Felices para siempre

Suzann Pileggi Pawelski
PhD James O. Pawelski

Fragmento

Prologo

Prólogo de Martin E. P. Seligman

Prólogo

Ojalá que la psicología positiva hubiera existido cuando empecé en esta profesión, hace más de cincuenta años. Es más, ojalá entonces hubieran escrito este libro. En esa época, lo mejor que podíamos ofrecer a las personas eran unas cuantas directrices para que fueran menos desgraciadas, y lo mejor que podíamos dar a las parejas eran instrucciones para que sus discusiones fueran menos destructivas. El enfoque de este libro es muy diferente: en lugar de tratar de minimizar lo malo, se centra en cómo las parejas pueden optimizar lo bueno de su relación.

He dedicado mi vida al estudio científico y basado en la práctica de cómo llevar una vida mejor. En mis inicios en el campo de la psicología, me centré en el estudio y el tratamiento de las enfermedades mentales. Comencé mi carrera estudiando el sentimiento de impotencia y la depresión, buscando modos de sanar lo peor de la experiencia humana.

A medida que avanzaba en mi carrera profesional, empecé a estar descontento con la fijación de la psicología por las enfermedades mentales. Me di cuenta de que, incluso si pudiéramos, de alguna manera, encontrar una cura para todos los problemas psicológicos, eso no conduciría automáticamente a la salud mental que todos deseamos. Aunque tuviéramos un éxito rotundo curando los problemas psicológicos —éxito que no tenemos—, a lo más que podríamos aspirar es a llegar al punto cero, al punto de partida. Por tanto, como complemento de la psicología del sufrimiento propuse la psicología positiva, centrada en las cosas que hacen que la vida valga la pena.

Cuando mis colegas y yo postulamos la psicología positiva, hace veinte años, teníamos en mente un campo que articularía la hipótesis basada en la evidencia de cómo vivir bien. Este enfoque científico permitiría a las personas tomar decisiones acertadas en los diversos ámbitos de la vida y ayudar a las sociedades a construir escuelas, negocios, familias y comunidades prósperos.

La psicología positiva está haciendo realidad esta visión. Los investigadores plantean enfoques válidos para aprender, gestionar, relacionarse y servir a los demás. Profesionales dedicados se sirven de estas investigaciones con el fin de transformar la educación, los negocios, la medicina y la sociedad en su conjunto.

Este libro es el primero que trata de la aplicación a las relaciones de pareja de las investigaciones en psicología positiva. Demuestra que ya no seguimos estancados intentando ayudar a las parejas a hacerse menos daño en sus peleas, sino que hemos ido más allá y podemos ayudarlas a centrarse en su éxito como pareja. Mi modelo de éxito, por ejemplo, consta de cinco elementos para una vida plena: emociones positivas, compromiso, relaciones, significado y realización. Las relaciones, desde luego, están justo en el centro del modelo. De hecho, constituyen la parte más importante de una vida feliz y exitosa. Chris Peterson, mi colega, amigo y cofundador de la psicología positiva, resumió todo nuestro campo en tres palabras: los demás importan.

Suzie Pileggi Pawelski y James Pawelski son los mejores autores para este libro. Conocí a Suzie hace diez años, cuando la aceptaron en la tercera clase de nuestro programa de Máster en Psicología Positiva Aplicada (MAPP) de la Universidad de Pensilvania. Fue una alumna excelente, entusiasta y tenaz. Como escritora tiene una capacidad extraordinaria para hacer comprensibles y divertidos los hallazgos en investigación académica.

Conozco a James desde hace aún más tiempo, desde poco después del comienzo de la psicología positiva. Era un joven filósofo brillante y enérgico muy interesado en los fundamentos conceptuales de la psicología positiva y en su potencial para mejorar la experiencia humana. Buscaba una filosofía viva y aplicable como la que William James, su héroe, deseaba. Estaba tan impresionado con James que lo invité a unirse a mí en Pensilvania, donde ha llegado a ser director del programa MAPP, profesor galardonado, director general de la Asociación Internacional de Psicología Positiva (IPPA) y líder en investigación sobre artes, humanidades y progreso humano.

Tanto Suzie como James son impresionantes, pero son aún más eficientes como pareja. Están capacitados para escribir este libro no solo por su experiencia en el campo de la psicología positiva, sino también por su dedicación a aplicarla a su propio matrimonio. Viven su trabajo.

La psicología está profundamente arraigada en la filosofía. Suzie y James presentan las investigaciones científicas de una manera especialmente clara y atractiva. Sus debates sobre Aristóteles y William James, por ejemplo, son apasionantes y están orgánicamente unidos a su amplia gama de estudios de psicología positiva acerca de la pasión, las emociones positivas, el disfrute y la fortaleza de carácter. Su Modelo de Interacción en las Relaciones constituye un avance significativo en nuestra comprensión de los elementos fundamentales de la psicología positiva.

En este libro se pone de relieve que, aunque las relaciones no sean fáciles, se pueden mejorar mediante la práctica de habilidades fundamentales. Como le gusta decir a Suzie: «Amar es un verbo que implica acción.» En el libro también se recalca que las relaciones funcionan mejor cuando no te centras en lo que puedes sacar de ellas sino en lo que puedes aportarles y aquello en lo que puedes llegar a convertirte gracias a ellas. Suzie y James defienden firmemente el poder de las buenas relaciones de pareja para convertirnos en personas mejores. Esto, desde luego, es algo que mi esposa Mandy y yo hemos comprobado: gracias a nuestra relación nos hemos convertido en personas mejores.

Ahora te invito a comprobar por qué el enfoque de este libro es tan efectivo. ¡Sumérgete en la sabiduría antigua y en la ciencia contemporánea, completa los esclarecedores ejercicios y aplica hoy mismo lo que aprendas a tu relación!

MARTIN E. P. SELIGMAN

Wynnewood, Pensilvania

Tripa

Introducción: Llegar a ser felices juntos

INTRODUCCIÓN

Llegar a ser felices juntos

Ser feliz con tu pareja es una de las mayores alegrías de la vida. Todos queremos ser felices, por supuesto. Estar unido a otro multiplica nuestra felicidad, la hace más frecuente, más sostenida y más satisfactoria. Ser feliz con otra persona es lo más fácil y natural del mundo.

Hasta que deja de serlo.

A partir de ese momento, ser feliz con esa persona se convierte en uno de los mayores retos vitales. Lo «compartido» se interpone en el camino y hace que la felicidad parezca imposible. Tenemos la tentación de pensar que si esas personas, o esa persona en particular, no formaran parte de nuestra vida, seríamos felices.

Para complicarlo todavía más, a menudo son precisamente las mismas personas las que nos hacen tanto felices como desgraciados.

Aunque el conteni

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