«Leí lo que publicaste en tu cuenta de Insta. Eres como si una paloma me cagara en el hombro: una inmundicia asquerosa. Buáá buáá buáá soy una mierdecilla que no le interesa a nadie y berreo como un chihuahua para ver si me hago notar. Vivan las redes sociales: has logrado tus quince minutos de gloria. La prueba: te estoy escribiendo».
Rebecca, una actriz en la cincuentena con una carrera en declive, responde con estas palabras a Oscar, un novelista cuarentón que acaba de insultarla en redes sociales. Al darse cuenta de que ya se conocían, nace entre ellos una correspondencia en la que irán deponiendo las armas. Ambos recordarán el pasado y su afición por las drogas, hasta que Oscar es acusado de acoso sexual por su antigua responsable de prensa. Novela de rabia y consuelo, Querido comemierda es un incisivo análisis de nuestra sociedad a través de un hombre cancelado, una actriz olvidada y una joven acusadora; un relato que demuestra que la amistad puede hacer frente a cualquier debilidad humana. En una novela que está revolucionando las letras francesas, Despentes despliega las aristas del #MeToo, de los feminismos, de las redes sociales, de las adicciones y de lo que significa envejecer en nuestra sociedad.
La crítica dijo:
«Una novela luminosa, de gran dulzura. Esto puede sonar como un oxímoron tratándose de Virginie Despentes, pero no lo es.»
Raphaëlle Leyrys, Le Monde
«Sí, Querido comemierda es una utopía, salpicada de mordaces digresiones, lenguas viperinas, emotivas declaraciones, traiciones y reconciliaciones, fracasos, momentos de gracia. Una utopía de sanación, esperanza e igualdad.»
Elise Lépine, Le Point
«Su retórica es imparable, levanta la voz muy alto, golpea la mesa, se anticipa a los ataques y discute. No se le escapa ninguna de las facetas del feminismo contemporáneo. Seguro que pondrán en duda esa sucia manera de hacer las cosas, pero brilla con una lucidez que a veces es cruel.»
Cécile Dutheil de la Rochère, En attendant Nadeau
«Hablando con justicia de la inmensa empatía que sabe mostrar con sus personajes, no cabe duda de que Despentes ha puesto mucho de sí misma en Rebecca y Oscar [...]. Su brío, sus heridas, sus desencuentros y su melancolía tiñen la novela de una admirable infinidad de tonos.»
Nathalie Crom, Télérama