Las letras mayúsculas son más fáciles de distinguir que las minúsculas y, además, contienen trazos más claros y sencillos. En los primeros años de escuela suelen hacerse actividades con este tipo de letra para ir familiarizando a los estudiantes con el abecedario o, por ejemplo, las letras que contiene su nombre.
Gracias al uso del lenguaje rimado los pequeños lectores comienzan a apreciar la sonoridad y la musicalidad del lenguaje, asociando sonidos a cada una de las palabras. Como si de una canción se tratase, niños y niñas se deslizan por las palabras que contiene el texto de una manera más lúdica.
- Palabras nuevas y destacadas
Utilizando colores y negritas se destacan en el texto algunas palabras, expresiones u onomatopeyas que pueden resultar de especial interés en el aprendizaje de la lectura. De esta manera el niño no solo aprende a leer, sino que además enriquece su vocabulario y se familiariza con recursos propios de la literatura infantil y juvenil. En la colección se destacan palabras a lo largo del texto, que después se pueden trabajar en un práctico listado por categorías.
- Ilustraciones que acompañan al texto
Para aprender a leer es importante la motivación. Las divertidas ilustraciones de monstruos de muchos colores que completan el texto hacen de esta colección un material especialmente atractivo para los más pequeños.