Créditos
Título original: Dragonsbane
Traducción: Márgara Averbach
Ilustraciones de cubierta e interiores: Marina Vidal
1.ª edición: abril, 2017
© 1985 by Barbara Hambly
© Ediciones B, S. A., 2016
Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)
www.edicionesb.com
ISBN DIGITAL: 978-84-9069-698-9
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Contenido
Portadilla
Créditos
Dedicatoria
Bel y sus alrededores
El dominio del rey
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Dedicatoria
Para Allan
Bel y sus alrededores
El dominio del rey
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A menudo los bandidos acechaban entre las ruinas de la antigua ciudad en la encrucijada. Esa mañana Jenny Waynest calculó que había tres de ellos.
Ya no estaba segura de que fuera cosa de magia, tal vez era simplemente la habilidad, el instinto del habitante de los bosques para detectar el peligro, ese instinto que desarrollaba cualquiera que hubiera llegado a adulto en las Tierras de Invierno. Pero cuando tiró de las riendas al llegar a los primeros muros en ruinas, donde sabía que aún la ocultaba la mezcla de niebla otoñal y penumbra matutina bajo los árboles más frondosos de la selva, advirtió al instante que las bostas de caballo en la arcilla húmeda del camino estaban frescas, libres de la helada que bordeaba las hojas a su alrededor. Notó también el silencio en las ruinas frente a ella: no se oía ni el susurro de un conejo por entre la retama que cubría la colina que había ocupado la vieja iglesia, la iglesia consagrada a los Doce Dioses que amaban los antiguos reyes. Le pareció oler el humo de un fuego escondido cerca de las ruinas de la posada de la encrucijada, pero las gentes honestas se habrían acercado directamente, dejando una huella en las redes de rocío que cubrían la maleza de los alrededores. Luna, la yegua blanca de Jenny, levantó las largas orejas al oler otros animales y Jenny le musitó algo para que guardara silencio mientras le alisaba la desordenada crin contra el cuello. Había estado buscando esos signos