Mucho más de 999 recetas sin bobadas

David de Jorge
Martín Berasategui

Fragmento

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Para Oneka, Eli y Ane, con mucha hambre

Para los telespectadores, a los que llevamos tantos años fastidiando la siesta

 

«De todos los libros creados desde tiempos remotos por el talento y la industria humanos, solo los que tratan de la cocina escapan, desde un punto de vista moral, a toda sospecha. Podemos debatir, y hasta desconfiar, de la intención de todos los demás pasajes en prosa, pero el propósito de un libro de cocina es único e inconfundible. Es inconcebible que su objetivo sea otro que acrecentar la dicha de la humanidad.»

JOSEPH CONRAD

«Todas las amas de casa tienen algún libro de cocina. Podrán emplear muchísimas fórmulas a los productos que decimos debemos comprar. La vida es realmente difícil, pero no la hagamos más difícil con nuestra incompetencia. A ayudarla, querida ama de casa, ha venido este libro que esperamos sea para beneficio suyo.»

JOSÉ MARÍA BUSCA ISUSI

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A LOS LECTORES

Muchos recuerdos de infancia están contenidos en el televisor que teníamos en casa y que tan solo se encendía con notas decentes, orden en el dormitorio o cuando zampabas, sin rechistar, el plato entero de acelgas con patatas. Martín, además, nunca la vio en el salón de casa, porque su único lugar de entretenimiento y labor fue el viejo Bodegón y allá pasó los días trasteando, rodeado de cazuelas y un ambiente fabuloso que convirtió en su mejor universidad. La tele, entonces, la ponía en marcha un adulto y jamás se enchufaba sin permiso, ni aun boxeando Urtain o jugando la Real Sociedad en el viejo Molinón.

Además de los anuncios de champú de la televisión francesa, llenos de tetas y desmelene, estos dos artistas se entretuvieron con todas las emisiones de cocina que pillaron en antena, alimentándose del descaro de la cocina de los mosqueteros de Maite Ordoñez, de los rapapolvos divulgativos y agitados de Jean-Pierre Coffe, de la sonrisa de Anne-Marie Peysson, del olor a cebolla y ajo de Elena Santonja, del reporterismo audiovisual de Rick Stein, Jean-Luc Petitrenaud, Keith Floyd o Labordeta, y de un nuevo canal, EITB, la tele pública vasca, que arrancó sus emisiones un día de diciembre de 1982 y que incluyó siempre en programación un «menú del día» lleno de sabor y de sofritos. Nunca una «parrilla» televisiva tuvo tanta gelatina de cocina, y, la verdad, les lució mucho la melena trabajando en una cadena que parió monstruos de la talla de Karlos Arguiñano o Pedro Subijana, que se esforzaron por entrar en los hogares sonriendo, armados de cuchillos cebolleros. Ellos abrieron una brecha por la que se colaron Martín y David, que aún hoy la siguen armando allá donde se plantan, pues son muchas las estrellas Michelin que los avalan y un buen puñado de aventuras las que mantienen vivas, en prensa escrita, radio o televisión.

Las recetas que encontraréis en este libro son herencia de los viejos números de Cuisine et Vins de France, del reporterismo escrito de Perucho, Chirbes, Luján, Cunqueiro, Jim Harrison y M. F. K. Fisher, de las revistas mensuales de Yves Thuriès, de la cocina de mercado de Paul Bocuse, de las fichas coleccionables del Madame Figaro, del grueso tomo La cocina vasca, de Rafael García Santos, de la colección de volúmenes de grandes chefs editados por Robert Laffont o de la precisión de José María Busca Isusi, Patricia Wells o José Castillo, autores de libros reveladores.

Son muchísimas, más de mil fórmulas, las de este libro editado en 2012, revisado, puesto al día y ampliado con muchas recetas cocinadas en el programa Robin Food, que en el transcurso de los más de mil doscientos capítulos emitidos en ETB2 y Tele5 se guisaron pensando en que harían felices a vuestros hijos, madres, mujeres, maridos, novios y amigos, descubriéndoles una cocina sabrosa, simple y sin complejos con la que disfrutar y divertirse; así de sencillo. A todos nos chiflan la piel crujiente del asado del domingo, los bocadillos chorreantes, las sopas lujuriosas, los postres a reventar de crema y nata, los guisos, las pepitorias, los escabeches y las elaboraciones en cazuela, sin dejar de lado las bebidas generosas, las conservas, los congelados y todo tipo de artillería de cocina aderezada sin tonterías, sin ingredientes difíciles de encontrar ni elaboraciones sumamente complejas.

Este es un libro feliz de una década prodigiosa, parido para alegrarle la existencia al prójimo, explicado telegráficamente, sin rodeos y filtrado a través del humo que desprenden los pucheros, el sentido común, el buen humor, el apetito y otras argucias infalibles del mejor chef del mundo mundial, Martín Berasategui, y el más disparatado y dicharachero guisandero, David de Jorge. ¡Nunca pudieron soñar pasarlo tan bien trabajando, después de tantos años de camaradería! Son amigos y socios y llevan toda la vida demostrándose el uno al otro que no hay lujo mayor que gozar juntos cocinando, repartiendo buen rollo y felicidad.

¡Garrote!, ¡viva Rusia! y ¡hasta la victoria, siempre!

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SI TIENES PROBLEMAS

Antes de ponerte manos a la obra lee con atención, tantas veces como sea necesario, la receta que vayas a currarte y no te arrugues. Todo el mundo puede cocinar si se lo propone. Cuando lo tengas claro, reúne los ingredientes, anuda tu delantal, pilla un trapo y disfruta como un caimán, pues cocinar conecta con el centro de la Tierra y te convierte en aventurero.

Quizá alguna receta se te atraviese, no la entiendas o no la consigas descifrar correctamente. ¡Que no cunda el pánico! ¡No te agobies! A nosotros también se nos queman las cebollas, muy de vez en cuando, así que insiste y verás París. Es normal que no te salga a la primera; a la segunda vencerás y una tercera triunfarás, así que ten paciencia y, si te asalta la curiosidad, conecta un dispositivo electrónico, teclea la siguiente dirección en internet y encuentra en Robin Food TV el vídeo que corresponda a cada uno de los platos contenidos en este recetario:

http://www.daviddejorge.com

Bucea en la red y localiza nuestros programas en muchas otras plataformas; descárgalos o visualízalos para disfrutarlos cómodamente en tu pantalla, tableta o teléfono personal. ¡Sigue paso a paso las elaboraciones y lo conseguirás!

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PINCHOS & TAPAS

 

 

BANDERILLA «GILDA»

 

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