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Sobre este eBook

Publicado originalmente en Gran Bretaña en 2023 por Dorling Kindersley Limited DK, One Embassy Gardens, 8 Viaduct Gardens, London, SW11 7BWParte de Penguin Random HouseTítulo original: Ancient Rome Primera edición 2023Copyright © 2023 Dorling Kindersley Limited© Traducción en español 2023 Dorling Kindersley Limited Servicios editoriales: deleatur, s.l. Traducción: José Luis López AngónImportado en el EEE por Dorling Kindersley Verlag GmbH. Arnulfstr. 124, 80636 Múnich, AlemaniaTodos los derechos reservados. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la Ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual.ISBN: 978-0-2416-3697-8Impreso en Emiratos Árabes UnidosPara mentes curiosas www.dkespañol.comCoordinación editorial Edición artísticaEdición artística de proyectoEdiciónDiseñoCoordinación de CGI Nuevas CGICoordinación artísticaDirección editorialProducción editorialDirección de producciónIconografíaDirección de desarrollo de cubiertasDirección de publicacionesSubdirección de publicacionesDirección artísticaDK LondonStephanie Farrow y Christine StroyanGadi FarfourKatie CavanaghDaniel Byrne, Ian Fitzgerald, Andrea Page y Alison Sturgeon Daksheeta PattniPhil GamblePeter Bull Art StudioLee GriffithsGareth JonesAndy HilliardRachel NgSarah SmithiesSophia M.T.T.Jonathan Metcalf Liz WheelerKaren Self
contenido
COORDINACIÓN DE LA EDICIÓN EN ESPAÑOLMarina AlcioneEduard SepúlvedaCoordinación editorialAsistencia editorial y producciónEste libro se ha impreso con papel certificado por el Forest Stewardship CouncilTM como parte del compromiso de DK por un futuro sostenible. Para más información, visitawww.dk.com/our-green-pledge.
La República en crisis133 –27 a. C.El camino a la autocracia 102Malestar social 104La guerra de Jugurta 106Sila108La tercera guerra servil 110La conquista de la Galia 112Vida en las calles de Roma 114Un paraíso en la tierra 116Cicerón 118Festejar a los dioses 120Dioses domésticos 122Creaciones talladas 124Pompeyo el Grande 126La guerra civil de César 128Monedas 130El calendario romano 132La batalla de Accio 134Comer como un romano 136La Pax Romana 138El Ara Pacis 140Livia Drusila 142Virgilio, Horacio y Ovidio 144La colina Palatina y el Circo Máximo 146Medicina 148Muerte y enterramiento 150El vaso Portland 152Los romanos en Germania 154La República romana 509 –133 a. C.De ciudad-estado a superpotencia 40Patricios y plebeyos 42Conquistador conquistado 44Teatro, música y danza 46Dioses y diosas 48Pueblo y poder 50El ejército romano 52La conquista de Italia 54Ser ciudadano romano 58Sacerdotes y religión 60El papel de los cónsules 62El Foro romano 64La toga 68Mujeres romanas 70La ciudad y el campo 74La conquista de Grecia 76Villa con atrio 78Armas y armadura 80Las guerras púnicas 82El cursus honorum 86Esclavismo 88La conquista de Hispania 90Gobernar las provincias 92El pan de cada día 94Símbolos 96Pintura mural romana 98Introducciones 8Cronología de gobernantes 10La monarquía romana 753 –509 a. C.Una ciudad nacida de la leyenda 14La Edad del Hierro italiana 16La civilización etrusca 20Fundación mítica de Roma 22Los reyes de Roma 24Pueblos de la antigua Italia 26Gobernar Roma 28El arte del alfarero 30Religión primitiva 32La lengua latina 34Se instaura la República 36

La caída del Imperio romano occidental395 –476Decadencia y caída 276Constantinopla 278Migraciones germánicas 280El saqueo de Roma 282Orfebrería 284Últimas emperatrices 286Atila el huno 290El final de la Europa romana 292Ciencia y conocimientos 294Ley y justicia 296Arquitectura perdida 298Fin del Imperio occidental 300El Imperio bizantino 302Un Imperio en transición 192–395Crisis y cristianismo 226La guardia pretoriana 228El Tondo Severiano 230Cultos romanos 232Arte paleocristiano 234Termas de Caracalla 236La niñez en Roma 238Historiadores romanos 240Leptis Magna 242La guerra de Palmira 244Trabajar la tierra 246El Imperio de Aureliano 248Las guerras persas 252La tetrarquía 254El sarcófago de Portonaccio 256Vindolanda 258Constantino el Grande 260El auge del cristianismo 262Los Triunfos romanos 264Cristalería 266Moda y belleza 268Viejas y nuevas religiones 270Filosofía romana 272El apogeo del Imperio 27 a. C. –192 d. C.Expansión imperial romana 158Un imperio creciente 160Roma grandiosa 162El poder de las palabras 166Cómo escribían los romanos 168El escifo de Tiberio 170Claudio 172El límite del Imperio 174Arquitectura romana 176Agripina la Menor 178El Gran Camafeo de Francia 180Amor, sexo y matrimonio 182Nerón 184La Domus Aurea 186Las guerras de los judíos 188La erupción del Vesubio 190Juegos extravagantes 192El Coliseo 194Luchar por su vida 198Ingeniería imperial 200El Panteón 202El Muro de Adriano 204El arte del mosaico 206Los romanos en Egipto 210El corazón de Roma 212La Columna de Trajano 214Portus 216Adornar el Imperio 218Recorrer el Imperio 220Marco Aurelio 222Historia de Roma y del mundo 304Glosario 306Índice 308Agradecimientos 318

ColaboradoresAndrew James SillettProfesor del Departamento de Literatura Latina e Historia Romana en la Universidad de Oxford, donde imparte clases en Brasenose y St. Hilda’s College. Escribió su tesis sobre la recepción de Marco Tulio Cicerón en el Imperio romano temprano. Su investigación se centra principalmente en la vida y obra de Cicerón, e incorpora la literatura, historia, política y filosofía de la República romana tardía.Matthew NichollsProfesor adjunto en St. John’s College de Oxford y profesor invitado de Clásicas en la Universidad de Reading, Matthew Nicholls ha escrito extensamente sobre libros, cultura intelectual y bibliotecas públicas en el mundo romano. También ha desarrollado un modelo digital en 3D de la antigua Roma, usado para este libro y para un reconocido curso en línea de la Universidad de Reading, por el cual ha recibido varios premios a la labor docente.ASESORESLaura Aitken-BurtTras estudiar Arqueología e Historia Antigua en la Universidad de Oxford, pasó a enseñar Clásicas, Historia y Política en Londres. Arqueóloga y autora de libros de texto de historia, también es asesora para medios audiovisuales y escritos. Con sus estudios, entrevistas y documentales intenta dar a conocer al público general relatos hasta ahora desconocidos.Alex AntoniouTras completar su licenciatura en Historia Antigua en la Universidad de Adelaida (Australia) y el doctorado en el University College de Oxford, fue investigador asociado en la Facultad de Clásicas de Oxford. Su investigación se centra en el sacerdocio romano, la evidencia del culto al emperador en la península itálica y el papel de los prodigios (sucesos naturales extraños) sobre la religión en Roma y el Imperio.Jeremy ArmstrongProfesor asociado de Clásicas y de Historia Antigua en la Universidad de Auckland, se especializó en la Italia arcaica y la primera Roma. Sus campos de interés incluyen la historia general y la arqueología de la República, la guerra en la Antigüedad, la formación del estado, economía e historiografía. Su investigación analiza también aspectos de la primera sociedad romana como industria, economía y cultos oficiales.Kevin FeeneyProfesor contratado de Clásicas y de Historia Antigua por la Universidad de Auckland, obtuvo su licenciatura y un máster en el Trinity College de Oxford, y el doctorado en la Universidad de Yale antes de ser profesor asociado visitante de Estudios Clásicos en la Universidad de Fairfield, en Connecticut. Su investigación se centra en la historia política, legal y administrativa del Imperio romano tardío, así como en la historia religiosa y social de la Antigüedad tardía.Liz GloynProfesora de Lengua y Literatura Latinas en el Royal Holloway de la Universidad de Londres, dedica su investigación a las intersecciones entre literatura latina, filosofía y estudios de género, centrándose en enfoques innovadores, en particular desde una perspectiva feminista, sobre textos conocidos. También se ha especializado en las representaciones en los medios actuales del mundo antiguo.Kieren Johns Completó su doctorado en el Departamento de Clásicas e Historia Antigua de la Universidad de Warwick, y trabaja para la Academia Británica. Su tesis examinó la representación epigráfica de los emperadores Severos. También se interesa por el estudio de la memoria colectiva en la Antigüedad, el uso político del arte y la arquitectura en las ciudades antiguas y la representación en la cultura moderna de los líderes de la Antigüedad.Olivia ThompsonAsistente de Clásicas en el Corpus Christi College de Oxford antes de completar una licenciatura en enseñanza de Historia Griega y Romana en el Balliol College de Oxford, donde realiza un doctorado en Historia Antigua sobre la retórica de la administración del hogar en el debate político romano. Sus intereses abarcan la historia política, social y cultural de los periodos republicano e imperial temprano, y la historia de la erudición.AUTORES Y ASESORES ESPECIALIZADOS▷ Fresco de la higueraEste fresco de la Casa del Huerto en Pompeya data del siglo i d. C. Muestra una serpiente enroscada a una higuera y es posible que simbolice prosperidad y regeneración.

8 | △ Encontrado en 1937 en las ruinas de una villa en Dafne-Harbiye, cerca de Antioquía (actual Turquía), este suelo de mosaico tenía en su centro el busto de una mujer, tradicionalmente identificada como Primavera, tocada con una corona de flores y una guirnalda floral sobre el hombro izquierdo.

Matthew NichollsLa antigua Roma fue una cultura intensamente visual. Magníficos edificios públicos caracterizaban sus ciudades y pueblos; las viviendas privadas –ya fuesen casas urbanas o villas rurales– estaban adornadas con frescos y mosaicos en los reconocibles estilos romanos. En la época imperial, monedas y estatuas llevaban el busto del emperador a cada rincón del vasto Imperio.Los romanos adoptaron un estilo naturalista de retrato y los principios de la arquitectura clásica de los griegos. También compartían la idea griega del arte como expresión del potencial humano y de su relación con lo divino. A medida que el Imperio crecía en tamaño y prosperidad, los romanos absorbieron muchas otras influencias, y en ingeniería y arquitectura desarrollaron técnicas propias, utilizando la económica construcción de hormigón para levantar puertos, acueductos, casas de baños y otras instalaciones de una escala y sofisticación sin precedentes. La misma Roma creció hasta ser una ciudad de cerca de un millón de habitantes, con la infraestructura necesaria para alojarlos, alimentarlos y entretenerlos, llevarles agua potable y retirar sus desechos.En mi investigación y mi labor educativa he creado y utilizado reconstrucciones en 3D basadas en fuentes escritas y visuales que incluyen literatura, mapas antiguos, arqueología, inscripciones y las imágenes de las monedas. En este libro he colaborado con artistas y diseñadores para dar vida a alguna de esas reconstrucciones, presentando de forma vívida y nueva cómo vivieron, trabajaron y construyeron los romanos, y qué aspecto tendría para ellos su capital y algunas de sus construcciones más impresionantes. Espero que junto con la rica selección de imágenes de otro tipo, las ilustraciones CGI de este libro ofrezcan al lector una nueva visión de la arquitectura, la ingeniería, los logros artísticos, así como de la vida cotidiana del mundo antiguo romano y sus pobladores. | 9Andrew James SillettEn la cima del Imperio romano, un viajero intrépido podía pisar exclusivamente territorio romano mientras viajaba de Inglaterra a Irak, del mar Negro al estrecho de Gibraltar o de Viena por el Danubio a Asuán por el Nilo. Viajar a lo largo del Imperio romano suponía desplazarse por una red: un entramado de relaciones en el que cada ciudadano –desde un jornalero exesclavo al propio emperador– estaba enlazado en un complejo sistema de favores, obligaciones y reciprocidad. El tema de este libro es la formación de estas relaciones, la transformación del pueblo y el paisaje del mundo romano, y las voces y experiencias de quienes lo habitaban.Estamos habituados a oír relatos sobre las conquistas romanas y la «romanización» cultural, pero la historia que debemos contar es una de negociación y adaptación. De un periodo a otro y de región a región, lo que significaba parecer, vestir, actuar y desarrollarse como romano cambió de forma constante. A los fundadores de la República, el mármol reluciente del Foro del emperador Augusto les habría parecido impensablemente ajeno; mientras que para la emperatriz Teodora, habituada a la ciudad de Constantinopla y sus iconos cristianos, las figurillas de arcilla de Júpiter, Juno y Minerva de los templos frecuentados por los ciudadanos de la primera Roma habrían resultado primitivas y heréticas. Y ninguno de ellos podría afirmar que era más romano que los otros.La cultura «romana» era una serie de hibridaciones forjadas a través del conflicto armado y la solución negociada. Lejos de conceptualizar Roma como una destructora y trituradora de culturas locales, este libro aspira a mostrar cómo la identidad singular de los romanos se desarrolló mediante la interacción con otros pueblos y cómo fue moldeada por las tradiciones religiosas y sociales de aquellos con los que se encontraban. Esperamos que la Roma que el lector encuentre en este libro refleje esa vibrante fuerza cultural de talento e ingenio.
Introducciones

Cronología de gobernantes
Los varones romanos tenían al menos dos nombres: el praenomen (primer nombre) y el nomen (nombre de familia, o gens). Muchos tenían además un tercer nombre, o cognomen, que podía ser un apodo o indicar una subrama familiar. Por ejemplo, el estadista Publio Cornelio Escipión era Publio del clan Cornelio, y «Escipión» por la palabra latina que designaba el bastón que portaba un general triunfante. Cuando Escipión derrotó a Aníbal en la batalla de Zama (202 a. C.), en el Túnez actual, se le otorgó un segundo cognomen (o agnomen), Africano, para exaltarlo como «conquistador» de África.CONVENCIONES ONOMÁSTICAS ROMANASA lo largo de su historia, Roma fue dirigida por reyes, cónsules y emperadores, extraídos normalmente del mismo conjunto de poderosos clanes; pero hacia el siglo d. C., para los aspirantes a emperador a menudo fue más importante el poder militar que las conexiones familiares.El Imperio romanoLos reyes de RomaPor tradición, en sus primeros años, Roma fue regida por siete reyes. La ciudad creció bajo sus regímenes, pero al final rechazó el control monárquico.Rómulo (753–715 a. C.) La ciudad recibió el nombre por su legendario fundador.Numa Pompilio (715–672 a. C.)Tulio Hostilio (672–640 a. C.)Anco Marcio (640–616 a. C.)Lucio Tarquinio Prisco (616–578 a. C.) Fue el primero de los tres reyes etruscos de Roma.Servio Tulio (578–534 a. C.) Constructor de las murallas servianas de Roma; introdujo la acuñación de moneda.Lucio Tarquinio el Soberbio (534–509 a. C.) Último rey de Roma, muy impopular, perdió el poder en un golpe de Estado.La República romanasupremo para dirigir los ejércitos romanos en una época de crisis. Tras derrotar al enemigo, renunció al poder para regresar a su hacienda.Marco Furio Camilo (401, 398, 394, 386, 384, 381 a. C.) Seis veces cónsul, cuatro dictador y vencedor en cuatro Triunfos, Camilo fue llamado el «segundo Rómulo» de Roma por sus victorias militares y sus reformas políticas, que permitieron la elección de plebeyos como cónsules.Apio Claudio el Ciego (307, 296 a. C.) Constructor del primer acueducto y la primera vía pavimentada de Roma, también introdujo la ley que permitía que hijos de exesclavos accedieran a senadores.Publio Cornelio Escipión el Africano (205, 194 a. C.) En la segunda guerra púnica, Escipión derrotaría a Aníbal, el gran enemigo de Roma.Cayo Mario (107, 104–100, 86 a. C.) Gran líder militar, fue cónsul siete veces. El final de su carrera estuvo marcado por una enconada rivalidad con el general Sila.Marco Tulio Cicerón (63 a. C.) Como cónsul «salvó» Roma al descubrir un complot del noble renegado Catilina para hacerse con el poder. Más tarde, en las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César, fue asesinado por orden de Marco Antonio.Cayo Julio César (59, 48, 46–45, 44 a. C.) Exitoso general y primer romano nombrado dictador de por vida.Tras la abolición de la monarquía, cada año se elegían dos cónsules para supervisar la ciudad. En la época republicana hubo más de mil. Estos son algunos de los más notables.Lucio Junio Bruto (509 a. C.) Bruto, uno de los fundadores de la República, murió ese mismo año luchando para proteger el Estado que había ayudado a establecer.Espurio Casio Vecelino (503, 495, 486 a. C.) Exitoso y popular general, lo que en 485 a. C. condujo a su ejecución, al parecer por tramar un golpe de Estado.Apio Claudio Sabino Regilense (495 a. C.) Oponente conservador a los derechos plebeyos, sus descendientes incluyen a los emperadores Julio-Claudios Tiberio, Calígula y Claudio.Lucio Quincio Cincinato (460 a. C.) Modelo de virtud republicana, Cincinato recibió el poderEn época imperial, hombres de todas clases gobernaron vastos territorios. En el proceso, el poder se desplazó de Roma hacia el este.Augusto (27 a. C.–14 d. C.) Primer emperador romano, reinó cuatro décadas y fundó la dinastía Julio-Claudia.Tiberio (14–37) Impopular entre los ciudadanos romanos, desde el año 26 d. C. dirigió el Imperio desde la isla de Capri.Calígula (37–41) Su crueldad y excesos llevaron a un grupo de oficiales, senadores y cortesanos a organizar su asesinato.Claudio (41–54) Amplió el Imperio al conquistar parte de Britania.Nerón (54–68) Su prometedor comienzo como emperador dejó paso a la desintegración y, enfrentado a la rebelión, al suicidio.753–509 a. C.509–27 a. C.27 a. C.–476d. C.El «año de los cuatro emperadores» (68–69) Legiones en distintas zonas del Imperio proclamaron en rápida sucesión a Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano.Vespasiano (69–79) La dinastía Flavia que fundó –y que incluyó a sus hijos Tito (79–81) y Domiciano (81–96)– conquistó Jerusalén y construyó el Coliseo.Nerva (96–98)Trajano (98–117) Bajo su reinado el Imperio alcanzó su máxima extensión.Adriano (117–138) Constructor del Muro de Adriano y reconstructor del Panteón.Antonino Pío (138–161)Marco Aurelio (161–180) Escribió Meditaciones, un clásico de la filosofía estoica. Compartió partes de su reino con su hermanastro Lucio Vero (161–169) y con su hijo Cómodo (177–192).◁ Vespasiano, el primer emperador sucedido directamente por su hijo biológico.10 | 
CRONOLOGÍA DE GOBERNANTES | 11El «año de los cinco emperadores» (193) Cinco hombres reclamaron el título de emperador: Pertinax, Didio Juliano, Pescenio Níger, Clodio Albino y Septimio Severo.Septimio Severo (193–211) Primer emperador de origen africano y fundador de la dinastía Severa. Compartió parte de su reinado con sus hijos, Caracalla y Geta.Caracalla (198–217) Otorgó la ciudadanía a todos los hombres libres del Imperio. Asesinó a su corregente, Geta (209–211).Macrino (217–218)Heliogábalo (218–222) Alejandro Severo (222–235) El último gobernante Severo.La «crisis del siglo iii» (235–284) La muerte de Alejandro Severo inició un periodo de inestabilidad en que el Imperio se escindió en tres estados rivales: el Imperio galo, el Imperio de Palmira y el Imperio romano, que en este tiempo vio pasar más de 20 emperadores y casi colapsó. Aureliano (270–275) El emperador más notable de este periodo reunificó el Imperio conquistando Palmira y la Galia. También levantó en Roma las murallas aurelianas para proteger la ciudad de los invasores germanos.Diocleciano (284–305) Acabó con la crisis del siglo . En 286 dividió el Imperio en dos, entregando el Imperio occidental a Maximiano, y en 293 estableció la tetrarquía (gobierno de cuatro).Maximiano (286–305; O)Constancio I (305–306; O)Galerio (305–311; E)Severo II (306–307; O)Majencio (306–312; O) Reconocido por el Senado como emperador de Italia y el norte de África, aunque considerado ilegítimo por la tetrarquía. △ El emperador Juliano, conocido como «el Apóstata» (dcha., sentado), no logró restaurar las creencias tradicionales en un imperio cada vez más cristianizado. Constantino I (306–337) Venció a los emperadores rivales Majencio y (luego) Licinio para convertirse en emperador único en 324. Fundó la ciudad de Constantinopla y se convirtió al cristianismo, estableciendo en el este un nuevo imperio cristiano que llegaría a ser el Imperio bizantino. Caída del Imperio romano de Occidente (337–476) Tras el reinado de Constantino I, abrumado por las invasiones germanas y un sistema político fracturado, el poder del Imperio occidental decayó. Los que siguen son algunos de los más notables o ineficaces emperadores de este periodo. Constante (337–350; O) Los hijos de Constantino se repartieron el Imperio a su muerte: Constantino II y Constante compartieron el oeste, y Constancio II tomó el este. En 340, Constancio II derrotó a Constantino II y se convirtió en emperador único de Occidente, pero fue asesinado por su general germano, Magnencio.Constancio II (337–361) Tras aplastar al usurpador Magnencio, reunificó el Imperio brevemente en 353.Juliano (361–363) Intentó revivir la tradicional religión romana, pero su sucesor, Joviano (363–364), reinstauró el cristianismo como religión de Estado.Valentiniano I (364–375; O) Bajo su reinado se volvió a dividir la administración del Imperio. Entregó a su hermano Valente las provincias orientales y él retuvo el oeste.Valente(364–378; E) Su muerte en la batalla de Adrianópolis inició la llamada «época de las invasiones».Teodosio I (379–395) Último emperador en gobernar este y oeste, venció en dos guerras civiles y supervisó las reformas religiosas cristianas.Honorio (393–423; O) Durante su reinado se produjo el saqueo de Roma por los visigodos (410).Valentiniano III (425–455; O) Ascendido a emperador a los seis años, Gala Placidia, su madre, gobernó como regente durante 12 años.León I (457–474; E) Primer emperador que legisló en griego y no en latín.Rómulo Augústulo (475–476; O) Último emperador de Occidente, fue derrocado por Odoacro, general germano que gobernó como rey. Imperio bizantino (330–1453) Mientras Europa occidental era controlada por nuevas potencias, en el este el Imperio romano sobrevivió 1000 años como Imperio bizantino.CLAVELas fechas mostradas son las de gobierno.Para los emperadores: O = Imperio de OccidenteE = Imperio de Oriente


La monarquía
romana
753–509 a.
C.
◁ Cabeza votiva femeninaLas cabezas votivas, como este ejemplar etrusco del siglo vi a. C., se colocaban en templos para acompañar ofrendas a los dioses. De sus orejas colgaron aretes, y los restos de pigmento indican que tenía el pelo pintado de color rojo vivo.
14 | LA MONARQUÍA ROMANAFundada por el hijo de Marte y con un pueblo descendiente de un héroe de la mitología griega, Roma era especial. Al menos, esa fue la historia que contaron los primeros cronistas de la ciudad. Escribiendo mil años después de los sucesos que describían, los primeros historiadores de Roma (según ellos admitieron) mezclaron historia y mito de manera difícil de separar. Sin embargo, lo que emerge es la idea de Roma como un lugar de continuidad y mos maiorum («costumbre de los ancestros»). Igual de poderosa fue su descripción de Roma como la materialización de sus instituciones y organismos públicos, muchos creados bajo el gobierno de los siete primeros reges («reyes») de la ciudad.Separar mito y realidadGran parte del conocimiento sobre cómo funcionaban las estructuras religiosas, políticas y sociales de Roma fue relatado de forma oral, y puede que la narración se haya adaptado para encajar con las necesidades de cada momento. Cuando hacia el siglo a. C. este conocimiento se empezó a poner por escrito, quienes lo hicieron buscaban dar sentido al pasado de la ciudad en consonancia con su presente. Esto pudo implicar que en la época republicana se descalificase el poder monárquico en favor del gobierno del pueblo; y que en la imperial los historiadores romanos desaprobaran bastante menos el gobierno de un solo hombre. De forma similar, a cada uno de los siete reyes de Roma se le atribuyó una personalidad –Numa era filosófico; Tulio Hostilio, belicoso– que explicaba aspectos propiciatorios del carácter romano ideal. Los escritores romanos parecieron tratar esta época de forma diferente de unos periodos a otros. En general, sus relatos eran dramáticos, a menudo improbables, y llenos de detalles imposibles de conocer con certeza para romanos posteriores. Por ejemplo, ¿fue realmente Rómulo el fundador de Roma? ¿Y fue amamantado, junto a su hermano Remo, por una loba? Evaluaciones y entendimiento actualesHoy, la interpretación sobre el periodo monárquico romano ha sido moldeada por la evidencia arqueológica combinada con una perspectiva crítica de las fuentes literarias. Algunas de las tendencias a las que se refieren esas fuentes son creíbles, como el aumento de la complejidad social y política de Roma o las tensiones entre las familias de la élite ciudadana en el siglo a. C.La arqueología apoya la idea de que Roma empezó a surgir como gran centro urbano en el siglo a. C. Es evidente que su historia debe ser entendida en el contexto de una narrativa más amplia de la Italia central en ese periodo. Aunque la literatura se centra en los orígenes de Roma y el crecimiento de su identidad a través de los relatos de Eneas, Rómulo, Tarquinio y Bruto, esto puede reflejar perspectivas posteriores que pretendían buscar para Roma una procedencia «noble». También pudo ser un intento de vincular la historia del pueblo romano con sus ancestros –genuinos o inventados– del mundo mediterráneo más amplio, apropiándose una parte de su herencia y prestigio. En realidad, en esta época de gobierno monárquico, Roma era una entre muchas comunidades en una región con una dinámica de población cambiante. Es posible que una vez que el gobierno pasó de monarquía a república, esas generaciones posteriores buscaran explicar mediante historias que mezclaban mito y metáfora la emergencia de Roma como potencia destacada entre vecinos como Praeneste y las ciudades-estado de Etruria y Caere.
Una ciudad nacida de la leyenda
c. 1150 a. C. Según la leyenda, el guerrero troyano Eneas llega a Italia y funda Lavinio775 a. C. Rea Silvia, princesa de Alba Longa, da a luz a Rómulo y Remo, engendrados por el dios Marte1100 a. C. Fecha aproximada de la fundación de Alba Longa por Ascanio, hijo de Eneas753 a. C. Fecha tradicional de la fundación de Roma por Rómulo, su primer rey◁ Rómulo y Remo amamantados por la loba.
UNA CIUDAD NACIDA DE LA LEYENDA | 15715 a. C. Numa Pompilio, segundo rey de Roma640 a. C. Anco Marcio toma el poder como cuarto rey de Roma509 a. C. Bruto y Colatino derrocan a Tarquinio; fundación de la República672 a. C. Tulio Hostilio, tercer rey de la ciudad534 a. C. Lucio Tarquinio el Soberbio usurpa el trono de Servio Tulio495 a. C. Muere en el exilio Lucio Tarquinio el Soberbio, último rey de Roma578 a. C. Tras el asesinato de su predecesor, asume el poder Servio Tulio 616 a. C. Lucio Tarquinio Prisco se convierte en el quinto reyMapa de la Italia tempranaEl mapa muestra las grandes regiones y centros urbanos de Italia en el periodo monárquico de Roma. Las poblaciones se desplazaban de un lugar a otro y las ciudades estables surgieron con el paso del tiempo.La colina Palatina, primer asentamiento de RomaNecrópolis de Caere (actual Cerveteri)Santuario de Fortuna en Praeneste123100 km0NMar JónicoMar Adriático Mar Mediterráneo Mar Tirreno LUCANIAAPULIACAMPANIALACIOETRURIABRUCIOArno TíberBradano123PisaArretioVolterraPopuloniaVetuloniaPerusaVolsiniesVulciCapenaCaereRoma (Palatina)VeyesTiburPraenesteAlba LongaLavinioCapuaCumasSibarisCrotonaRegioTarentoBrundisioPitecusasTarquiniaArminioSentinoCannasÁsculoRomaDE CIUDAD A IMPERIOCLAVEEl Imperio romano en su punto álgido, en 117 d. C.

16 | LA MONARQUÍA ROMANAEn sus inicios, Roma era solo una comunidad entre muchas en la Italia central, y tenía un población relativamente fluida y móvil. Aunque algunas familias e individuos pudieron vivir allí de forma permanente mientras la ciudad crecía, es probable que la gran mayoría de la comunidad fuera y viniera. Sobre todo en sus periodos iniciales, más que un asentamiento autónomo y estable fue un eje de interacción. Por ello es importante considerar a Roma en el contexto más amplio de la región que la rodeaba.La Edad del Hierro italianaAl comienzo de este periodo (c. 900 a. C.), los registros arqueológicos muestran la aparición en Italia de una cultura villanoviana (cuadro p. 17). La sociedad surgió de una cultura del bronce previa y llegaría a convertirse en los pueblos conocidos como etruscos y latinos (incluidos los romanos). Desconocemos cómo se llamaban a sí mismos los villanovianos, o si se identificaron como una cultura única y diferenciada. Pero dejaron tras ellos restos materiales distintivos: los más notables, los característicos enterramientos de sus muertos incinerados en pequeñas urnas con forma de choza.Aunque gran parte de las pruebas sobre los villanovianos procede de enterramientos, a lo largo del tiempo es distinguible el lento desarrollo de centros urbanos, en particular en Etruria (pp. 20–21). Las primeras comunidades estaban formadas por grupos imprecisos de cabañas, que parecen haber actuado como puntos focales para la industria y la agricultura locales, y con una ubicación estable para los enterramientos. Basándonos en pruebas algo posteriores, de cuando empezó la construcción de templos, estos asentamientos sirvieron también como centros religiosos y mercados. Sin embargo, existieron siempre en un entorno humano mucho mayor y cambiante que contempló gran cantidad de movimiento y actividad fuera de las zonas urbanas: una dinámica comparable a la de un centro comercial o distrito económico, que depende de atraer visitantes de una zona más amplia.Los griegos y el gran MediterráneoPara el siglo a. C., los centros urbanos estaban cambiando en todo el Mediterráneo. Aunque aún en evolución, eran cada vez más importantes y estables, y empezaban a ganar permanencia e identidad propias. En Italia comenzaron a desarrollarse culturas regionales más distintivas en torno a los asentamientos, y estos se asociaron con el auge de culturas como la etrusca y la
La Edad del Hierro italiana
Orígenes de Roma, de poblado humilde a centro urbanoLa Roma temprana no fue el hogar de una población o cultura estables, pero en la tardía Edad del Hierro italiana emergió gradualmente como un importante centro urbano de comunicación y relaciones.▷ Urna con forma de cabañaEsta elaborada urna de bronce, datada en el siglo viii a. C., es de Vulci. Las urnas aportan pistas sobre las cabañas reales en que vivían los villanovianos.Techo de bronce fino con detalles remachadosLas cenizas se depositaban detrás de esta puerta practicable△ FíbulaEsta fíbula de bronce del siglo vii a. C. era de uso común para abrochar la ropa; solía ajustarse sobre el hombro derecho y es un hallazgo habitual en enterramientos.
LA EDAD DEL HIERRO ITALIANA | 17latina. Como la villanoviana anterior, estas sociedades formaban parte de una secuencia evolutiva más amplia, y son distinguibles por los cambios en la cultura material. La evidencia escrita sobre el pensamiento y la identidad propia de estos pueblos solo llegó mucho más tarde…, cuando llegó.Este cambio en asentamientos y culturas pudo verse también con la colonización del sur de Italia por los griegos. Hacia 750 a. C., estos últimos empezaron a fundar colonias a lo largo de las costas, así como en Sicilia.Los pueblos griegos habían estado siempre en contacto con Italia, y viceversa, desde la Edad del Bronce o incluso antes. Sin embargo, hacia 750 a. C., los griegos continentales empezaron a desarrollar un sentido más definido y concreto de comunidad asociado a las zonas urbanas, y los que en este periodo viajaron hasta Italia llevaron esas ideas consigo. A la vez que mantenían una cultura material distintiva y reforzaban los vínculos con el Mediterráneo oriental, estas zonas urbanas sirvieron también como ejes locales de interacción en Italia. Los italianos se desplazaban entre ellos igual que lo hacían los griegos y otros pueblos mediterráneos.Un eje geográficoDurante gran parte de la Edad del Hierro, Roma pareció ser una comunidad relativamente pequeña. Pero al desarrollarse redes de conexión, la comunidad creció en tamaño y relevancia debido sobre todo a su ubicación en un paso clave del río Tíber que controlaba el movimiento entre Etruria en el norte y el Lacio en el sur. De hecho, todos los caminos de la región llevaban a Roma, permitiendo que se erigiera en una base natural para redes sociales, políticas y económicas en la Italia central.Los cuernos indican que el ascos representa un toroGuerrero con casco y un escudo en la espaldaDecoración incisa común en cerámica y bronce◁ Ascos de Benacci Este ascos, o jarro para vino, fue hallado en la necrópolis Benacci, en Bolonia, y data del siglo viii a. C. La pieza tiene forma de toro con un guerrero montado como asa.En 1853, el conde Giovanni Gozzadini inició unas excavaciones en sus tierras cerca de la ciudad italiana de Bolonia. Durante los dos años siguientes descubrió un cementerio con más de 190 tumbas datadas en la Edad del Hierro temprana (c. 900–c. 700 a. C.) que contenían cremaciones, con los restos físicos dentro de urnas con forma de cabaña enterradas en fosos junto con diverso ajuar funerario. Este se convirtió en el «sitio tipo» que definió la cultura que se denominaría villanoviana por su cercanía al pueblo de Villanova (hoy Castenaso). El ajuar funerario podía incluir equipamiento militar, como este casco crestado.DESCUBRIMIENTO DE LOS VILLANOVIANOS


La tumba de los LeopardosDatada c. 470–450 a. C., esta cámara funeraria recibe su nombre de los animales enfrentados situados encima del fresco. Descubierta en 1875 en la necrópolis de Monterozzi, cerca de la antigua ciudad etrusca de Tarquinia, describe lo que podría ser un banquete funerario para el ocupante de la tumba, con figuras de músicos y bailarines. Los hombres y mujeres del banquete van tocados con guirnaldas y uno de los varones sostiene un huevo, símbolo habitual de regeneración. También son simbólicos los propios leopardos, que en el mundo antiguo aparecían a menudo en pinturas y esculturas para representar la inmortalidad.

20 | LA MONARQUÍA ROMANALa región de Etruria, en el centro-norte de Italia, limitada al sur por el Tíber y al norte y este por el gran arco de los Apeninos, fue el hogar del pueblo conocido para la historia como etrusco. Este nombre les fue dado por los romanos, del latín Tuscī o Etuscī, que probablemente procedía del griego Tyrrhēnoi por referencia al mar Tirreno, que limitaba con Etruria a lo largo de la costa occidental de la península itálica. Los etruscos se llamaban a sí mismos rasna.El origen del pueblo etrusco ha sido objeto de intenso debate desde la antigüedad. Algunos autores clásicos, como el historiador Heródoto, sugirieron que procedían de Grecia o de la actual Turquía: un argumento que en época moderna ha sido retomado por quienes apuntan a su idioma distintivo y a sus similitudes con las culturas mediterráneas orientales en aspectos como el artístico. Sin embargo, otros escritores antiguos aseguraban que eran nativos de la península italiana; y la arqueología y los avances en secuenciación genética han apoyado esta idea. Al parecer, los etruscos habrían surgido de la cultura villanoviana (c. 900–700 a. C.) del centro de Italia (pp. 16–17). Ya fueran de origen nativo o exterior, durante todo el tiempo de florecimiento de su civilización, los etruscos no vivieron aislados. Todo lo contrario: siempre estuvieron conectados con el más amplio mundo mediterráneo de más allá de Italia y recibieron su influencia.
La civilización etrusca
Los vecinos del norte de RomaLos etruscos habitaron la región conocida hoy como Toscana. Con un idioma propio, ricas tumbas, orígenes interesantes y ciudades impresionantes, su cultura tuvo una poderosa influencia en la sociedad romana inicial.◁ Una casa para los muertosA lo largo de la región y el tiempo, los estilos de tumbas variaron. Esta tumba circular apareció en el siglo vii a. C. en la Etruria meridional y pudo haber sido construida para una familia.Una entrada única conduce a la cámara funerariaA menudo las tumbas contenían varias cámaras, quizá imitando la arquitectura domésticaConocida como túmulo, la superficie exterior de la tumba es un montículo herbosoVida y muerte en EtruriaLa sociedad etrusca se asentaba en torno a los centros urbanos que empezaron a surgir en la región algún tiempo después de 900 a. C. en asentamientos como Vetulonia, Tarquinia, Veyes, Volsinies y Caere. Las primeras ciudades sirvieron como núcleos para que las poblaciones locales se reunieran por razones políticas, económicas, militares o religiosas, aunque no está claro cuánta gente vivía permanentemente en ellas. Las excavaciones en ciudades etruscas tempranas muestran casas o cabañas arracimadas en lo que se ha dado en llamar patrón de «manchas de leopardo».Con el tiempo, las ciudades de Etruria crecieron en tamaño y sofisticación. Así, en el siglo a. C. hubo un aumento de la arquitectura monumental, en especial de los templos. Entre los romanos, los etruscos fueron famosos por su devoción y prácticas religiosas, y en tiempos posteriores sobre todo como augures. Sin embargo, la construcción etrusca de templos no solo obedecía a la religión: los templos también eran centros de poder político y comercio; la presencia de uno en una ciudad etrusca indicaba que el asentamiento era un lugar importante. Los etruscos construyeron necrópolis (literalmente, «ciudades de los muertos») en el exterior de sus ciudades. Por lo general excavadas en roca volcánica blanda, común en la región y conocida como tufo, a menudo estos grandes cementerios crecieron hasta ser más grandes que las ciudades de los vivos junto a ellos. Hoy, para arqueólogos e historiadores, las necrópolis son la fuente principal de información sobre los etruscos. Normalmente están mejor conservadas △ Joyas orientalesEl ámbar utilizado en este collar etrusco del siglo vii a. C., hallado en Caere (actual Cerveteri), procede de la región del mar Negro. Ello muestra la extensión de los lazos comerciales etruscos a través del mundo mediterráneo.La cámara es subterránea5 m0
LA CIVILIZACIÓN ETRUSCA | 21▷ Viajar con estiloDatado c. 530 a. C., el carro de Monteleone fue hallado en 1902 en Monteleone di Spoleto (Umbría). Es probable que fuera creado como objeto funerario y es uno de los artefactos etruscos de mayor tamaño y mejor conservado.Conocido como biga, este tipo de carro estaba diseñado para ser movido por dos caballosPanel frontal con la escena de la Ilíada, de Homero, en la que Aquiles recibe su armadura de manos de su madre, la ninfa marina Tetisque las ciudades, y se llenaron de objetos artísticos y ajuares funerarios variados y fascinantes, como espejos de bronce y plata, vasijas, tarros, jarrones y adornos.Una ubicación privilegiadaPese a que no está claro hasta qué punto, existió contacto entre Etruria y Roma. Etruria no era aún un Estado unificado, sino más bien una confederación de ciudades-estado, y ni siquiera los etruscos se veían a sí mismos como un único pueblo. En la Edad del Hierro italiana, las poblaciones eran fluidas, y las personas se movían libremente de un lugar a otro. Un «romano» podía convertirse en «etrusco» (si ellos pensaran en esos términos) al reubicarse en un nuevo asentamiento a un día de recorrido. Estos cambios de afiliación se daban en toda Italia central: los tres últimos reges (reyes) de Roma procedían de Etruria (pp. 10–11). Esta es una de las razones por las que al principio se pensó que Etruria dominó Roma.En esta época de movimientos de población, Roma se benefició de su posición en el río Tíber, entre los pueblos de Etruria al norte y del Lacio al sur y al este. Las influencias políticas, religiosas, culturales y comerciales fluyeron en todas direcciones, y la historia del ascenso de Roma no es la de un crecimiento y una expansión aislados. Los romanos acabarían siendo la potencia dominante en Italia en el siglo a. C., pero solo como parte de una red social y cultural más amplia que incluyó a sus vecinos del norte.El carro está hecho de bronce, pero también presenta detalles en marfil (no visibles)Las ruedas y otros elementos de madera son reconstrucciones modernasUna de las razones de que se pensara durante tanto tiempo que los etruscos descendían de los griegos es la gran cantidad de jarrones griegos encontrados en sus tumbas. Hoy se cree que esto se debe a que los etruscos eran compradores entusiastas de cerámica griega. Esta ánfora de figuras negras (dcha.), hecha c. 530 a. C. en Atenas, fue hallada en una tumba de Clusio, ciudad a medio camino entre Florencia y Roma. Se desconoce el motivo de que los etruscos gustaran tanto de usar elementos griegos en sus ritos funerarios y lugares de enterramiento, al margen de que muchos se hayan encontrado allí. Algo que debemos agradecerles: la mayor parte de la cerámica griega pintada que tenemos, tanto en los museos del mundo como en colecciones privadas, procede de tumbas italianas, con frecuencia etruscas. OBJETOS DE COLECCIONISTA

22 | LA MONARQUÍA ROMANA
Fundación mítica de Roma
De Eneas a RómuloAunque es improbable que los relatos sobre la fundación de Roma se basaran en personajes o sucesos reales, revelan lo que pensaban los romanos sobre ellos mismos y su relación con otros italianos y los pueblos mediterráneos.Después de abandonar Troya y antes de llegar a Italia, los viajes de Eneas por el Mediterráneo fueron famosos, y hay muchos mitos locales que lo conectan en particular con Sicilia y el norte de África. En la República tardía, los romanos empezaron a usar esos mitos para explicar el origen de su gran conflicto con Cartago: las guerras púnicas (pp. 82–85). En la reformulación de Virgilio, Eneas visitó Cartago y se enamoró de su reina, Dido, para luego dejarla y perseguir su destino en Italia (como describe esta pintura de Guido Reni, c. 1630). Devastada por su traición, Dido maldijo a Eneas y sentó las bases del conflicto posterior.ORÍGENES DE LAS GUERRAS PÚNICASTradicionalmente, Roma tuvo dos fundadores míticos, Eneas y Rómulo, cada uno de los cuales desempeñó un papel importante en la concepción de los romanos sobre sus orígenes e identidad. Eneas puede encontrarse en los poemas épicos escritos por el griego Homero hacia el siglo a. C. y aparece en el arte itálico desde los siglos – a. C. Sin embargo, la primera prueba sólida de su asociación con la ciudad de Roma es relativamente tardía (siglos – a. C.) y procede de escritos de autores romanos tempranos como Ennio y Catón el Viejo.Venerado en toda la región, Eneas fue un héroe panmediterráneo. Según el mito, tras una guerra con los griegos, este príncipe troyano escapó a la destrucción de su ciudad cargando mientras huía con su padre Anquises. Se supone que antes de llegar a Italia hizo un largo viaje (cuadro inferior). Aunque Eneas fue descrito a menudo como fundador de Roma, en los relatos solo tuvo una conexión efímera con la ciudad. En la Eneida, del poeta romano Virgilio, era el fundador de un asentamiento precursor en la costa e hizo una sola visita al enclave de Roma, que ya estaba habitado por griegos. Quienes fundarían la ciudad serían sus descendientes, los gemelos Rómulo y Remo. Pese a △ El hijo dedicadoEste aureus de oro del emperador Antonino Pío (siglo ii d. C.) muestra a Eneas en su huida de la ciudad de Troya portando a su padre, Anquises, y llevando de la mano a su hijo Ascanio.△ La intervención de las sabinas (1799)Rómulo y sus hombres raptaron a mujeres de Sabinia, lo que provocó una guerra que, como muestra esta pintura de Jacques-Louis David, solo sería resuelta por la intervención de las propias mujeres.esta conexión en apariencia débil, Eneas era una figura de vital importancia para los romanos, pues vinculaba Roma al más amplio mundo mediterráneo. Muchas ciudades antiguas y numerosas familias de las élites, en especial las de Italia, se declaraban descendientes de varios héroes griegos como forma tanto de aumentar su prestigio como de conectar sus comunidades con otras. Además, la descendencia troyana de Eneas permitía a los romanos relacionarse con los rivales de los griegos, mientras que su extendida popularidad les ofrecía un héroe compartido con otros grupos.El mito de RómuloPese a ser descendiente de Eneas, Rómulo parece haber sido un héroe más local. Según la versión de su historia de Tito Livio (c. siglo a. C.), Rómulo y su hermano Remo eran hijos de la virgen vestal (pp. 32–33) Rea Silvia, hija de Numitor, rey de Alba Longa (un pueblo al sur de lo que luego sería Roma). Cuando su tío Amulio derrocó a su padre, Rea Silvia fue obligada a convertirse en virgen vestal. A pesar de ello, aparentemente fue fecundada por Marte, dios de la guerra, y dio a luz a 
FUNDACIÓN MÍTICA DE ROMA | 23Rómulo y Remo. Temiendo que fueran rivales para su trono, Amulio ordenó a sus sirvientes que ahogaran a los bebés en el Tíber. Estos dejaron a los niños en una cesta en la orilla del río, pero antes de recibir algún daño, fueron salvados y alimentados por una loba hasta que el pastor Fáustulo los descubrió y los crio. Ya adultos, los gemelos fundarían Roma en el lugar donde la loba los había salvado. Pero al poco discutieron, Rómulo mató a Remo y asumió la autoridad total sobre la comunidad.Como gobernante, Rómulo modeló los sistemas social y político de Roma, y se considera que mediante una combinación de acción militar e integración, estableció las bases de la sociedad romana posterior. Mientras que el mito de Eneas ayudó a los romanos a declarar su lugar dentro del Mediterráneo, Rómulo ayudó a moldear su identidad en su región local. Aunque su mito pudo circular ya desde antes, pareció alcanzar una prominencia especial cuando en el siglo a. C. Roma empezó a construir su Imperio. «Caló en Rómulo y Remo el deseo de fundar una ciudad.»TITO LIVIO, HISTORIA DE ROMA DESDE SU FUNDACIÓN, LIBRO I◁ Altar de MarteEste altar al dios de la guerra fue desenterrado en el puerto romano de Ostia y data del siglo ii d. C. El frontal describe a Marte junto a Venus, mientras que la trasera muestra a Rómulo y Remo descubiertos por Fáustulo.Dos pastores, tal vez Fáustulo y su hermano FaustinoPersonificación del río TíberLa loba amamantando a los gemelos Rómulo y RemoEl águila de Júpiter observa la escena

24 | LA MONARQUÍA ROMANAEscritas cientos de años después de los sucesos que describen, las historias sobre la Roma inicial indican que Roma tuvo siete reges (reyes) que gobernaron de 753 a 509 a. C., durante lo que hoy en día llamamos monarquía romana o «periodo real». Aunque rex suele traducirse como «rey», ello simplifica en exceso una institución más compleja. El sistema romano no implicaba el reinado hereditario, y el poder del rex no era absoluto. El hecho de que, supuestamente, los romanos odiaran la realeza pero venerasen a los reges (con la excepción del tiránico Lucio Tarquinio el Soberbio) sugiere que ellos mismos reconocían esa diferencia. Los reges parecen haber sido una combinación de sumo sacerdote, juez supremo y líder militar. Pese a que luego gobernaban de por vida, se cree que eran elegidos por el Senado y confirmados por el voto del cuerpo legislativo, la asamblea de la curia (comitia curiata).Primeros reyesNormalmente se considera que la historia de la monarquía romana se divide en dos partes: el primer grupo de reyes son contemplados como personajes míticos. Estos son Rómulo (pp. 22–23), Numa y Tulio Hostilio. Rómulo (que según la tradición reinó en los años 753–715 a. C.) es el arquetipo de líder romano, y Numa Pompilio es recordado como un rey filósofo que creó muchas de las instituciones religiosas de Roma. Tulio Hostilio es el epítome del rey guerrero, mientras que Ancio Marcio, el cuarto rex, es una
Los reyes de Roma
Reyes filósofos y tiranos△ Anco MarcioCon aspectos de los dos reges anteriores, fue un personaje inusual y su reinado (640–616 a. C.) careció de acontecimientos notables. Es recordado como ancestro de la gens Marcia, una de las familias más antiguas e importantes de Roma.△ Tulio HostilioSu reinado, que tuvo lugar entre 672– 640 a. C., estuvo marcado por la guerra. Dirigió la conquista de Alba Longa, ciudad cercana a Roma que era el centro de poder en la región y se consideraba hogar de origen de Rómulo y Remo.△ Numa PompilioSe dice que reinó en los años 715–672 a. C.; dir