Perder la gracia

Antonio Lucas
Eduardo Madina
Javier Gómez Santander
Pedro Simón

Fragmento

libro-1

Manual de instrucciones

Una noche, cuatro buenos amigos se juntan como hacen habitualmente. Cuando se juntan una noche cualquiera cuatro buenos amigos pasan cosas. Incluso buenas. A unos les da por preparar un atraco. Otros forman una banda de jazz o de rock and roll. Los más sagaces crean los Beatles.

Nosotros no sabemos de armas y cantamos fatal. Así que, aquella noche, a la segunda cerveza, uno propuso escribir algo juntos. La cosa podía haberse quedado ahí. Pero qué va: a la tercera ronda nos pareció a todos una idea espléndida. A la cuarta, alguien propuso un título. No hubo quinta. Y aquí estamos hoy. Si alguien pide otra más, rodamos la cuarta parte de El Padrino.

Perder la gracia no es un libro generacional. No representa a un colectivo. No da claves necesarias ni aporta solución alguna. No es autoayuda, ni ensayo, ni antropología; ni de nada, ni de nadie. No pretende hacer reír y menos hacer llorar. No es caro, pero tampoco es barato. No es un ajuste de cuentas. No es eso, no. No es lo otro. Y tampoco es lo de más allá. Pero es nuestro. Lo más nuestro que tenemos juntos. Lo mismo que el Josealfredo, las cervezas, las confidencias, los entusiasmos, las canas, los desengaños, los errores, los kilos de más y los aciertos de menos.

Perder la gracia es perder la gracia. Y la vergüenza. Y los complejos. Y el tiempo. Y el miedo al qué dirán. Tenemos una edad.

Perder la gracia son cuatro amigos en una suerte de sincericidio, ganando la sobremesa.

libro-2

Historia de un vicio
Javier Gómez Santander

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos