaciones más dramáticas que está contemplando la humanidad: el pasaje de la industria automotriz hacia la industria de la movilidad. El calentamiento global, producto de una emisión excesiva de dióxido de carbono, está ocasionando desastres climáticos tan graves que obliga a todo el sector del transporte a reinventarse de una manera más ecológica y saludable para el planeta. Por esta razón la industria automotriz se está reconvirtiendo hacia una libre de carbono, mediante una estrategia denominada CACE, que por sus siglas significa vehículos Comunitarios, Autónomos, Conectados y Eléctricos. Dentro de los eléctricos, abarca la producción de autos a batería y a hidrógeno.

Desde mi perspectiva, tener la suerte de ser representante para Uruguay de una de las marcas más importantes del mundo como lo es Toyota me abre una enorme puerta para ser testigo y espectador de primera fila de estos cambios que ya estamos presenciando en la industria de la movilidad y que son tan solo una parte de un abanico de posibilidades –lleno de oportunidades– que se abre hoy ante nuestros ojos.

Mi inquietud es poder participar activamente en estos cambios y quiero contagiar en ustedes esa pulsión de innovación, sin olvidar nuestra humanidad y nuestras raíces. A modo de ejemplo, hace dos años creamos, junto con nuestros socios, The Electric Factory, un sonido que trabaja en un rango de frecuencia que tiene la posibilidad de alterar, desde un punto de vista epigenético, el ADN de las plantas, haciendo que se vuelvan más saludables y por ende tengan la capacidad de recaptar mejor el carbono del ambiente. Este proyecto, que pueden conocer en thehyproject.com, ha sido premiado en los festivales de innovación de Londres y Nueva York con el galardón máximo de la categoría, que es el Oro, y también hemos obtenido el premio de Plata en el Festival de Cannes en la categoría de innovación y audio. Fue tan revolucionario que se puede apreciar en el MoMA de Nueva York.

En el año 2020 salió una normativa que pide a los autos eléctricos e híbridos avisar al peatón y a los animales que el vehículo está en movimiento, ya que son motores tan silenciosos que han ocasionado gran cantidad de accidentes porque no se escucha cuando avanzan. En una de las reuniones mensuales que hacemos con los socios de una de nuestras empresas, Invented, nos hicimos la siguiente pregunta: ¿qué tal si ese sonido que va a entrar en reglamentación, aparte de ser funcional, tuviera un efecto sanador para el medio ambiente? Nos pusimos a investigar y encontramos que en varias universidades se realizaron estudios que arrojaron como resultado que las plantas reaccionan favorablemente a determinado rango de frecuencia. Contratamos a un especialista en sonido y a un equipo de ingenieros y logramos crear un sonido con esa misma frecuencia. Luego desarrollamos un software que pusimos dentro de un hardware y que va dentro del vehículo: a medida que este frena o acelera, disminuye o incrementa los decibeles. De esta manera no solo alerta al peatón de que se está aproximando, sino que además va ejerciendo un efecto positivo en las plantas. En fin, una locura que terminó convirtiéndose en realidad.

Hago mención a esto porque creo que es un buen ejemplo de algunas de las posibilidades que se abren y demuestra mi inquietud por estos temas. Además es un ejemplo oportuno de cómo intento aprovechar las oportunidades que se me presentan interactuando directamente, de la mano de Toyota, en la era de la movilidad. Pero mi pasión más grande es ser emprendedor, crear valor y dar trabajo. Y no hay nada más lindo que poder hacerlo en los sectores de la economía que a uno más lo apasionan.

Exploraremos pues en estas páginas algunas de las tendencias y desafíos que podrían surgir con el avance de estas tecnologías y se ofrecerán algunas ideas sobre cómo podemos prepararnos para el futuro y aprovechar al máximo estos conocimientos científicos. Se discutirán, además, algunos de los riesgos y preocupaciones que se pueden plantear y se ofrecerán algunas medidas que se pueden tomar para abordar y minimizar esos efectos.

Se observan desde una perspectiva global, considerando aspectos tanto positivos como negativos de estas tecnologías. Con un enfoque práctico, intentaré compartir conocimientos generales de una forma sencilla y fácilmente comprensible para todos. También se tratarán algunas de las aplicaciones y usos actuales y futuros de estas tecnologías, así como algunas de las amenazas y oportunidades que presentan.

Finalmente, quiero dedicar unas breves líneas para agradecer a dos personas que admiro y respeto mucho por su profesionalismo, ética de trabajo y profundos conocimientos en el campo de la escritura.

A Mariana Zabala, a quien tuve la oportunidad de conocer en mi primer libro, Capital de vida. Poder trabajar con ella vuelve un proyecto de divulgación como este en una experiencia transformadora. Sinceramente sin su aporte sería imposible para mí poder materializar este sueño.

Como verán, cada capítulo se inicia con un microcuento de mi querido amigo Hugo Burel. Cuando terminé este libro se lo di para que me diera su opinión. No solo le gustó sino que lo inspiró para escribir

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