Arte y belleza en la estética medieval

Umberto Eco

Fragmento

1

INTRODUCCIÓN

Este libro es un compendio de historia de las teorías estéticas elaboradas por la cultura de la Edad Media latina desde el siglo vi hasta el siglo xv de nuestra era. Ahora bien, esta es una definición cuyos términos precisan ser definidos a su vez.

Compendio. No se trata de una investigación con pretensiones de originalidad, sino de un resumen y de una sistematización de investigaciones previas, entre las cuales figura también la llevada a cabo por el autor en su estudio sobre el problema estético en Tomás de Aquino (1956). En particular, este compendio no hubiera podido concebirse si en 1946 no se hubieran publicado dos obras fundamentales, los Études d’esthétique médiévale

1. Naturalmente en estos últimos cuarenta años, se han realizado ediciones críticas de muchos de los textos que Pouillon y Bruyne habían leído en manuscritos o en ediciones imperfectas, y otros textos han salido a la luz. Por otra parte, es triste que por lo menos los Études ya no estén en circula

12 introducción

Al ser un compendio, este libro pretende ser accesible incluso a quienes no son especialistas en filosofía medieval o en historia de la estética. Y para este fin, todas las citas latinas —y son muchas— cuando son breves son objeto de paráfrasis y cuando son largas van seguidas de la traducción correspondiente.2

Historia. Compendio histórico y no teórico. Como quedará claro también al final, lo que este libro persigue es ofrecer una imagen de una época, no una aportación filosófica a la definición contemporánea de la estética, de sus problemas y de sus soluciones. Esta precisión debería de bastar, y bastación, y desde hace mucho tiempo. Ni siquiera lo está la fundamental traducción española, publicada en 1958 por la Editorial Gredos de Madrid. Bruyne publicó posteriormente una síloge de su obra mayor, con el título L’ésthétique du moyen âge esta obra tiene el defecto de contener, por lo menos como regla, solo referencias a la obra mayor pero no a las fuentes.
Momenti e problemi di storia dell’estetica Art and Beauty in the Middle Ages Yale University Press, New Haven y Londres, 1986). La acogida que recibió, incluso por parte de lectores no especialistas, me persuadió para que lo volviera a presentar con su forma actual. Mucho se ha cambiado por lo que respecta al estilo, y se han llevado a cabo numerosos aligeramientos. Se ha intentado poner al día la bibliografía (en los límites de una aportación no estrictamente especialista, privilegiando obras de fácil accesibilidad). Se han vuelto a controlar muchas fuentes, se han añadido algunos párrafos, en especial en el capítulo sobre el simbolismo y la alegoría y en el de las doctrinas artísticas. Todo el capítulo 12 es sustancialmente inédito. Mientras que las responsabilidades teóricas son mías, el trabajo técnico de actualización (acompañado por críticas y objeciones de enjundia) ha sido posible gracias a la colaboración de Costantino Marmo, sin la cual no habría tenido el valor de retomar el texto originario. Estoy en deuda, naturalmente, con todos aquellos —citados en la bibliografía— que, a ciencia mía, han escrito sobre el mismo argumento después de 1959.

introducción 13

ría si esta fuera una historia de la estética clásica o de la estética barroca. Pero como la filosofía medieval ha sido objeto, desde el siglo pasado, de una reactualización que ha tendido a presentarla como philosophia perennis, todo discurso sobre la misma debe aclarar siempre sus propios presupuestos filosóficos. Aclaro: este estudio sobre la estética medieval tiene los mismos propósitos de comprensión de una época histórica que podría haber tenido un estudio sobre la estética griega o sobre la estética barroca. Naturalmente se decide estudiar una época porque se la considera interesante y se cree que vale la pena comprenderla mejor.

Historia de las teorías estéticas. Precisamente porque se trata de un compendio histórico no se pretende volver a definir, en términos aceptables también hoy, qué es una teoría estética. Se ha partido de la acepción más amplia del término, que tiene en cuenta todos los casos en los que una teoría se ha presentado o ha sido reconocida como estética. Entenderemos, pues, por teoría estética cualquier discurso que, con algún intento sistemático y poniendo en juego conceptos filosóficos, se ocupe de fenómenos que atañen a la belleza, al arte y a las condiciones de producción y apreciación de la obra artística; a las relaciones entre el arte y otras actividades, y entre el arte y la moral; a la función del artista; a las nociones de agradable, de ornamental, de estilo; a los juicios de gusto así como a la crítica sobre estos juicios y a las teorías y las prácticas de interpretación de textos, verbales o no, es decir, a la cuestión hermenéutica (visto que ésta atraviesa los problemas previos aunque, como solía suceder en la Edad Media, no concierne solo a los fenómenos denominados estéticos).

A fin de cuentas, en vez de partir de una definición contemporánea de estética e ir a verificar si en una época pasada tal definición era satisfecha (lo que ha dado lugar a pésimas historias de la estética), mejor partir de una definición lo más

14 introducción sincrética y tolerante posible, y luego ver qué se encuentra. Con estas intenciones, y tal y como otros estudiosos han hecho, se ha intentado en lo posible integrar los discursos teóricos puros con todos aquellos textos que, aun escritos sin intenciones sistemáticas (como, por ejemplo, las observaciones de los preceptistas de retórica, las páginas de los místicos, de los colectores de arte, de los educadores, de los enciclopedistas o de los intérpretes de las Sagradas Escrituras), reflexionan o influyen sobre las ideas filosóficas de la época. Y también, en los límites de lo posible y sin intenciones de exhaustividad, se ha intentado extrapolar ideas estéticas subyacentes en los aspectos de la vida cotidiana y en la evolución misma de las formas y de las técnicas artísticas.

Edad Media latina. Los discursos teóricos, fueran filosóficos o teológicos, la Edad Media los hizo en latín, y de lengua latina es la Edad Media escolástica. Cuando se empieza a hacer un discurso teórico en lengua vulgar, a pesar de las fechas, estamos ya fuera de la Edad Media, por lo menos en gran parte. Este compendio concierne a las concepciones estéticas expresadas por la Edad Media latina y no toca sino de pasada las ideas de la poesía trovadoresca, de los estilnovistas, de Dante (aunque para Dante se han hecho cuantiosas excepciones, en especial en el último capítulo), por no hablar de los que le suceden. Me gustaría anotar que en Italia estamos acostumbrados a colocar a Dante, Petrarca y Boccaccio en la Edad Media, a la espera de que Colón descubra América, mientras que en muchos países se habla ya de inicio del Renacimiento para estos autores. Por otra parte, para equilibrar las cosas, los mismos que hablan de Renacimiento para Petrarca, hablan de otoño medieval para el siglo xv borgoñón, flamenco y alemán, es decir, para los contemporáneos de Pico della Mirandola, Leon Battista Alberti y Aldo Manuzio.

Por otra parte, es el concepto mismo de «Edad Media» el introducción 15

que es arduo de definir y la misma y clara etimología del término nos dice que se inventó para encontrarles alojamiento a una decena de siglos que nadie conseguía colocar, dado que se encontraban a medio camino entre dos épocas «excelentes», una de la que ya nos enorgullecíamos mucho, y la otra de la que nos habíamos vuelto muy nostálgicos.

Entre las muc

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