"¡Gracias, Cristina!" (Mauricio Macri)

Carlos M. Reymundo Roberts

Fragmento

PRÓLOGO

La ironía y el humor tal vez sean el arma más letal en la discusión política. Basta que en un debate de amigos uno logre despertar las carcajadas de los demás, para que se decrete el knockout. Perón lo veía con claridad cuando dijo que “de todos lados se puede volver, menos del ridículo”. Carlos Reymundo Roberts utiliza estos instrumentos como nadie. Y tiene que ser doblemente crítico. Primero, porque es esencialmente un periodista y no existe este maravilloso oficio sin la mirada sospechosa sobre la realidad del poder que siempre trata de ocultar lo que los periodistas tenemos la responsabilidad de revelar. Y después porque el humor oficialista no existe. No le causa gracia a nadie. Tiene que ser una chispa cuestionadora y creativa, que a Carlos le brota por los poros. Disfruto cada una de sus columnas. Por la chicana inteligente y por la profundidad editorial. Porque no intenta hacer reír con pavadas. Lo hace mientras va repartiendo sopapos a los corruptos, a los autoritarios y a los inútiles.

Es cierto que este país tiene una antigua tradición de humor político. Desde El Mosquito en 1863 y Caras y Caretas en 1898. Pero el desafío para Carlos hoy es muy superior. Porque tiene millones de competidores que en las redes sociales disparan 140 caracteres o memes que obligan a redoblar el ingenio. Este libro absolutamente recomendable y necesario para comprender por qué pasó lo que pasó arranca en su portada con cuatro palabras que lo definen todo: “¡Gracias, Cristina!” (Mauricio Macri). Va en la misma línea de una genialidad que me alegró el día y que quiero compartir con ustedes. En una entrevista ficticia, Carlos le pregunta a la exitosa abogada egipcia sobre las elecciones del 22 de octubre pasado:

—¿Está preparada para perder?

—¡Jamás! Me preparo para ganar. Incluso ya tengo listo el discurso. Esa noche voy a decir que es un triunfo del pueblo sobre el ajuste salvaje.

—¿Y si pierde?

—Voy a decir que el pueblo es salvaje y que se merece el ajuste.

Es sólo una muestra gratis del talento periodístico y humorístico de Carlos en estas ventanas de aire libre y puro que se publican en La Nación desde enero de 2010. Primero en la página de Opinión y, desde enero de 2011, en la página 2. Por eso sus textos tienen tanto rating en el papel y en el digital. Nadie quiere quedar afuera de sus ocurrencias ni de sus ideas sorprendentes. Y eso explica el éxito de sus libros anteriores, Aguanten los K y Del vamos por todo al vámonos todos, genialmente premonitorio porque fue publicado en 2013.

Cuando el personaje de Carlos dejó de ser kirchnerista, en junio de 2016, temí que sus textos perdieran algo del brillo que encandila. Pero por suerte no fue así. La gracia y el análisis se mantienen intactos.

Es un honor prologar este libro. Carlos es el señor del sarcasmo. Es uno de los periodistas más temidos y leídos por la clase política. Pega fuerte y en el lugar justo. Pero con talento y sonrisas.

ALFREDO LEUCO

QUÉ HORROR: CRISTINA EMPIEZA A DESPEDIRSE

28.02.2015

Soy un tipo de suerte: viví de cerca la preparación del gran discurso que dará mañana la señora en el Congreso. Obviamente va a improvisar, pero pidió que le acercáramos datos, cifras, ideas. Pidió incluso que algunos de esos datos fueran ciertos. Ella agarrará esa masa informe y le pondrá música y color. Como es su último mensaje ante la Asamblea Legislativa, quiere que sea histórico. Y lo será. Habrá anuncios, definiciones, sorpresas, perlitas… Están previstas unas 70 interrupciones por aplausos. Está previsto que se elogie unas 110 veces, que hable de Néstor, que se enoje, que se ría, que eleve a los altares y condene al fuego eterno. No está previsto que haga un minuto de silencio por Nisman. No es por Nisman. Es que odia el silencio.

Aquí va lo esencial del discurso, que refleja bien, pienso, el momento que está viviendo.

Señor presidente de la Asamblea, señores diputados y senadores del Frente para la Victoria, señores del Poder Ejecutivo, señores del Partido Judicial, argentinos y argentinas [gritos, ovación]. Hoy he venido a despedirme [gritos, llantos]. Pero todavía no se hagan los rulos: vengo a despedirme del Congreso [suspiros]. Si hay un ámbito democrático es éste. Yo, que fui elegida con el 54%, mando un proyecto a las 10 de la mañana, y allá por las 12 de la noche ya es ley. Una ley que expresa la voluntad popular. “Al pueblo lo que es del pueblo”, dijo Platón. O Néstor. O Piero.

Hoy estamos de fiesta. El país avanza, crece, se consolida. ¡Es un momento único! Le ha tocado a esta Presidenta, a esta arquitecta egipcia, a esta abogada exitosa, comandar una verdadera transformación. Empezamos con dos pesos y hoy somos ricos. Estoy hablando del país. El otro día lo pude comprobar en Berazategui, que es el conurbano profundo, un lugar en el que no se podía vivir. Y ahora, lo vi desde el helicóptero, se ha llenado de villas. ¡Ahora sí se puede vivir ahí!

Hagamos un repaso de nuestra realidad económica. La palabra que mejor define esta época es estabilidad. Se acordarán de la inflación, que andaba a los saltos. Ahora se ha estabilizado en 30%. Antes nos autoabastecíamos de petróleo, y ahora estabilizamos las compras de petróleo en el exterior. Antes derrochábamos energía eléctrica y ahora, con los cortes, conseguimos estabilizar el consumo. Antes estábamos en default, ahora también. Eso es estabilidad. Antes la pobreza crecía y crecía. Ahora desde hace tiempo no informamos sobre los índices de pobreza, para estabilizar el ánimo de los argentinos. ¡Antes había un Indec, que era un foco desestabilizador!

Repasemos la educación. Cuando llegamos al poder no había paritarias docentes. Un horror. Ahora hay. No habrá clases, pero hay paritarias. Repasemos la seguridad. ¿Escucharon el chiste? “La Argentina es un país seguro. Seguro que te roban.” Yo creo que es parte del boom del consumo. ¡Antes los ladrones entraban en las casas y no encontraban nada! Además, los robos vienen a ser una redistribución de la riqueza por otros medios. Es una fórmula que ha funcionado en todo el mundo.

Hablemos de narcotráfico. El Papa dijo que hay riesgo de mexicanización. Se equivoca, pero es lógico: hace mucho que está fuera del país. Hablemos de las Fuerzas Armadas. Antes eran golpistas. Ahora les están robando misiles, pistolas y balas. Es el plan Fierros para Todos. Hablemos de lucha contra la corrupción. Parece obvio, pero para que haya lucha tiene que haber corrupción. Yo me he puesto al frente. De la lucha. Mi hijo Máximo también. Tiene en la mira a ese juez Bonadio, que va a tener que explica

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