Empieza a vivir

rtve
Dr. Nicolás Romero

Fragmento

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PRÓLOGO

Me dijeron que RTVE apoyaba la publicación de un libro sobre nutrición que había escrito un compañero. Solicité un ejemplar y comencé a leerlo. Era diferente a otros. No parecía esquemático e interesaba por su calidez desde el principio. Nos pusimos en contacto con el autor desde «La aventura del saber» y le buscamos un hueco para grabarle una entrevista en el estudio. Para entonces ya tenía leído «Si te gusta comer aprende a adelgazar». La entrevista fue muy agradable y el doctor Nicolás Romero contestaba con amabilidad todas las preguntas. No pude resistirme:

—Los médicos nos aconsejáis siempre que nos sentemos tranquilos a comer, que elijamos bien la combinación de alimentos que vamos a tomar y que hagamos un ejercicio moderado todos los días.

—Sí, es verdad.

—Pero lo normal para un trabajador es comer aprisa lo que nos ofrece un restaurante con menú del día cercano al lugar de trabajo o dentro del lugar de trabajo y que no tengamos tiempo para otra cosa hasta el fin de semana. Y mucho menos para ir al gimnasio o andar y silbar alegremente durante al menos una hora cada día.

Nicolás sonrió y me dijo:

—Vale simplemente con seguir las indicaciones y los menús del libro.

—¿Sin ejercicio?

—Mejor con un ejercicio moderado, pero si no se puede, incluso sin ejercicio en un gimnasio y sin silbar. ¿Quieres comprobarlo?

¿Qué podía perder? Quizá no adelgazara, pero al menos no engordaría. Y, si lograba adelgazar solo un poco, mejoraría mi salud en cualquier caso. Desde el año 2001 yo había pasado de pesar 75 a 94 kilos, mucho peso para mi estatura (1,76 cuando me tallaron para la mili). Es decir, que cada año había engordado de media un kilo.

—Digo comprobarlo de cara al público. ¿Qué te parece? —Nicolás quería decir en el programa, de cara a la audiencia.

—Piénsatelo, puedes hacer el ridículo si no adelgazas —me alertó alguien del equipo.

Pero no me lo pensé mucho e iniciamos un taller semanal de salud conmigo de conejillo de Indias una semana después. El doctor Nicolás Romero llevaba al estudio una cinta métrica y un tensiómetro. Los compañeros de atrezo ponían un pequeño peso eléctrico. Y cada lunes comenzábamos el programa haciendo un seguimiento del plan de adelgazamiento trazado por Nicolás para mí. Esto permitía que cada semana complementáramos la información personal, que en realidad era una excusa, con una información médica general perfectamente aplicable a todo el mundo, que era el objetivo real del taller.

El resultado fue excelente desde el punto de vista de la audiencia. Y yo perdí veinte kilos. Más, llegué a perder veinticuatro.

—Ahora vamos a ver si no rebotas —me dijeron otros compañeros.

Y, de momento, no he rebotado. Han pasado dos años y peso 75 kilos.

Desde entonces hemos venido presentando ambos el taller de salud pública (que elabora él) cada lunes en La aventura del saber. Solamente paramos cuando las medidas contra la pandemia lo exigieron. A aquel primer libro, que fue un éxito de ventas, siguió por el mismo camino «Comer bien para bien estar», que también lo fue y consiguió pronto edición de bolsillo.

Este que tiene el lector en sus manos es el tercero: «Empieza a vivir». Se trata de un libro quizá más ambicioso que los anteriores porque ofrece un método personal con estrategias para enfrentarse a los desafíos generales de la vida humana hoy día. Y viene a poner remedio a los desequilibrios en los que andamos. Naturalmente, está basado en sus experiencias y conocimientos como médico. Algo muy conveniente para todos nosotros, porque a menudo estamos tan distraídos por las rutinas que se nos van imponiendo sin darnos cuenta, que nos olvidamos de lo principal: que somos un cuerpo.

Salvador Gómez Valdés

Director de La aventura del saber

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INTRODUCCIÓN

La verdad nos hace libres y más fuertes

Si algo hemos aprendido durante la pandemia, cuya evolución contamos cada semana en La aventura del saber, es que, llegados a este extremo, necesitamos un revulsivo que transforme nuestra mentalidad, que haga nuestra vida más satisfactoria y nos prepare para un futuro que, sin duda, volverá a sorprendernos. A raíz de mis intervenciones en el programa y de las conversaciones con su director, Salvador Gómez Valdés, sobre la aparición de distintos fenómenos de engaño y autoengaño durante la crisis sanitaria vivida, se me ocurrió la idea de elaborar los principios de un método que ayudase a la gente a empezar a vivir desde la verdad.

Pues bien, aquí está. Siguiendo este «Método de los cuatro autos» aprenderemos a cuidar de las joyas de la corona del organismo, que son el cerebro y el sistema inmunitario; nos conoceremos mejor para identificar nuestro talento potencial desarrollando habilidades y formando hábitos; sabremos quiénes de las personas que nos rodean nos refuerzan o nos minan la autoestima, y hablaremos de cómo ganar confianza para sentir que tenemos el control de nuestra vida. Aun cuando sea consciente de que el engaño propio y ajeno impregna casi todos los ámbitos de la sociedad, y parezca un contrasentido pensar que se pueda vivir sin utilizarlos, la evidencia científica nos revela que sí es posible hacerlo. Decirnos la verdad y practicarla nos hará más libres y fuertes para afrontar las crisis venideras.

Estoy muy contento. La expectativa de publicar el método me descarga de preocupación. Me mantendré en este estado entusiasta en cada una de las siguientes páginas, porque, de lo contrario, no podría siquiera sentarme a escribirlas. Solo si nos sentimos bien somos capaces de reflexionar, de crear, de construir. ¿Cómo podría alguien, atrapado por el miedo, la tristeza o la ira, escribir algo que mereciera la pena? Los sentimientos positivos no son la mera ausencia de emociones negativas; para las personas representan mucho más. Si el cerebro predice recompensas satisfactorias, se incrementa la dopamina en las neuronas y esta sustancia estimulará las funciones cerebrales y el sistema inmunitario. Cuando se empieza a vivir con verdad, los grandes beneficiados son el cerebro y el sistema inmune.

Método de los cuatro autos

Autocuidado. La inmunonutrición optimizará el sistema inmune y nos ayudará a cuidar nuestro cerebro. Dispondremos de la dieta inmune con todos los nutrientes necesarios. Aprenderemos las múltiples conexiones entre estos órganos, que son la joya de la corona del organismo.

Autoconocimiento. Conocer cómo estamos constituidos es clave para identificar nuestro talento y adquirir hábitos y habilidades que desarrollen ese potencial. Necesitaremos seguir un proceso de formación de buenos hábitos y entender nuestra identidad para mejorarla.

Autoestima. La elección de las personas que nos convienen se basa en si descargan o añaden nuevas preocupaciones a nuestra vida, si nos envidian o nos potencian, si nos maltratan o nos cuidan, si refuerzan nuestra autoestima o la minan.

Autoconfianza. Sentir que tenemos el control de nuestra vid

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