Vivian Trías. El hombre que fue Ríos

Fragmento

Introducción y otros menesteres

Si bien este libro es producto de la aparición de los archivos de la inteligencia política checoslovaca, también es, en realidad, el resultado de treinta años de investigaciones y de recopilación de documentos y testimonios. Corresponde explicar.

En el camino de la investigación de la Historia de la izquierda uruguaya, amigos, compañeros o amables lectores me fueron acercando a lo largo de los años “papeles viejos”, algunos de inestimable valor, que fueron conformando un archivo. Pero a pesar de los papeles, los vacíos dejaban mucho sin explicar. La década del 1960, crítica en todo sentido, fue un parteaguas para las organizaciones de izquierda, pero de todas ellas la más conflictiva fue el Partido Socialista. Vacíos y contradicciones políticas e ideológicas por momentos inexplicables frenaban cualquier intento de investigación. El historiador entraba en laberintos sin salida aparente.

Ciertas informaciones recibidas por mí en 1995 - 1996 sobre los vínculos de Vivian Trías con los “servicios del Este”, esa fue la denominación que me dieron, comenzaron a aclarar muchas cosas, cuando el foco de la interpretación variaba el tono de su luz en la lectura de los documentos conocidos. Cuando aparecieron los archivos de la Státní bezpečnost (StB), la Policía política checoslovaca donde Vivian Trías figuraba como el agente Ríos, muchas cosas comenzaron a aclararse, aunque aún quedan vacíos que llenar.

Para comprender los contenidos de esos archivos el análisis del proceso histórico es fundamental. Por eso la estructura de este libro analiza el giro del socialismo uruguayo hacia “la tercera posición“ y al revisionismo a mediados de la década de 1950 y la asunción del socialismo nacional. Sabíamos del impacto de la Revolución Cubana en el proceso y cómo generó nuevas definiciones ideológicas y estratégicas, donde la lucha armada juega un papel central en el socialismo uruguayo. El estudio de este proceso como consecuencia del fracaso del primer intento frentista del Partido Socialista (PSU), la Unión Popular, explica muchas cosas, inclusive la integración de Vivian Trías a la StB. La ruptura con Emilio Frugoni es analizada aquí no como un hecho puntual de 1963, sino como un proceso más largo gracias a una serie de documentos inéditos que obran en nuestro poder.

Las sucesivas crisis del PSU son la génesis de diversas organizaciones políticas, algunas desaparecidas como el Movimiento de Unificación Socialista Proletaria (MUSP), otras con proyección al presente, como el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T). En ambas creaciones el Partido Socialista tuvo responsabilidad, procesos que intentamos estudiar. En ese marco, el apoyo incondicional del PSU y de Vivian Trías a la Revolución Cubana y la integración sin condiciones de los socialistas a la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) con la promoción de la lucha armada y la consiguiente ilegalización de Partido Socialista, a la luz de los archivos de la StB se comprenden de otra manera. Asimismo nuestros archivos particulares aportan datos inéditos hasta hoy que, creemos, iluminan aquel proceso.

De allí a la definición del Partido Socialista como marxista-leninista, siempre tan llamativa, hubo un paso que los socialistas y Vivian Trías dieron con entusiasmo en 1972. La relación con la inteligencia checoslovaca aporta otra mirada a este proceso tan singular.

La seducción de Trías y del socialismo nacional uruguayo con el peronismo siempre fue muy difícil de explicar. La documentación escrita por Vivian Trías y Carlos Machado sobre el tercer gobierno de Juan Domingo Perón y su esposa permite entender con bastante claridad las razones de esos apoyos. Su deriva inmediata, la dictadura de Jorge Rafael Videla y las consideraciones de Trías al respecto dicen mucho de sus herramientas de análisis.

Buscar las razones por las que Vivian Trías eligió trabajar como espía durante trece años para un servicio represivo comunista, o sea, para una filial de la KGB, es una pregunta que admite muchas respuestas. Si este vínculo determinó sus posiciones y sus decisiones políticas y, por lo tanto, las de su partido, es algo tan largo y complejo de explicar que necesitó de un libro.

Las fuentes usadas fueron las éditas, las existentes en nuestro archivo y decenas de fuentes orales, algunas recientes, otras recogidas a lo largo de años de investigación. Debido a lo polémico del tema, aquellos documentos publicados en internet son referidos para que el lector los consulte. El Grupo de Estudios Interdisciplinarios sobre el Pasado Reciente (GEIPAR) editó en su página web documentos en español de los archivos checos, que citamos y pueden ser consultados libremente. Obra en nuestro poder el archivo del Dr. José Pedro Cardoso, dirigente del Partido Socialista, legislador y un gran hombre que me confió sus papeles hace mucho. Ellos son una parte central de este trabajo. Gladis Caramella de D’Elía, la esposa del profesor Germán D’Elía, me regaló la parte del archivo correspondiente a la historia del socialismo uruguayo. Fueron aportes que no tengo forma de agradecer, por su contenido, pero además por la confianza que significó el cedérmelos. Esos documentos junto con los cientos de folios ofrecidos a lo largo de los años por decenas de amigos, compañeros o desconocidos con conciencia histórica construyeron mi archivo. Sin ellos gran parte de este trabajo sería imposible.

Finalmente, los aportes orales para la historia reciente son de gran valor, a pesar de que deben ser analizados con un tamiz muy riguroso. De las palabras escapan pasiones, intenciones, dolores lejanos. Creo haber hecho un uso ponderado de ellos. Quienes aceptaron hacer pública su identidad son citados. A las decenas de personas que pidieron reserva les respetaré siempre ese pedido. Figuran en las notas al pie como “testimonios diversos”.

Esta fue una investigación compleja y tensa, que tomó estado público mucho antes de empezar a escribir este libro, con polémicas abiertas y contradicciones que levantaron pasiones. Algunas son entendibles, de otras mejor no hablar. Los intereses políticos estaban en medio de este proceso, y haber dado a luz los documentos checoslovacos tuvo como consecuencia sufrir presiones, ataques y aislamientos. Las discrepancias francas fueron debatidas. A las mentiras se les responde con el silencio o con algo de ironía. En el momento más crítico, al inicio de esta investigación, donde estaba en juego su legitimidad, Esteban Valenti, Enrique Canon y Ramón Rivarola extendieron sus manos de amigos y compañeros. Gracias a ellos este trabajo pudo seguir adelante.

Quiero expresar mi gratitud a Vladimír Petrilák y a Mauro Abranches Kraenski por su generosidad intelectual y su infinita paciencia en la ayuda que me prestaron. A pesar de nuestras diferencias supimos comprendernos.

Horacio Pérez y Carlos Álvarez llegaron en medio de este trabajo con aportes que ahorraron mucho tiempo y esfuerzo. Seré celoso custodio de esos papeles. Jorge Chagas y Gustavo Trullen me brindar

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