2010: Odisea dos (Odisea espacial 2)

Arthur C. Clarke

Fragmento

Índice

Índice

2010: Odisea dos

Prólogo

Nota del autor

I. Leonov

1. Reunión en el foco

2. La casa de los delfines

3. Sal 9000

4. Perfil de la misión

5. Leonov

II. Tsien

6. Despertar

7. Tsien

8. Tránsito de Júpiter

9. El hielo del Gran Canal

10. Un grito desde Europa

11. Hielo y vacío

III. Descubrimiento

12. Cuesta abajo

13. Los mundos de Galileo

14. Doble encuentro

15. Huida del gigante

16. Línea privada

17. Grupo de abordaje

18. Rescate

19. Operación molino de viento

20. Guillotina

21. Resurrección

IV. Lagrange

22. El gran hermano

23. Cita orbital

24. Reconocimiento

25. Panorama desde LAgrange

26. Período de prueba

27. Interludio: Confesiones íntimas

28. Frustración

29. Emergencia

V. Hijo de las estrellas

30. Regreso a casa

31. Disneyville

32. La fuente de cristal

33. Betty

34. Despedida

35. Rehabilitación

36. Fuego en las profundidades

37. Separación

38. Paisaje de espuma

39. en la cala de las cápsulas

40. «Daisy, Daisy...»

41. Turno de medianoche

VI. Devorador de mundos

42. El fantasma en la máquina

43. Experimento intelectual

44. Truco de escamoteo

45. Maniobra de escape

46. Cuenta atrás

47. Inspección final

48. Sobre el lado nocturno

49. Devorador de mundos

VII. Lucifer naciente

50. Adiós a Júpiter

51. El gran juego

52. Ignición

53. Un regalo de mundos

54. Entre soles

55. Lucifer naciente

Epílogo 20.001

Agradecimientos

POsfacio De 1996

Notas

Biografía

Créditos

Dedicado, con respetuosa admiración,

a dos grandes rusos, ambos descritos aquí:

el general Alexei Leonov, cosmonauta, héroe de

la Unión Soviética, artista, y

el académico Andrei Sajarov, científico,

premio Nobel, humanista

PRÓLOGO

PRÓLOGO

CUARENTA AÑOS Y CONTANDO...

2010: El panorama desde 1996

De nuevo ha llegado la hora de echar un vistazo a una empresa iniciada hace más de treinta años, antes de que toda una serie de descubrimientos científicos y revoluciones tecnológicas cambiaran nuestro mundo hasta situarlo casi más allá de todo reconocimiento. Cuando empecé a escribir 2001, una odisea espacial (en una máquina de escribir: ¿han visto ustedes alguna últimamente?), el «pequeño paso» de Neil Armstrong se hallaba aún a cinco años en el futuro, y las lunas de Júpiter eran meros puntos de luz carentes de dimensión, con sus paisajes tan desconocidos como lo era América para los cartógrafos precolombinos. Sin embargo ahora, mientras escribo estas palabras, la sonda espacial Galileo nos está mostrando detalles de su superficie de solo unos pocos metros de diámetro. Más sorprendente aún, en cualquier momento puedo verlos desde mi propio despacho con solo apretar unas pocas teclas. (Cuando, como ocurre con frecuencia, aprieto alguna tecla equivocada, oigo una voz familiar que me dice: «Lo siento, Dave, no puedo hacer eso».)

Así que no puede evitarse el hecho de que algunos elementos de una Trilogía Espacial concebida en 1964, 1982 e incluso 1987 posean ahora un peculiar encanto a lo Jane Austen. Sin embargo, no puede ni debe hacerse intento alguno por eliminarlos, del mismo modo que uno nunca debería intentar «actualizar» Los primeros hombres en la Luna de H. G. Wells.

Lo que he hecho, pues, ha sido dejar el texto existente, incluidas la varias Notas y Reconocimientos del Autor, completamente inalterado, pero he añadido un Posfacio de 1996 comentando los cambios realmente asombrosos que han tenido lugar en tecnología —y política— desde que Stanley Kubrick y yo almorzamos juntos en el Trader Vick’s el 22 de abril de 1964.

Y esto, espero, zanjará el asunto, al menos hasta 2010..., bueno, 2001...

NOTA DEL AUTOR

NOTA DEL AUTOR

La novela 2001, una odisea espacial fue escrita durante los años 1964-1968, y fue publicada en julio de 1968, poco después del estreno del filme. Como he descrito en Los mundos perdidos de 2001, ambos proyectos siguieron su curso simultáneamente, con realimentación en las dos direcciones. De modo que a menudo tuve la extraña experiencia de revisar el manuscrito después de haber visionado primeras copias de escenas basadas en una versión anterior de la historia... una forma estimulante, pero más bien ardua, de escribir una novela.

Como resultado de ello, existe un paralelismo mucho más próximo entre libro y filme del que se produce normalmente, pero hay también diferencias importantes. En la novela el destino de la espacionave Descubrimiento era Iapetus (o Japeto), la más enigmática de las varias lunas de Saturno. El sistema saturnal era alcanzado vía Júpiter: la Descubrimiento realizaba una aproximación al planeta gigante utilizando su enorme campo gravita

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