Tu propósito de vida eres tú

Manuel Márquez

Fragmento

Prólogo

Prólogo

Llevo veinticinco años ayudando a que las personas consigan su propósito en la vida.

Me aflige enormemente que alguien dedique su existencia a un trabajo que le hace infeliz o, simplemente, consiga a medias eso que tanto desea de verdad. Entristece observar cómo las ilusiones y expectativas del principio, con el paso del tiempo, se ven sustituidas por un cansancio y escepticismo total. Solo el 30 % de las personas logra la vida que proyectaron, y el 70 % restante sigue esperando que algún día se haga realidad.

¿Sabías que el propósito de vida está codificado en un patrón matemático de tres pasos? ¿Y que, para conseguirlo, solo hay que aplicar una fórmula muy simple? De esto y mucho más hablaremos más adelante, pero antes quiero explicarte quién soy y cómo he llegado hasta aquí.

A los veintiséis años, tomé una decisión que cambiaría mi vida para siempre. Hasta entonces, había tenido un trabajo que no me satisfacía en absoluto. El mundo del autoconocimiento y la búsqueda de respuestas era innato en mí desde muy joven, pero me lo tomaba como un simple pasatiempo que me hacía más feliz. Me había formado de manera autodidacta en una disciplina que luego comentaré, pero que solo ejercía con amigos y sin ninguna intención de sacarle rendimiento alguno.

Disfrutaba enormemente cuando lo hacía, pero me resistía a que fuera relevante para mí. En ningún momento se me pasó por la cabeza que aquel entretenimiento pudiera convertirse en mi profesión.

En aquella época, el compromiso con el trabajo que me daba de comer era muy grande. Y el compromiso con la afición que llenaba mi espíritu, muy pequeño. Mucho más tarde, me di cuenta de este error. Un clásico: pones mucha energía en aquello que no te gusta y se la quitas a aquello que sí lo hace.

En definitiva, todo estaba más o menos en orden. Tenía una vida cómoda, una casa que me encantaba y una profesión que me incomodaba. Entonces, recibí una oferta laboral desde otra parte del país para desempeñar la misma labor que realizaba en Madrid. Y me pareció una buena idea cambiar de aires, conocer gente nueva, recibir otros estímulos... Ingenuo, ¿verdad?

Así fue como me marché a vivir al sur de España creyendo que, en un escenario distinto, sucederían cosas diferentes. Esperaba que un nuevo lugar me diera lo que yo mismo me negaba. Abandoné la empresa y la casa que tenía alquilada. Metí todo en un camión y, sin apenas dinero, llegué a mi destino. Alquilé un apartamento y me dispuse a iniciar mi nueva vida. Y, por supuesto, pasó lo que tenía que pasar: duré veinte días, los mismos que tardé en regresar. Veinte fueron los que necesité para percatarme de que el cambio había sido un inmenso error. Volví sin trabajo, sin dinero y sin un lugar en el que vivir. Y al hacerlo, fui consciente de que el mundo que conocía antes de marcharme se había esfumado.

Años después entendería que, cuando te alejas en exceso del camino elegido, tu consciencia corrige esa desviación mediante cualquier tipo de pérdida. Esta experiencia te devuelve al punto de origen, para que recuerdes quién eres y te hagas cargo de la vida que deseas.

Y al regresar, mi propósito me encontró. Aquella actividad que siempre fue un hobby me salvó la vida. Forzado por la necesidad, empecé a dedicarme de verdad a lo que realmente me gustaba. Aquello que siempre fue un pasatiempo se convirtió en el eje central de mi existencia. Fui consciente de que todo lo que haces por placer es en realidad tu destino, y quedarme sin nada fue lo mejor que me pudo pasar. Ahí comenzó mi vida de verdad.

Mi trabajo consiste en encontrar patrones de información codificados en nuestra fecha de nacimiento, nombre y apellidos. Soy numerólogo. Pronto descubrí que nuestro destino está escrito en los números, que nada sucede porque sí y que todo tiene su razón de ser.

Y te preguntarás: ¿quién escribe nuestro destino? La respuesta es «Nosotros». ¿Quién si no?

Tu vida tiene un propósito que fue elegido por ti. Alcanzarlo es la razón de que existas y estés aquí. Investigar y averiguar esos paquetes de información que te conducen al objetivo deseado es la misión que yo escogí para mí.

Según me adentraba en el misterioso mundo de los números, iba despertándose en mí un talento innato para averiguar y encontrar patrones de información en ellos. Poco a poco, y sin ser muy consciente de este proceso, mis investigaciones fueron dirigiéndose a responder las preguntas «¿Quién soy?» y «¿Cómo logro mi propósito, lo que vine a hacer aquí?», que se han convertido en el núcleo central de mis investigaciones.

Estos interrogantes nacen de un lugar muy profundo en nosotros. De una manera intuitiva, percibimos que son la llave para una vida plena. Si no te conoces a ti mismo, es imposible llegar adonde quieres. La identidad que venimos a manifestar es indisociable de la meta que nos propusimos alcanzar.

Comencé a realizar sesiones individuales. Un mundo nuevo por explorar donde me iba dando cuenta de la necesidad que tenían las personas de encontrar estas respuestas. De una forma u otra, la búsqueda del propósito siempre estaba implícita en sus peticiones. Comprobé el sufrimiento que provoca en uno mismo no atreverte a ser quien eres, ni a vivir de lo que quieres: confusión, pérdida de identidad, desorden emocional y desequilibrios varios. En definitiva, todos con un único punto en común: la falta de sentido que regía sus vidas.

El universo es inteligente y está compuesto de energía consciente. Este orden está implícito en todo lo que observas y el hecho de que no vivas de tu talento es, en realidad, una anomalía. Realizar tu vocación no debería ser algo extraordinario en sí mismo, sino más bien algo que sucediera de un modo natural y orgánico. Comprender que todo depende de ti y que está en tus manos es la mejor noticia que jamás podrás recibir. Eres el responsable de lo que no funciona en tu vida. Sé que esta afirmación escuece, pero no es un juicio: es una realidad.

¿Se te ocurre una noticia mejor que esta? Tú eres el problema y tú eres la solución, y a lo largo de este libro te explicaré qué te impide conseguir tus metas, aunque te parezcan inalcanzables y no sepas cómo llegar hasta ellas. Este mundo fue diseñado para que alcances los objetivos que te has propuesto.

Este libro pretende ser una hoja de ruta donde aplicar los fundamentos necesarios para lograr la vida que queremos. Cada capítulo representa una pieza del puzle con la que alcanzaremos dichas metas y donde explicaremos el significado que tiene cada una de ellas. Lo que vamos a mostrar es un sistema de trabajo que exigirá compromiso e implicación para conseguir los retos propuestos y, a medida que vayamos aplicándolo, comprobaremos cómo los resultados comienzan a aparecer. La idea es que resulte eminentemente práctico y podamos aplicar la información que nos brinda de manera fácil y precisa.

Hablaremos de la importancia de situarnos en la frecuencia adecuada para conectar con nuest

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