El rostro del crimen

Óscar Sánchez-Crespo
Noemi Baño

Fragmento

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Prólogo

Yo tampoco creo en el lenguaje gestual

Estimado lector, al reparar en el título de este prólogo es posible que hayas pensado: «No lo entiendo, ¿este libro no va sobre lenguaje gestual?». Y la respuesta es sí, hablaremos del lenguaje gestual, pero desde un punto de vista realista, técnico y sin conjeturas, es decir, carente de creencias. Contaremos también con interesantes aportaciones de profesionales de diferentes sectores como el policial, el jurídico, el comercial, el educativo, el informativo y el médico que narrarán sus propias experiencias y hasta qué punto su percepción del lenguaje gestual los ha llevado a modificar una de las acciones más importantes de nuestra vida: la toma de decisiones. Posteriormente analizaremos estas experiencias con datos técnicos para evaluar qué es lo que percibieron, si detectaron un gesto de carácter universal o una percepción subjetiva, y por qué se producen estos procesos, ya que, de un modo u otro, todos analizamos la comunicación gestual de las personas que nos rodean.

Normalmente, cuando se aborda el análisis de la comunicación gestual, se suele hacer de forma errónea, intentando atribuirle conclusiones totalitarias a partir de un único gesto, como por ejemplo afirmar que alguien miente por el hecho de mirar hacia un lado u otro, tocarse la nariz, apretarse las manos, reírse, mostrar una microexpresión facial, cruzarse de brazos, etc. Pues bien, resulta que no existe evidencia científica alguna que demuestre que un único gesto puede estar vinculado al hecho de mentir, del mismo modo que tampoco existe ninguna palabra que por el hecho de pronunciarla certifique que estemos mintiendo. La pregunta entonces debería ser la siguiente: ¿es posible obtener a través del lenguaje gestual algún tipo de información fiable? La respuesta es «sí, desde luego», y en las siguientes páginas aportaremos datos, análisis, conclusiones y experiencias reales con las que puedas sacar tus propias conclusiones. De ahí el título de este prólogo, «Yo tampoco creo en el lenguaje gestual»: los datos objetivos no son cuestión de fe.

En el último capítulo de este libro te explicaremos qué es el análisis forense del lenguaje gestual, de qué modo se utiliza como medio probatorio en el sistema jurídico y cuáles son las tareas que realiza un perito judicial en esta especialidad, así como algunas anécdotas curiosas.

A partir del año 2017, diferentes juzgados en España empezaron a solicitar análisis forenses del lenguaje gestual como medio probatorio con el fin de obtener una mayor información en aquellos casos en los que otro tipo de pruebas eran inexistentes o se requería una mayor información para dilucidar los hechos. Como ya imaginarás, los inicios fueron complejos y el camino, difícil. En este libro conocerás la historia y serás testigo de cómo empezó todo y la enorme evolución que ha experimentado este campo hasta nuestros días.

Cuando iniciamos los primeros proyectos de investigación y desarrollo con el objetivo de trasladar datos objetivos respecto a la comunicación gestual y que estos formasen parte de un medio probatorio riguroso en nuestro sistema judicial, las primeras respuestas y opiniones de diferentes especialistas no resultaron precisamente halagüeñas; de hecho, ocurrió lo mismo cuando se intentó introducir las pruebas de ADN en el sistema jurídico. Gracias a ese escepticismo inicial, nos vimos obligados a desarrollar un sistema de obtención de datos que no dejase lugar a dudas y que además pudiese ser cien por cien auditable. Todo ello nos enseñó algo que incorporamos de inmediato a nuestro modo de proceder: si haces un buen trabajo, obtendrás buenos resultados.

A todos aquellos que tuvieron a bien darnos su opinión, sinceramente, gracias.

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El análisis forense del lenguaje gestual

En las siguientes páginas encontrarás información técnica y científica interesante, anécdotas, así como conclusiones y reflexiones sobre el lenguaje gestual, y, cómo no, una descripción de cómo se realizan los dictámenes periciales sobre gestos, analizando una entrevista hecha por nosotros o a partir de vídeos que nos hicieron llegar.

Empecemos por aclarar qué es el análisis forense del lenguaje gestual. Se trata de una herramienta multidisciplinaria que combina un conjunto de metodologías cientí­ficas, técnicas, jurídicas y matemáticas que tienen como meta obtener resultados objetivos respecto a la verificación y la autentificación de la espontaneidad y la coherencia del lenguaje gestual de un sujeto cuando hace referencia a hechos vividos. Por lo tanto, este estudio posibilita discernir si la gestualidad proviene o no de vivencias reales.

Cada una de estas metodologías tiene un campo de acción:

• Científica: hace referencia a la medición de tiempos de reacción, músculos faciales y análisis de gestos de carácter universal que provienen de unas reacciones fisiológicas.

• Técnica: a partir de la entrevista, consiste en la obtención, medición y transcripción de los datos, la conexión de estos respecto al objetivo del dictamen, la organización de la información y que esta sea coherente.

• Matemática: es el conjunto de cálculos numéricos que se llevan a cabo para la obtención de datos objetivos, así como la segmentación de los mismos.

• Jurídica: tiene que ver con el modo en que debe tratarse toda la información y que condiciona cada una de las metodologías anteriores, ya que todas las actuaciones deben hacerse de una forma procesal y jurídica correcta.

Expliquémoslo con ejemplos:

- Imaginemos que estamos entrevistando a una presunta víctima de malos tratos. Al narrar los hechos, nos va explicando de qué modo sucedió todo. Supongamos ahora que, con el objetivo de obtener más detalles, se le realizan preguntas del tipo: «¿Te pegó con fuerza?», «¿Te gritó?», «¿Usó algún objeto para golpearte?». Realizar las preguntas de esta forma supondría una invalidación del dictamen pericial. ¿Por qué motivo? Pues porque el enunciado de la pregunta no puede contener la posible respuesta. Esto sería catalogado como pregunta sugestiva o entrevista guiada. Para obtener la misma información, la forma correcta de plantearlo sería la siguiente: «Describe la agresión», «Describe la forma en la que se comunicaba contigo», «Explica con detalle cuáles fueron las acciones que dieron lugar a cada una de las agresiones».

- Imaginemos que nos encontramos redactando el ­informe y en algún punto del mismo debe quedar constancia de cuál fue el momento de la entrevista en el que se produjeron los gestos. Pero ¿qué su­cedería si en una parte del informe transcribes de forma literal las palabras de la persona entrevistada? Pues que también se podría invalidar, porque transcribir solo una parte es hacer sesgo de la información.

Estimado lector, como suponemos que querrás saber con más detalle cómo se realiza el proceso, no te preocupes, porque dedicaremos un capítulo al desarrollo del dictamen pericial en lenguaje gestual.

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