La berrea (Marqués de Sotoancho)

Alfonso Ussía

Fragmento

La_berrea-4.html

Las elecciones municipales...

Las elecciones municipales han dado un vuelco en Guadalmazán del Marqués. Los partidos emergentes han contribuido a ello. El PP obtuvo dos escaños, el PSOE dos, Ciudadanos uno, y Ganemos Guadalmazán, el sexto. PSOE y Ganemos Guadalmazán pactaron, Ciudadanos se abstuvo y el nuevo alcalde de mis predios es Lorenzo Molar Pérez, conocido aquí cariñosamente por Pichitas. Pichitas es el hombre de Podemos en Guadalmazán, hijo del Pichas y nieto del Pichón, que aquí las dinastías se respetan. El Pichas trabajó en casa de cortador de setos de boj, pero no lo hacía bien. Lo contratamos por ser hijo del Pichón, que fue un formidable mozo de cuadra de Papá.

Pichitas desea verme. Tomás, inquieto.

—Señor, que el encuentro sea aquí. Está muy chulito.

—Tomás, hay que ser respetuoso con los resultados de las elecciones. Aunque solo ha obtenido un escaño, el PSOE le ha dado la alcaldía. Y si el alcalde de Guadalmazán me llama, yo acudo respetuoso a su despacho.

Carmela me ha comprado ropa para visitar al alcalde de Podemos o Ganemos Guadalmazán, que es lo mismo. Una camiseta sin mangas negra con la estrella de cinco puntas estampada en el pecho, pantalones piratas envejecidos artificialmente y un par de chancletas. Cuando Tomás y Miroslav me han visto, han sufrido un síncope compartido.

—Usted no puede ir tan asquerosamente vestido, señor marqués. —Tomás.

—Honda decepción, señor. —Miroslav.

—Dejaos de bobadas. No entendéis la ironía. Se trata de una inteligente añagaza. Al verme de esta guisa, el Pichitas se apercibirá de mi adaptación a los nuevos tiempos. Miroslav, prepara la camioneta DKW que compramos en 1978 para trasladar los cerdos.

Carmela me ha vestido. Está sofocada de la risa, pero apoya mi estrategia.

—Mi amor, estás ridículo.

Imagen01.jpg

Curiosa estampa. Miroslav, con su uniforme de jefe de seguridad impoluto, sus condecoraciones serbias refulgentes, su gorra de vuelo alto —muy eslava—, bien encajada en la cabeza, y yo, a su lado, vestido de pijo marginal.

La gente del pueblo se detiene para comentar mi aspecto. Llegados al ayuntamiento, el conserje adjunto Topolino —es muy bajo— se dirige a mí con excesiva familiaridad.

—Un momento, compañero. Pasa a la sala de espera que voy a avisar al compañero alcalde que has llegado.

—Topolino, en la próxima Navidad, te olvidas de la cesta y del jamón de bellota.

—Perdón, señor marqués. Aguarde en la sala de espera, señor marqués. Siempre a sus órdenes, señor marqués.

—¿Te gusta mi aspecto?

—Me parece elegantísimo, señor marqués.

—Gracias, Topolino. Puedes pasarte en diciembre a recoger la cesta y el jamón de bellota.

Treinta minutos de espera. Al fin, Pichitas me abre las puertas de su despacho. Está peor vestido que yo, y un poco espeso, con la barba esa que les obligan a llevar para parecer más de izquierdas. No se ha dejado crecer la coleta porque tiene menos pelo que una bola de billar.

—Pasa, compañero.

—Enhorabuena por tu alcaldía.

—La democracia, compañero marqués, la democracia. Acomódate, que tengo que darte un pequeño disgusto.

—Estoy preparado, compañero munícipe.

—¿Qué?

—Munícipe.

—Vale.

Pichitas se ha sentado frente a mí. Apoya los pies en la mesa. Enciende un puro. Ha quitado la foto del Rey y preside su despacho un retrato de Nicolás Maduro.

—Compañero marqués. Con los votos a favor del PSOE, la abstención de Ciudadanos y los votos en contra de los fascistas del PP, tengo la suficiente mayoría para cambiar algunos de los nombres de las calles de Guadalmazán del Marqués, que pasará a denominarse «Guadalmazán del Pueblo» próximamente. Y lamento comunicarte, compañero, que el Paseo del Marqués de Sotoancho será el primero en ser eliminado. Es la democracia, compañero, la democracia.

—¿Y qué nombre ha decidido la democracia para sustituir al mío?

—Paseo de Messi. Soy un ardiente defensor de la independencia de Cataluña.

—Pero Messi no es catalán. Es argentino.

—Pero muy catalán de corazón. Lamento comunicártelo, pero así lo ha decidido la democracia.

—Estoy de acuerdo, compañero Pichitas, siempre que...

—Compañero, ya no soy Pichitas sino el señor alcalde.

—Si tu eres el señor alcalde, yo sigo siendo el señor marqués. Si soy el compañero marqués, tu sigues llamándote Pichitas.

—Correcto. Retomemos la conversación con la cortesía del tratamiento.

—Perfecto, señor alcalde. Me apresuro a adelantarle que asumiré todas las decisiones democráticas de este ayuntamiento. Pero simultáneamente, me honro en recomendarle que busque otro local. El edificio que alberga al ayuntamiento de Guadalmazán —todavía del Marqués— es de mi propiedad. Como bien sabe usted, desde los tiempos de mi abuelo se alquila cada año por una cantidad simbólica. Creo que en la actualidad por un euro al año, mediante contrato anual renovable en cada mes de diciembre. Como usted piensa cambiar la toponimia de la pequeña urbe, y eliminar la referencia a mi marquesado, no le renuevo el contrato y procedo al desahucio de la institución municipal. Por otra parte, si el Paseo del Marqués de Sotoancho, que así se llama desde hace ciento treinta años, pasa a denominarse Paseo de Messi, cierro el campo de fútbol, que también es mío, y el Sporting de Guadalmazán tendrá que competir en otra localidad.

—El pueblo se pondría en contra de usted.

—Pues que se ponga y tararí que te vi.

—No he dicho que se vaya a cambiar inmediatamente. He recurrido a la democracia, que es justa, pero no precipitada.

—En el próximo contrato de arrendamiento se añadirá una cláusula, porque de usted, señor alcalde, no me fío. Una cláusula que garantice que este pueblo, nacido y crecido a la sombra de mi familia, se llamará siempre Guadalmazán del Marqués. De no aceptar la cláusula, ya puede ir preparando su casa para albergar la sede municipal. Y respecto a mi paseo, lo mismo de lo mismo.

—Hombre, señor marqués, tampoco es para ponerse así.

—Me pongo así porque me sale ponerme así. Y si quiere algo de mí, ya sabe

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos