Yevgueni Zamiatin soñaba con un ser humano libre, creativo y generoso; un ser humano capaz de transformar el mundo, pensamiento que le colocó en la diana de dos despotismos: primero, el zarista; después, el comunista. Autor de relatos, piezas teatrales y ensayos, dejó huella con «Nosotros», obra maestra del género distópico y fuente de inspiración de «1984» de George Orwell. Título clave de la ciencia ficción del siglo XX, el libro predijo los peores excesos del imperio soviético. Porque «Nosotros» se escribió en 1920, en un momento histórico muy concreto: el momento en que la utopía prometida por el comunismo empezaba a desvanecerse; el momento en que, la discrepancia con un autócrata equivalía a deslealtad a la revolución, los juicios farsa proliferaban y las liquidaciones estaban a la orden del día. ¿Cómo pudo Zamiatin ver el futuro con tanta claridad? Margaret Atwood, autora del prólogo de la reciente edición de «Nosotros» a cargo de Salamandra, texto escrito en 2020 y que reproducimos íntegro a continuación, cree que en realidad no lo vio: lo que sí vio Zamiatin fue el presente... y lo que acechaba entre sus sombras.