Diario emprendedor

Joshua A. Aguilar

Fragmento

Diario Emprendedor

Antes de empezar

«El único lugar donde el “éxito” aparece antes que el “trabajo” es en el diccionario».

Vidal Sassoon

ENCUENTRA TU TESORO

Las fábulas de Esopo eran mis favoritas cuando era pequeño. Mi padre solía contarnos a mi hermano y a mí una antes de ir a dormir. Hay una en especial sobre un labrador y sus hijos que he recordado siempre.

Dice así:

A punto de acabar su vida, quiso un labrador dejar experimentados a sus hijos en la agricultura. Así, los llamó y les dijo:

—Hijos míos, voy a dejar este mundo. Busquen lo que he escondido en la viña y lo hallarán todo.

Creyendo sus descendientes que había enterrado un tesoro, después de la muerte de su padre removieron con gran afán el suelo de la viña y, aunque no hallaron tesoro alguno, la viña quedó tan bien removida que multiplicó sus frutos.

Mi padre concluyó la fábula diciendo: «Si buscas un tesoro, ponte a trabajar».

Muchas personas intentan encontrar sus tesoros evitando trabajar duro y esto, lejos de ayudarles, les aleja de sus objetivos. No se dan cuenta de que al evitar el esfuerzo evitan la recompensa.

UN TESORO LLENO DE RIQUEZA

El objetivo de Diario emprendedor es sacar lo mejor de ti para los demás. Con él aprenderás a preguntarte por qué quieres conseguir un objetivo antes de plantearte cómo hacerlo.

El porqué siempre debe ser lo más importante para cualquier emprendedor, porque es el punto de partida y lo que te permitirá entender qué te motiva a seguir tus deseos: si realmente son razones convincentes, estarás preparado para conseguirlos, y si son un simple capricho, estarás en condiciones de replantearte tus metas.

A medida que vayas avanzando en los capítulos aprenderás qué significa realmente para un emprendedor ser rico y pobre y por qué es importante que escojas ser rico. Al pasar las páginas de tu Diario emprendedor estarás removiendo la tierra en busca de tu tesoro y, cuando menos te lo esperes, verás cómo todo ese trabajo duro te habrá conducido a descubrir esa recompensa de posibilidades que siempre ha estado ahí pero no veías.

—Quiero crear una empresa —le dije a Luis mientras estudiábamos en la biblioteca de la universidad.

—¿Qué dices, amigo? Ponte a estudiar, que mañana tenemos el examen más difícil de todos —me contestó, y luego volvió la mirada hacia su libro.

—Es que tengo una buena idea. Esta vez sí que es una buena idea —insistí.

Luis retiró los ojos del libro y me contestó:

—¿De qué sirven las buenas ideas si no tienes dinero? Creo que es prácticamente imposible que consigas dinero para tu proyecto. Ya sabes, los bancos no prestan dinero.

—¿Dinero? El dinero es lo de menos; es más, no lo necesito por ahora. Ya lo conseguiré cuando haga falta, y seguro que no es tan difícil conseguirlo —le dije.

—Está bien, inténtalo, pero recuerda mis palabras cuando falles: ¡Te lo dije!

La universidad ya ha quedado atrás y Luis aún no ha podido decirme: «¡Te lo dije!». Su actitud negativa no le permitió ver más allá y extender su visión.

Lo cierto es que si pretendes tener la aprobación de los demás, es probable que nunca des ningún paso hacia adelante.

SALTANDO ALTO

Un grupo de ranas viajaba por el bosque cuando, de repente, una de ellas cayó en un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron que a efectos prácticos podía darse por muerta. Sin embargo, ella siguió tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras le decían que los esfuerzos serían inútiles, pero la ranita continuó saltando con tanta energía como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la ranita seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Cuando estuvo fuera las otras le preguntaron si escuchaba lo que le gritaban y la ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando a esforzarse más y más desde el borde.

Si yo hubiera escuchado a las ranitas que me gritaban que era inútil, que no lo intentara, jamás estarías leyendo este libro. Si quieres conseguir tus sueños necesitas relacionarte con personas optimistas, con metas, que se esfuerzan, que quieren ser mejores cada día. No existe una forma más eficaz para crecer que tener amigos así. De quién te rodeas y qué escuchas influirá en tus resultados. Y si por el camino te encuentras con un pesimista, ya sabes: ¡vacúnalo con este libro!

APRENDE A ESCUCHAR

La primera década del siglo XXI ha sido especialmente dura en cuanto a lo económico se refiere para muchas familias. Cada día los pobres son más pobres y los ricos son más ricos, mientras que la clase media se reparte en uno de los dos bandos y corre el peligro de extinguirse. Pero debes ser consciente de que las crisis económicas no son nuevas; tus padres, abuelos y antepasados vivieron tiempos aún más difíciles, de modo que tú llevas dentro un código de campeón que, si haces uso de él, te permitirá salir victorioso de tus adversidades.

Aunque es evidente que existe una crisis económica, hay una mucho peor que está afectando a miles de personas en el mundo: la crisis del pesimismo. Este libro pretende ser un instrumento útil para los optimistas y una vacuna para los pesimistas. Aquellos que deseen llegar a ver sus sueños cumplidos deben adquirir la capacidad de escuchar las palabras correctas, las que edifican y construyen. Es curioso, pero, cuando decides cambiar tu realidad, por arte de magia aparecen personas que nunca han hecho nada en sus vidas queriendo darte sus pésimos consejos; seguir sus consejos puede salirte muy caro. Te recomiendo que aprendas a escuchar los consejos de las personas que ya han vivido lo que tú quieres vivir. Recuerda: aunque el mundo, los medios de comunicación e incluso tus amigos te pinten un panorama terrible, sé como la ranita intrépida, sordo a palabras necias.

ENCUENTRA TU PASIÓN

Algunas personas dentro del mundo empresarial se preguntan si los emprendedores nacen o se hacen. ¡Por supuesto que nacen! Si no es así, no se me ocurre otra manera de cómo llegaron a la tierra. Lo cierto es que todo el mundo puede hacerlo, todos podemos ser emprendedores. De la misma manera que aprendiste a leer y a escribir, puedes también aprender a usar las habilidades que necesitas para poner en marcha tus ideas. El primer paso que necesitas dar para convertirte en un buen emprendedor es determinar cuál es tu pasión. Las personas que quieren ser felices necesitan encontrar lo que realmente les gusta hacer y las hace vibrar por dentro. Encuentra aquello por lo que pierdes la noción del tiempo y entonces encontrarás tu pas

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