ENTREMOS AL LIBRO
Querida lectora, querido lector,
Te proponemos un recorrido extraño, y lo sabemos: reunir el Tarot con las historias de nuestro peregrinaje por la India, los rituales y las prácticas, y la tradición oracular de Grecia. Ambos autores somos amantes de la cultura india y Fabio es un gran visitador y estudioso del territorio y la filosofía griegos. El Tarot es un vehículo que siempre nos pone en movimiento y refleja todo lo que nos pasa, es el espejo donde nuestros amores, dolores, viajes y conocimientos encuentran una forma. Podríamos haber elegido el mundo entero, pero decidimos enfocarnos en el reflejo del Tarot en la vida cotidiana en estas culturas que nos atrapan, apasionan y deseamos compartir con ustedes.
Creemos que la nostalgia que sentimos por la India, los ritos antiguos y los oráculos son la nostalgia de un mundo de visiones, uno en el que la imaginación puede permitirse mucho. Irse de India es siempre un recreo para esperar el momento de volver a ella. Cada vez que nos encontramos, conversamos sobre anécdotas que vivimos, miramos fotos, rememoramos situaciones que nos pasaron cuando estábamos ahí o cosas que aprendimos. India es nuestra gran maestra de vida, y pensamos que escribir sobre ella es una forma más de tenerla cerca y presente en nuestras vidas, casi como una ofrenda o un regalo por todo lo que nos dio desde la primera vez que entramos en contacto con su energía sagrada.
En la India suceden cosas muy misteriosas, como por ejemplo, el hecho de observar la lenta caminata de un elefante y que te dé fuerzas para afrontar un problema, o que una tumba llena de flores pueda hablarte. Ver la vida de una nueva forma es el mismo extrañamiento que nos trae el Tarot: la vasija del arcano XVII, la Estrella, puede remitirnos a un amor de hace veinte años; las espadas del cuatro de espadas, a un proyecto de vida; o que la lámpara del Ermitaño nos refiera a algo que habíamos encontrado pero que teníamos olvidado. Cada uno tiene sus propios recuerdos, su propia “India” a donde ir a buscar lo que le emociona, su forma de conectar con el Tarot y reflejar en él sus vivencias e historias. Lo más importante de toda la experiencia es mantener la visión compartida entre nuestra vida y los arcanos.
El propósito de este libro es que te ayude a crear cortocircuitos en la mente y te invite a desarrollar nuevas conexiones. Aquí entramos al Tarot por una puerta diferente, que no es la puerta de la comprensión, sino la de la sugestión: nos sugestionamos para después comprender.
Si mirás el mapa que incluimos en el libro, vas a ver que la India es como una montaña al revés, con la punta hacia abajo y la base arriba. Empezar por la punta de esa montaña permite entrar en el Tarot con la ligereza y la suavidad de las playas del sur de la India, Kerala y Tamil Nadu, para luego intentar alcanzar las profundidades y las alturas de las cordilleras del Himalaya en el norte.
Queríamos hacer esto, dar vuelta el proceso y detenernos a observar. ¿Cómo es encontrar el Tarot primero en la vida cotidiana y después pensarlo en el mazo? A esta idea le agregamos prácticas, ejercicios y rituales como si fueran nuestras manos las que te acompañan, para que mezclemos juntos las 78 cartas. “El artífice de una imagen debe imaginar de acuerdo con una verdad interior”, decía Plotino.
La esperanza de estas páginas está puesta en que, al terminar de leer el libro, cada uno se convierta, con las herramientas que brinda el Tarot, en arquitecto de su propia imagen.
¡Buena lectura!
Dalia y Fabio
¿QUIÉNES SOMOS?
Nos conocimos en un viaje, en el pasillo de un antiguo convento del sur de Ciudad de México. Habíamos llegado desde nuestros países, Argentina e Italia, para seguir nuestra pasión: el Tarot. Hoy entendemos también que eso sucedió para poder tener este extraño encuentro, solo que en ese momento todavía no lo sabíamos.
Dalia había dejado recientemente su trabajo como productora de cine y había abierto FE, la tienda esotérica que pronto se convertiría en una de las más importantes de toda Sudamérica; Fabio había dejado su trabajo como economista y había abierto un pequeño hotel en el centro de Milán. Dos vidas paralelas, con un océano de distancia. Una con las uñas de colores y piedras energéticas colgadas del cuello, y el otro todavía un poco rígido con su traje y corbata recién colgados en el armario.
Sin el Tarot nunca nos hubiésemos encontrado. Nos cruzamos por primera vez en un taller durante una gira de enseñanza de Tarot con Marianne Costa, una de nuestras maestras, que nos presentó con un saludo. Dalia en seguida se puso celosa (¿cómo que había otro excelente alumno en la gira además de mí?), y Fabio no podía terminar de comprender a esta extraña argentina medio loca, que le parecía tan diferente a todo lo conocido.
Cuando terminó el taller, nos reencontramos a solas al lado de una piscina sobre la costa del Pacífico mexicano, en un hotel de playa alejado de la ciudad. Y, una noche, empezamos a charlar de calor y estrellas. Ahí mismo, Dalia le hizo a Fabio una lectura de Registros akáshicos y, desde entonces, nos convertimos en amigos para siempre. Vivimos innumerables aventuras por el mundo: lecturas de cartas a desconocidos en el tren a Machu Picchu, un retiro en México con una chamana bajo un monolito de poder, limpiezas con brujos del mundo. Hemos pasado horas meditando y hablando en medio del calor indio, noches de caminatas sin fin en Nueva York. En Buenos Aires comimos en locales indios, en Milán, en una pizzería que parecía que estuviese en un París kitsch. Los dos sentimos que no somos de ningún lugar, porque siempre estamos en movimiento.
Tenemos tantas primeras veces juntos: los primeros cursos de Tarot de gira por el mundo, ser por fin unas mariposas arcoíris en el desfile gay de Brooklyn, dar un paseo descalzos por una montaña sagrada en India. Sin decirnos nada decidimos que, incluso viviendo en continentes diferentes, continuaríamos viéndonos y siendo amigos. Y es así como desde hace muchos años nos encontramos cada tanto en aeropuertos surrealistas, hoteles destartalados, y calles perdidas y soleadas. Cada vez que nos encontramos programamos el viaje que sigue: un día nos dimos cuenta de que la forma que tenemos de asegurar que nos seguiremos viendo es planear el próximo destino.
El viaje, para nosotros, es como un acelerador de experiencias, una suerte de catalizador en el que confiar para ser más humanos. La fuerza del movimiento se vuelve centrífuga si estamos juntos, redobla los giros y hace que pase de todo y más rápido.
La idea de este libro nació durante un paseo por las tierras del sur de la India, el lugar de nuestros maestros. Mientras bajábamos descalzos por un sendero de la montaña sagrada de Arunachala, Dalia, con su hablar rápido y directo, dijo: “¿Por qué no compartimos esto con los demás? Escribamos nuestras experiencias, lo que recopilamos en estos años peregrinando por el mundo con nuestro mazo de Tarot en el bolsillo”. Y así es como llegamos a que tengas este libro en tus manos, mientras otra persona en Italia (quizás en este mismo momento) también está leyendo este libro en su versión italiana.
LA ESTRUCTURA DEL LIBRO
“¿Cómo puedo comprender la energía de las cartas del Tarot en la vida cotidiana?”; “No entiendo bien cómo hacer para leer la carta en forma de situación”; “Entiendo la explicación, pero no entiendo cómo volcarlo en una lectura”. Estas son algunas de las consultas que siempre se repiten en las clases que damos.
Nos dedicamos a trabajar con el Tarot desde hace más de veinte años. Con el paso del tiempo, después de enseñar, leer y conversar con personas de todo el mundo, nos dimos cuenta de que faltaba un libro en el que lector pudiera acercarse a esta herramienta maravillosa de una forma más realista, y a su vez dándole la posibilidad de sentir el significado de las cartas como si se acercara al perfume de una flor.
Para nosotros el Tarot es un medio de transporte al que nos subimos para recorrer el mundo, conocer personas, trabajar, escribir y vivir nuestra vida. Cuando recorremos países juntos, nos gusta pensar en el Tarot como un pasajero más que viaja con nosotros. Todas las mañanas sacamos una carta, hacemos lecturas sobre lo que pasa, vemos al Tarot manifestarse en la vida cotidiana, con hechos, personas o pequeños milagros que nos demuestran la misteriosa sincronicidad entre las cartas y la vida.
Podemos aproximarnos al Tarot con la mente (con la energía de las espadas), estudiándolo, comprendiéndolo, observando sus números. Podemos tocarlo y darle forma (con la energía de los oros) para compartirlo con otros, disfrutar de que sea una herramienta tangible como un juego. También podemos acercarnos a él con la intuición (la vibración de los bastos) para leerlo sin pensar, dejándonos llevar por su energía. En este libro, sin embargo, queremos acercarte a las cartas desde el sentimiento, desde la energía de las copas, que observan el mundo desde una emoción. Este libro lo escribimos apoyándonos en esa energía y el número VI de los arcanos mayores, la carta del Enamorado.
El grado 6 en el Tarot, en el cual basamos este libro, habla de la tensión necesaria para acercarnos a lo bello. En la imagen de la carta del Enamorado, Eros está por lanzar una flecha hacia tres personas sin que se sepa en cuál de ellas va a impactar. Esa tensión es la que nos mantiene vivos, esa incertidumbre es la que genera la belleza.
Deseamos que en estas páginas puedas encontrar una nueva forma de aproximarte al Tarot: te propondremos un perfume, fuerte o delicado, aplicado a cada arcano para que puedas entenderlo (y sentirlo) desde otra perspectiva.
En lugar de un amor romántico de dos, el Tarot nos propone a Eros y tres personajes. En el mito de Platón, Eros es hijo de Penia, la pobreza, y de Poros, el dios de la abundancia. Eros vive una constante tensión entre estos opuestos: el tenerlo todo o no tener nada. La belleza es un poco así como la vive Eros: no se puede alcanzar nunca de manera definitiva, ya que encontrar el equilibrio perfecto es imposible y solo podemos aproximarnos, pero no alcanzarla del todo. Damos pequeños pasos hacia ella mientras que la tensión es el único motor que nos permite no abandonar la búsqueda. Esto es válido para todo lo relacionado con la belleza: el amor, las relaciones sociales, la contemplación de un paisaje o de objetos bellos.
Es importante mantener lo que llamamos “buena tensión”, que es aquella que queremos crear para permitirnos el progresivo viaje de acercamiento al Tarot. Este es el objetivo del libro: mantener viva una tensión sana entre nuestros deseos y los tuyos, entre nuestros viajes por el mundo y nuestra imaginación, siempre en la búsqueda de la armonía, el equilibrio, la belleza.
ALGUNAS PREMISAS METODOLÓGICAS
1· En este libro vamos a utilizar las imágenes del Tarot de Marsella, un mazo de origen popular que se desarrolló en Francia a partir de la mitad del siglo XVII sobre la base de los mazos más antiguos creados en el norte de Italia a comienzos del siglo XV. Amamos el Tarot de Marsella y es con el que solemos practicar desde hace más de veinte años de experiencia. Este mazo es la base de todos los que existen, así que te servirá para interpretar cualquier mazo que uses para leer.
2· Generalmente, el mazo de Tarot, por su origen e historia, se subdivide en tres partes: 22 cartas principales, llamadas “arcanos mayores”; 40 cartas con escala del 1 al 10, los “arcanos menores”, que se subdividen en los cuatro palos de bastos, espadas, copas y oros; y “las figuras de la corte”, 16 cartas también subdivididas en los cuatro palos, bastos, espadas, copas y oros.
El mazo de 78 cartas nació entre el siglo XIV y el XV en una de las cortes del renacimiento italiano, entre Milán, Ferrara, Florencia y Bologna. Por aquella época, el mazo no se dividía en “arcanos mayores” y “arcanos menores”. Los arcanos mayores eran conocidos como “Triunfos”, y a los “arcanos menores” se los llamaba “Numerales”. Para este libro en su versión italiana, quisimos evitar la jerarquía que se instaura automáticamente cuando llamamos a algunas cartas como “arcanos mayores” y a otras como “arcanos menores”, y recuperar su forma original. Así como los conocemos ahora parecería que los mayores fueran más importantes que los menores, o que los menores fuesen algo que se puede dejar de usar. Somos partidarios del uso de todo el mazo, sin una jerarquía. En la versión hispana los dejamos como arcanos mayores y menores porque es la denominación por la cual la mayoría reconoce la división del mazo de Tarot. A las figuras de la corte, es decir, el paje, el caballero, la Reina y el Rey, siempre se las conoció como “figuras”, por lo que continuaremos llamándolas también así. Las figuras representan a los personajes que habitaban en las cortes, reflejan la realidad de ese momento. Todas las cartas son arcanos (palabra que significa “secreto”) porque muestran y a la vez no muestran, indican, pero no dan soluciones. Dentro de los arcanos están las divisiones según su categoría.
Subdividimos entonces este libro en cuatro grandes áreas o capítulos:
- los arcanos mayores;
- los arcanos menores;
- las figuras de corte;
- la práctica.
3· Este libro está escrito a cuatro manos y dos cabezas. Vas a encontrar que escribimos juntos partes en las que usamos el pronombre “nosotros”, y otras, esencialmente en el capítulo de las 22 cartas de los arcanos mayores, que escribimos en primera persona del singular, porque son puntos de vista que corresponden a historias individuales. Vas a encontrar un estilo de escritura diferente, alternado, que forma parte del ritmo de aventura que te proponemos.
El libro tiene cuatro grandes capítulos. Pero ¿cómo hacer para desarrollar “buena tensión”? ¿Cómo transmitir la experiencia para sentir el perfume de los 78 arcanos? Para esto, usamos diferentes enfoques.
Decidimos adentrarnos en los arcanos mayores a través de las historias de varios viajes, pero todos a un único país: la India. India es el lugar al que más amamos viajar y donde la vida, según nuestra experiencia, se muestra con mayor potencia.
Querés integrar la carta del Emperador (arcano número IIII), entonces India, por ejemplo, puede presentarte enfrente el Taj Mahal. Si te falta comprensión profunda sobre lo que significa crear y destruir, podés recurrir a la energía de la carta de la Emperatriz (arcano número III) y del Arcano Sin Nombre (arcano número XIII), hacer un viaje a la cremación de cadáveres a cielo abierto en Varanasi o al templo dedicado a la Yoni, el órgano reproductor femenino. Si no comprendes bien cómo la Luna (arcano número XVIII) puede vivir en tu cotidiano, quizás tomar un masaje a cuatro manos indias te abra a nuevas percepciones.
Para nosotros, la India tiene la misma función que el Tarot: aclarar. Quizás porque la India vive aún de aquellos templos y ritos que son las raíces de la cultura de la que nació el Tarot, la cultura humanística del norte de Italia del siglo XV que admira, estudia y aspira a los ideales de la Grecia clásica. Nos pasó varias veces al visitar un templo indio de tener la sensación de estar en el Partenón, en Olimpia o en Delfos.
En nuestro día a día vivimos menos el simbolismo antiguo, ofuscado por las grandes revoluciones científicas del siglo XVII y XVIII. Lo vivimos menos también porque estamos más acostumbrados a las iglesias antiguas, a las pinturas simbólicas o a las historias de los caballeros medievales. La India es exótica, amplifica y aclara lo que esconde el ritmo de nuestra rutina. Por eso nos encanta ir, es como viajar en el tiempo.
En cada caso, la India es un pretexto para narrar y para mostrar lo que sucede en nuestras vidas de un modo más oculto, menos evidente. Este es exactamente el rol del Tarot: mostrar una posible trama de nuestra vida que, inmersos en el cotidiano o en nuestras neurosis, no logramos ver con claridad.
Por eso, para cada uno de los 22 arcanos mayores vas a encontrar un relato de nuestra experiencia en la India, con la esperanza de que pueda reflejar, como en un espejo, algún proceso que estés atravesando y que te pueda ayudar a integrar la carta. Al final de cada arcano mayor vas a encontrar un pequeño ritual que te acompañará para integrar la energía de la carta con distintos matices.
Mientras escribíamos este libro sucedió algo mágico que nos impulsó a avanzar en la dirección de contar estas historias. Un día, le enviamos a Isa, la traductora del italiano al español de este libro, el capítulo sobre la carta de la Emperatriz, sobre el viaje al templo de la Yoni. Isa no menstruaba desde hacía ocho meses. Tres días después de haber traducido ese capítulo, su ciclo volvió misteriosamente. Nos interesa saber qué le pasará a cada estudiante de Tarot cuando lea cada una de estas historias: vemos que el trabajo ya está dando resultado.
Además del relato del viaje a la India, para cada uno de los 22 arcanos mayores vas a encontrar un resumen de los principales significados del arcano, tres ejemplos de situaciones en las que vivimos la carta en el cotidiano, con la doble interpretación fluida y no fluida para comprenderlo mejor en la práctica, y un pequeño ritual para integrar la carta.
Para el perfume de los arcanos menores y las figuras, elegimos algo distinto. Nos conectamos con el origen oracular. Vamos a hablar mejor sobre esto en la introducción de cada capítulo, pero te adelantamos que basta con recordar que, en la antigüedad y en algunas tradiciones, se mantenía la conexión con lo divino a través de imágenes oraculares. Se puede leer el vuelo de los pájaros y las vísceras de los animales, así como se leían las imágenes que salían de las palabras de la pitonisa.
Todas son imágenes que dejan un mensaje. El oráculo era la forma antigua de acercamiento a lo divino y así es que propusimos una frase oracular que proviene de nuestros libros favoritos para cada una de las 40 cartas de los arcanos menores y para las 16 cartas de las figuras de la corte.
Como decía Heráclito: “El Señor cuyo oráculo está en Delfos no dice, no oculta, sino que insinúa”1. Las frases oraculares dan imágenes e ideas, pero no soluciones definitivas: son perfumes de las predicciones y visiones, no declaraciones determinantes.
También agregamos, para los arcanos menores y las figuras de la corte, además de la frase oracular, los principales significados y algunos ejemplos en donde la carta se manifiesta en nuestro cotidiano, en la versión fluida y no fluida, para que te sirva para interpretarlas mejor.
Después de toda esta información, de estos relatos, imágenes y estímulos, estamos listos para empezar. Vamos a acompañarte, mano a mano, con progresivas prácticas, ejercicios y consejos, para que ya no tengas excusas: el Tarot se va a convertir en un amigo al que puedas acudir cuando más lo necesites. El Tarot está en tus manos, porque es un espejo de la vida. Llegó el momento de empezar a observarte en él.
1 Heráclito, 93 Diels-Kranz.
Para el concepto de pequeño ritual, revisar el apartado “Aconsejar pequeños rituales” del capítulo IV.
INTRODUCCIÓN
Quisimos encontrar una forma para ejemplificar nuestra teoría de que “el Tarot es un espejo de la vida”. Mientras viajábamos por India en tren hacia el desierto, nos dimos cuenta de que podíamos honrar a ese país, tan particular y que tanto amamos, ubicándolo como el marco que contenga todas estas historias. Podríamos haber elegido el mundo entero para ejemplificar el Tarot, pero creemos que la India comparte las mismas cualidades de espejo que exploramos en esta nueva teoría sobre él: es un escenario complejo, perfecto y caótico.
El Tarot es un espejo de la humanidad, India es un espejo de su visitante, el tarotista es un espejo del consultante. Hay un hilo conductor en todos estos ingredientes que se unen, y así fue como nació la idea de este libro. Con ganas e intención de facilitarte a vos, querido tarotista lector, lectora, que quizás tengas experiencia con el Tarot o quizás no, el camino para acercarte a una nueva forma de ver esta herramienta como parte de la vida práctica.
Este libro no fue pensado para ningún nivel de conocimiento de Tarot en particular, podés leerlo tanto si sos principiante como si sos avanzado. Es un libro de cuentos, historias, frases y leyendas atravesado por cartas de Tarot y prácticas profundas que va a ayudarte a mirar esta estructura de forma menos teórica, más sensible y espiritual. La práctica es muy importante y es por eso que también vas a encontrar diversas propuestas de acciones y rituales que trabajan la capacidad de ver el reflejo del Tarot en la vida cotidiana.
Escribimos mitad en italiano (el idioma natal de Fabio) y mitad en español (idioma natal de Dalia), y saldrá traducido en ambos idiomas. La energía de viaje y reflejo se encuentra en las bases de la escritura de este proyecto. Inventar y proponer algo nuevo siempre tiene su riesgo. Durante su realización, nos preguntábamos: ¿la gente entenderá este libro?, ¿les gustará leer historias que reflejen las energías del Tarot?, ¿entenderán cuál es la propuesta final de todo esto? Solo hay una forma de averiguarlo: escribiéndolo.
Iniciamos entonces nuestro viaje a la India, el subcontinente. Los trenes lentos que circulan con las puertas abiertas, entre arrozales llenos de agua y bueyes con extraños cuernos arando como se hacía hace mil años atrás. Las montañas del Himalaya, los ríos a veces plácidos y a veces embravecidos, las playas con cáscaras de coco flotando en el agua.
Que sea un viaje dulce y apacible.
Nos turnamos para escribir los capítulos de cada arcano mayor o triunfo.
FLUIDO Y NO FLUIDO
¿Por qué pusimos significados fluidos y no fluidos de la carta? ¿Qué significa el significado fluido y no fluido? Cada carta tiene una energía que, por la situación y el tema tratados, puede tener un aspecto fluido y otro no fluido. Veamos algunos ejemplos:
La carta de la Justicia habla de ser justos con uno mismo y con la gente que nos rodea en su aspecto fluido, pero esta energía llevada al extremo, de una forma no fluida, se convierte en hacer justicia por mano propia. La carta de el Ermitaño habla de la capacidad de vivir fuera del consenso humano, en su forma fluida. Sin embargo, una de sus formas no fluidas podría ser la incapacidad de vincularse con los demás. Finalmente, la carta de el Juicio nos invita a atender una llamada importante en la vida, en su aspecto fluido, pero en su forma no fluida representa el riesgo de convertirnos en pájaros que vuelan de una rama a otra pensando que la siguiente siempre será el lugar indicado para asentarnos.
Comprender en una lectura si una carta está en su aspecto fluido o no fluido con respecto a un tema propuesto es probablemente la parte más difícil. Es, en lo profundo, saber leer las cartas teniendo en cuenta el tema propuesto, la persona que tenemos delante, la posición de la carta en relación con las demás. No existe una regla a priori sobre si una carta debe interpretarse de forma fluida o no fluida; es un arte que se desarrolla con la práctica. Es imprescindible tener paciencia y mucha lectura de Tarot para lograr la maestría en este arte.
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EL LOCO
BIENVENIDOS A LA INDIA
Por Dalia en Delhi
No importa a qué parte de la India llegues, ella siempre te va a tomar desprevenido. Cuando bajás del avión, instantáneamente te comienzan a suceder cosas sin fin. Hay otros olores, nuevos colores y texturas. Nada de lo que conozcas te va a servir para enfrentarte a mamá India, y eso es lo mejor de todo el viaje. Su energía empieza a rodearte hasta que, con el paso de los días, te encontrás habitando otra dimensión.
La carta del Loco nos invita a despojarnos de todo lo que tenemos para poder fluir, recorrer caminos livianos, confiar en que el paso que damos se transforma en nuestro destino a medida que vamos avanzando. Nos pide no tener miedo ni planes, para poder entender que “caminante no hay camino, se hace camino al andar”2. Es esa la sensación exacta con la que recomendamos, con Fabio, recorrer la India. Llegar sin planes, con la menor cantidad de cosas posible, solo con entrega para sumergirnos repentinamente en un nuevo universo que va a hacer con nosotros lo que ella quiera y lo que nosotros necesitamos.
La energía de esta carta es pura potencia, no tiene forma. India, con una energía muy similar, me transformó en lo que soy hoy. Desarmó mis estructuras, me invitó a fluir en lo desconocido, me enseñó a liberar equipaje y a improvisar. La energía del Loco es imposible de contener en un fragmento escrito, está compuesta por una mezcla de sensaciones de inicio y principios que nos llevan a conocer universos transformadores.
La primera vez que viaje a la India todavía no lo había conocido a Fabio. Llegué a Delhi con mi compañero de viaje y fuimos directo al hotel, que me había parecido hermoso en las fotos de Internet. Sentí olores muy extraños, humo, personas en la calle comiendo, durmiendo, lavándose los dientes, cocinando… incluso había un dentista que atendía sobre la vereda del mercado. Todo era confusión y ruidos sin fin. De fondo sonaba una cortina musical de bocinas incesantes. Pasé el día entero intentando llegar a la estación de tren que estaba a cinco cuadras y no pude lograrlo. Cruzara con quien me cruzara hacía que me desvíe o me perdiera (nunca pensé que era posible perderse en un área de cinco cuadras a la redonda), personas que me interrumpían y me decían que estaba yendo al lugar equivocado aunque estaba yendo en la dirección correcta, o me convencían de mostrarme algo para venderme mientras intentaba caminar. Una frustración total. Con mi compañero decidimos que esa situación no podía ganarnos: teníamos que comprar los boletos de tren para salir al día siguiente. Fuimos de regreso al hotel, nos pusimos un buzo con capucha en la cabeza cada uno y caminamos encapuchados de la mano, sin responder a ningún llamado. Finalmente, después de varios intentos, caminando recto y sin mirar a nadie, riéndonos de que teníamos que estar muy concentrados en no prestar atención a nada que nos distrajera, sin preguntar, casi intuyendo lo que decían los carteles en hindi que no sabíamos leer, llegamos a la oficina de pasajes para turistas. Llegar hasta esa ventanilla que estaba a cinco cuadras nos llevó cuatro horas.
Cuando recuerdo ese viaje, siento que India me dio la bienvenida que necesitaba en ese momento, que no era exactamente la que yo había soñado tener. Pensé que iba a encontrarme con un lugar igual a las fotos que se ven en la revista National Geographic: esperaba colores, aromas y paisajes hermosos sin fin, pero me encontré con una realidad cruda y devastadora, sobre un descontrol que no me permitía ni siquiera planear hacia donde estaba caminando. En India puede pasar que estés paseando en la calle, muy tranquila, yendo hacia algún lugar y, si te descuidás, al instante estás subida a un tuk tuk (auto-moto), yendo en búsqueda de algo que ni siquiera necesitabas con alguien que no sabés quién es.
India y la carta El Loco tienen tanto en común: ningún camino nos lleva a ningún lado, porque todos los caminos son nuestro camino. En ese viaje fui a encontrarme con el desorden, la desprogramación, el cambio. Todo tenía que ver con aprender a fluir y a dejar de lado el control, que en mi vida personal me cuesta mucho.
Después de esa experiencia regresé a India cuatro veces más, por ahora, y cada primer día de viaje tuvo la información semilla de lo que iba a venir. Así es como opera la carta del Loco: es la génesis que contiene la información de lo que se develará después. Llegué a ciudades más pequeñas, aterricé en otros aeropuertos, viajé con diferentes personas. Cada viaje fue como estar visitando un nuevo país.
Nunca un viaje a la India se parece a otro, porque uno mismo es diferente cada vez que va, y ella también necesita mostrarnos algo diferente. Como la energía del Loco, el país y el visitante se transforman en un comienzo infinito y sin sentido, en el que se unen para empezar una aventura que se desarrolla para crear nuevos universos.
India toda se parece a la historia de Alicia en el País de las Maravillas. En el Tarot, El Loco es un personaje que se siente como Alicia recorriendo el País de las Maravillas, conociendo constantemente nuevas dimensiones. En India todo es posible. Caminar por las calles de Delhi, en especial, me recuerda al personaje de Alicia persiguiendo al conejo blanco, preguntándole al gato de Cheshire cuál es la verdadera dirección. El gato la mira sonriente, cruza sus brazos señalando en direcciones opuestas y le responde “hacia allí”. En un primer momento puede parecer que los caminos terminan en lugares equivocados, pero en realidad conducen al lugar al que tenés que ir. En India nada está donde se supone que debería estar, porque lo que estás buscando en realidad no es exactamente lo que crees que estás buscando. A veces, crees estar yendo a buscar algo, pero lo importante en la experiencia es ir hacia ese algo. O, quizás, el mensaje que estás buscando se revela en una persona que conocés en ese lugar y no en apreciar el lugar en sí. India permite que la magia suceda de formas muy extrañas. Como El Loco, inyecta vida y nos hace entender que la locura o el descontrol tienen su propia lógica que nos lleva al siguiente paso vital.
El Loco, o, como se lo conoce en algunos Tarots, “El Mat”, es semilla. Semilla de vida, de porvenir, germen de todo lo que será. No tiene forma, solo ganas de vivir, recorrer, sentir todo lo que viene por delante. Es el momento ciego de lo que está llegando aún sin cuerpo, lleno de ganas e intención de desarrollarse. Ese día en que llegué a Delhi y me encontré llorando en la cama, angustiada porque nada era lo que esperaba, no sabía que mi vida iba a cambiar, que India iba a ser mi gran maestra vital, mi conexión de otra vida, que iba a ayudarme a reforzar relaciones con amigos, decirme la verdad sobre cosas que no sabía, ofrecer visiones, enseñarme tanto que no se puede describir en palabras. Tampoco sabía que esa experiencia iba a ser, de alguna forma semilla de este libro. Uno no elige ir a la India, la India lo elige a uno y le permite entrar. La India no es para todos. Puede que, si viajás, encuentres lo que estabas buscando, o puede que vayas y no te suceda nada. Quizás te parezca un lugar horrible al que nunca quieras regresar. Tendrás que afinar las antenas de tu radio mágica para sintonizar con la información del lugar.
En este acto damos inicio al comienzo del viaje energético hacia la India, juntos: vos, Fabio y yo, de la mano del Loco, a través de anécdotas que vivimos en ese país y de su relación con los arcanos mayores del Tarot. Haremos el recorrido por 22 historias (incluyendo esta) para descubrir y conocer en la vida real cómo interpretar cada una de las cartas en relación con historias vividas en India. La energía del Loco es esto: llegar a un lugar, creer que sabemos cómo son las cosas, pero en realidad no saber nada.
ASPECTOS, REFLEJOS Y RECOMENDACIONES DE LA CARTA
El Loco fluido
Somos El Loco fluido cuando nos dejamos llevar instintivamente por lo que está pasando. Cuando nos animamos a probar cosas nuevas, nos sumergimos en el movimiento y la propuesta divina, sin pensar en el qué dirán o en qué pasará. La energía del Loco nos inunda cuando damos el primer paso sin importar las consecuencias, y nos concentramos en que lo necesario es avanzar, crear y existir.
El Loco no fluido
Somos El Loco no fluido cuando nos perdemos en las infinitas posibilidades vitales. Vivimos la energía de esta carta estancada cuando ante tanta creatividad no podemos elegir ningún camino, cuando nos entregamos a la locura o a la desidia de poder hacer cualquier cosa sin consecuencias. Nos perdemos en la libertad sin límites y no podemos avanzar, nos quedamos sin responsabilidades, pero también sin camino.
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Principales significados fluidos
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Principales significados no fluidos
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Tres situaciones en las que sos El Loco fluido
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Tres situaciones en las que sos El Loco no fluido
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2 “Caminante”, de Antonio Machado.
¿Qué lleva El Loco en la valija?
Prácticamente nada. Apenas un bolsito que lo acompaña a todas partes y puede que adentro no tenga nada útil: caramelos, un botón, viejos papeles y un poco de comida.
Rito para conectar con la carta
Pensá en qué es lo más loco que te gustaría hacer en este momento. Puede ser hablar con una persona, hacer un viaje, un curso, tener una experiencia. Centrá tu atención únicamente en algo que esté por fuera de tu vida cotidiana, que quizás no hayas hecho nunca, que te atraiga pero al mismo tiempo te dé un poco de miedo. Deber ser lo primero que se te ocurra, sin pensarlo demasiado.
Representálo primero a través de un dibujo, y después a través de una torta. ¿Cómo? Cociná una torta, aunque sea pequeña, y ponele de alguna manera algún elemento relacionado al dibujo que hiciste, o incluso el dibujo entero. Intentálo, aunque no seas un gran pastelero.
Después de prepararla, comela sin compartirla con nadie.
Libro recomendado
Opiniones de un payaso, de Heinrich Böll.
I
EL MAGO
UN BANQUETE DE PERFUMES
Por Fabio en Delhi
La gherminella es un juego de la Edad Media3, una suerte de “juego con tres cartas” que consistía en mezclarlas, lo que generaba una confusión en su orden, y las hacía desaparecer y reaparecer. También, durante el juego, se tiraba de una cuerda que corría por dentro de una varita. ¿Sale por un lado o sale por el otro? Todo presentado ante un público hechizado por la confusión, embriagado por todas las posibilidades. Posibilidades de engaño o de triunfo, se puede escuchar la voz del Mago: “Apostá un penique, dos, o los que quieras. Apostá y es muy probable que pierdas. Apostá y quizás ganes tres, cinco o diez veces tu apuesta. Los demás pierden, pero yo gano; soy el más inteligente de todos. Mis ojos son más rápidos que los tuyos”.
El personaje del Mago, como se lo ve en la carta, podría estar en una feria medieval, divertido, proponiendo el juego del palito de la gherminella mientras tiene los demás juegos expuestos en su mesa. Este personaje nos desafía a ver las posibilidades y probarlas. Están nuestras capacidades sobre la mesa. ¿Cuál elijo? ¿En cuál soy mejor? ¿Elijo una en lo que soy bueno o buena, dos, o todas mis capacidades al mismo tiempo? ¿Nos arriesgamos en la vida a observar y probar cosas nuevas?
Siempre que llego a Delhi voy directo a Vieja Delhi, que es lo más parecido en el mundo a un mercado medieval. Hago esto para recordarme que debo intentar aprovechar todas las oportunidades, como El Mago. El nombre original de “El Mago” que encontramos en la carta número I es “El Bateleur”: una palabra extraña en italiano que representa un personaje que hace pequeños trucos de prestidigitación y juegos de manos. No es exactamente un mago, por eso nos interesa hacer hincapié en que el significado de la palabra difiere según el idioma en que esté el mazo de Tarot.
La ciudad de Delhi se divide en dos: una parte más abierta, más moderna y limpia, que es la nueva Delhi (construida por los ingleses), y la antigua Delhi, hecha de calles estrechas, llena de carritos y gritos de vendedores. Ahí, las callecitas son tan angostas que no pasan los autos. Por Chadni Chowk, la calle que sale del Fuerte Rojo de los emperadores Moghul, pasan autos, los rickshaw y las camionetas. En las callecitas de la antigua Delhi, solo hay carritos y personas que gritan, que venden, o intentan vender. Todo es un posible negocio o una posible estafa. ¡Y las vacas!: bloquean el paso, rumian, y si las ponés nerviosas te pueden chocar. Delhi es una ciudad de mercancías con portales para atravesar, toldos para protegerse de la lluvia, tiendas a las que se puede entrar, buscar y encontrar distintas cosas. Hay miles de luces y colores. Un lugar que genera fascinación por el brillo, un laberinto.
Siempre camino por sus calles sin saber adónde ir, esperando aparecer en Chadni Chowk, la gran calle con autos, y encontrarme con un rickshaw que pueda devolverme al hotel. O quizás me desvío y me encuentro delante de la mezquita de Jama Masjid, plácida, con sus siglos de historia, sus alfombras para rezar y fuentes para las abluciones.
Dentro de la vieja Delhi está el lugar que yo llamo “el antiguo perfumero”, la verdadera meta de mis andanzas por esas calles. Hace muchos años, mientras caminábamos por la antigua Delhi con mi mamá (ella amaba los mercados perdidos y con calles tranquilas que no llevan a ninguna parte), nos encontramos con la tienda de un perfumero de la antigua Delhi que existe desde 1816. La tienda tiene estantes de madera consumidos por el tiempo y muchísimos frascos pequeños con aromas a jazmín, cedro, naranja. Todos los olores del mundo están disponibles. Me fascinan lo
