En Memorial del convento José Saramago realiza una incursión en la narrativa histórica. El volumen recorre un periodo de aproximad
amente 30 años en la historia de Portugal durante la época de la Inquisición. El planteamiento registra no sólo el hecho histórico
, sino que reconstruye la vida popular de la época, en un recorrido por los diferentes pueblos de los alrededores de Lisboa. El re
yD. Joâo V necesitaba herederos y, como doña Maria Ana no los concebía, él promete levantar un convento en Mafra a cambio de tene
r herederos. Simultáneamente, asistimos a la vida cotidiana del pueblo a través de la visión de un soldado que perdió la mano izqu
ierda en la guerra contra los españoles. En un auto de la Inquisición, Baltasar conoce a Blimunda, una mujer con poderes mágicos q
ue ve dentro de las personas, y cuya madre fue desterrada a Angola por tener poderes semejantes. Desafiando los rigores de la reli
gión, ambos se casan mediante un ritual de sangre. Baltasar se convierte en ayudante del padre Bartolomeu, que, bajo la protección
del rey, trabajaba en inventar una máquina para volar. La máquina de volar simboliza dos ideales: los cultos, representados por e
l propio padre Bartolomeu, y los populares, personificados en Blimunda y Baltasar. Una narración directa, sin concesiones, vigoros
a y rica. Saramago da al lenguaje de esta novela el tono de las narraciones históricas y realiza con él verdaderos malabarismos si
ntácticos.
La crítica ha dicho:«Son muchos los ecos que esta novela fascinante deja en la memoria, pero, sobre todo, el de su historia de amor resuena sobre el resto de la acción como una flautaen medio de una gran orquesta».The New York TimesBook Review
«Saramago vuelve comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía».C
omité Nobel
«Un hombre con una sensibilidad y una capacidad de ver y de entender que están muy por encima de lo que en general vemos y entendemos los comunes mortales».Héctor Abad Faciolince
«Saramago es un ejemplo, un estilo dignísimo de vida y literatura, que demuestra la posibilidad de navegar a contracorriente [...]. Su palabra tiene el valor de un anticongelante, de un remedio personal contra los vendavales de cinismo que nos envuelven».
Luis García Montero
«Yo no sé, ni quiero saberlo, de dónde ha sacado Saramago ese diabólico tono narrativo, duro y piadoso a un tiempo, [...] que l
e permite contar tan cerca del corazón y a la vez tan cerca de la historia».Luis Landero
«Saramago escribe novelas sobrelos mitos para desmitificarlos, [...]
siempre para abordar la realidad que le rodea, para tratar de los problemas actuales que son de todos, y para que todo quede cla
ro desde el principio».Rafael Conte, Babelia
«Como GünterGrass o Cees Nooteboom, Saramago aspira a enlazar con un público que desborde límites nacionales».
El País