¡Consíguelo!

Pedro García Aguado
Jaume Serral Ventura

Fragmento

cap-1

1

¡Nos encanta superar retos!

 

 

Imagina que tienes la posibilidad real de cumplir tu sueño. Llámalo sueño, objetivo, reto o ambición. Puede que lo que busques sea un objetivo tan genérico como ser feliz (¿y quién no?), o que se trate de algo más concreto: cambiar de trabajo, dejar de fumar, perder peso, encontrar pareja, mejorar la relación con tus padres, aprobar los exámenes de la carrera o triunfar en unas oposiciones. A los humanos nos encanta fijarnos nuevos objetivos constantemente, por pequeños que sean.

Seguro que alguna vez has conocido a alguien que nunca se conforma con lo que tiene, que siempre subordina su felicidad a la satisfacción de nuevos deseos. Quizá tú eres una de esas personas y quieres empezar a sentirte satisfecho. O quizá ya te consideras bastante feliz, pero hay algún aspecto de tu vida que desearías mejorar. Para algunos, ese aspecto puede consistir en vivir en una casa enorme, y para otros sencillamente en poder descansar una hora al día en el sofá, dejando que pase el tiempo. Posiblemente pienses que pasar una hora en el sofá es mucho más fácil de conseguir que vivir en una casa enorme. ¿Estás seguro? A una alta ejecutiva de una multinacional, con una agenda de reuniones interminable, quizá le resulte más sencillo cambiar de residencia que desconectar su teléfono móvil una hora cada tarde. Sin embargo, habrá otras personas a las que les sobran las horas muertas, pero cada día sueñan con escapar de la estrechez de sus viviendas. Qué relativa es la felicidad, ¿verdad?

Una cosa está clara: todos los sueños merecen dar un paso hacia delante si son importantes para ti. Si realmente quieres cambiar o mejorar algún aspecto de tu vida, no hay razón para no intentarlo. Ni siquiera por la equivocada idea de creer que no lo conseguirás. ¿De verdad renunciarías a ese reto porque te parece demasiado ambicioso? ¿Te imaginas que los grandes inventores y científicos de la historia hubiesen tirado la toalla antes de empezar? ¡Todavía viviríamos en cuevas!

Piénsalo: te despiertas por la mañana, tomas un buen desayuno, te duchas, sales de casa, vas de un lado para otro, trabajas, estudias, te relacionas con otras personas de mil maneras distintas, te diviertes, vas al cine, vuelves a casa. Quizá no seas consciente de las comodidades de las que disfrutamos cada día, pero todo lo que hoy nos hace la vida más sencilla es gracias a que muchos locos dijeron en un determinado momento de la historia: «Quiero cambiar las cosas» o «puedo cambiar las cosas» o «necesito cambiar las cosas». Ahora no hace falta que te entretengas demasiado en la diferencia entre «querer», «poder» o «necesitar», entre «necesitar algo» y «tener la opción de hacer algo», pero más adelante verás que la precisión en el lenguaje es fundamental para entender cómo funciona la mente humana y, en consecuencia, cómo expresamos nuestras emociones.

Pero volvamos al principio: tienes un reto. A lo largo de nuestra vida acumulamos sueños y desafíos. Piensa en uno que hayas podido alcanzar. ¿Recuerdas cuando decidiste que querías hacer algo que parecía demasiado complicado? No importa lo que sea, lo que cuenta es que para ti fue un reto. Quizá lo conseguiste sin demasiado esfuerzo; en ese caso, ¡enhorabuena! Es posible que seas un genio (alguno hay) o que tuvieras suerte (no te fíes de ella). Pero si tuviste que dejarte la piel en ello, significa que eres consciente de que todo objetivo conlleva un proceso. La persona que quiere obtener el carnet de conducir sabe que el proceso consiste en ir a la autoescuela, realizar los test, hacer prácticas, y finalmente ponerse al volante (con un examinador detrás). Quien sueña con irse de vacaciones a una isla paradisíaca sin ser rico sabe que tiene que trabajar, ahorrar, planear el viaje y viajar. Parece fácil, ¿verdad? No nos engañemos, no lo es.

En cada objetivo hay un proceso para conseguirlo, eso es cierto, pero la complejidad de ese proceso depende de cada uno. ¿Ahorrar dinero? Claro, pero será mucho más difícil con un sueldo alto que con uno bajo. O si para ahorrar necesitas renunciar a otras cosas. Quizá no te gusta nada viajar solo y, además, necesitas encontrar a alguien que te acompañe. O te apasiona conocer sitios nuevos, pero te aterra volar. Lo mismo ocurre con sacarse el carnet de conducir: ¿por qué hay personas que aprueban a la primera y otras a la tercera? ¿Por qué algunos se ponen histéricos al volante y otros no? Es más, ¿qué hace que una persona se suba al coche sabiendo que va a aprobar y otros lo vean todo gris?

Cada persona es un mundo y una de las cosas que vamos a aprender es que no debemos juzgar a nadie ni creer que nuestra visión de las cosas es mejor que la de otros. Del mismo modo, aprenderemos que no somos menos válidos que otras personas solo porque la naturaleza nos ha hecho así, como si esta pudiera decidir qué capacidades tendrá cada individuo y luego nosotros no pudiéramos hacer nada para cambiarlo. Por supuesto, habrá aspectos importantes en los que la naturaleza nos lo haya puesto difícil: si sueñas con ser una estrella del baloncesto pero eres muy bajito, lo tendrás complicado; lo mismo que si quieres ser piloto de vuelos comerciales pero eres daltónico. Por lo demás, todo es susceptible de ser matizado e interpretado, pero de eso hablaremos más adelante. Ahora queremos que sigas con tu reto conseguido. ¿Lo recuerdas?

Tómate tu tiempo para recuperar el máximo de sensaciones posibles. Intenta recordar tu estado de ánimo cuando te enfrentaste a ese objetivo; seguro que la escena que ahora mismo tienes en tu mente contiene detalles que pueden parecer poco importantes, pero que ayudan a escenificar esos recuerdos. Por ejemplo, el lugar donde estabas, algún sonido, algún olor, una imagen, color o persona. Recupera todo eso y revive aquella situación. Cuando lo hayas hecho, intenta evocar cómo te sentías tras haber cumplido tu objetivo. ¿Lo celebraste? ¿Con quién? ¿Compartiste ese momento dorado con tu pareja? ¿Con tus padres? ¿Recuerdas la emoción? ¡Menudo subidón!

Si fuiste capaz de lograr un súper reto en el pasado, estamos seguros de que, con las técnicas adecuadas y confianza en ti mismo, puedes alcanzar nuevas y ambiciosas metas. No nos sirve que nos digas que nunca has superado ningún reto, porque no es cierto. Si necesitas más tiempo para pensar, hazlo; si es necesario, retrocede en el tiempo hasta tu infancia o adolescencia, no hay prisa. Es posible que si recuerdas un gran objetivo cumplido cuando eras pequeño, podrás ir recordando otros objetivos posteriores.

Antes de continuar queremos avisarte de que no vamos a tomarte el pelo, ni a convencerte de que el ser humano puede conseguir cualquier cosa que se proponga. Las personas somos capaces de convertirnos en gigantes si trabajamos en ello, de sacar fuerzas de donde no las hay pero somos seres humanos y tenemos nuestras limitaciones. Si tu sueño es establecer una relación con ese chico o esa chica que tanto te gusta, podemos ayudarte a que confíes en ti mismo, a destruir los muros que has levantado a tu alrededor, incluso a mejorar tu afinidad con esa persona, a hablarle en su propio lenguaje, a averiguar si él o ella siente algo por ti. Pero debes tener claro que en este caso son dos las personas implicadas, y las dos debéis sentir algo el uno por el otro. No obstante, te animaremos a que des ese paso y si las cosas no s

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