Una broma misteriosa

Mellizas Channel

Fragmento

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MIÉRCOLES, 23.30 HORAS

—¡HOLA, AMILLIZOS! Os preguntaréis por qué estamos hablando tan tan tan bajito… —susurra África mientras sostiene el móvil con la mano derecha e intenta que en el encuadre del vídeo aparezca también su hermana Ainara.

—… y por qué estamos escondidas bajo las sábanas y con la luz apagada —acaba la frase Ainara con un hilo de voz. Con la mano izquierda sostiene una linterna y trata de no deslumbrar a África.

—Y es que estamos rompiendo la norma SAGRADA de no usar el móvil entre semana y, además, ¡a las once y media de la noche! Como se enteren nuestros padres… —sigue África.

imagen—¡No lo quiero ni pensar! ¡Nos castigarán hasta que cumplamos veinte años, por lo menos! —dice Ainara subiendo el tono sin querer y llevándose las manos a las mejillas como el emoji horrorizado de WhatsApp.

—¡Chsss! ¡Silencio, Ainara! ¡Vas a hacer que nos pillen!

—Ay, sí. Sorry sorry…

—Bueno, amillizos, como os íbamos contando, no tenemos mucho tiempo porque, en cualquier momento nuestros padres podrían escucharnos. Están durmiendo justo en la habitación de al lado y mi madre se despierta con el zumbido de una mosca, así que tenemos que ir con muuucho cuidado, ¿verdad, Ai-na-ra? —dice África mientras le da un leve codazo de broma a su hermana por haber alzado la voz.

—… Ya lo he captado, ¿vale? —responde Ainara un pelín ofendida. imagen

África le guiña un ojo en señal de paz y sigue hablando.

—Este es un vídeo de EMERGENCIA, rrrepito, un vídeo de emergencia. Cambio —dice imitando la voz seria que ponen en las películas cuando hablan por un walkie-talkie.

—Afirmativo, África. Es un vídeo que subiremos hoy mismo, miércoles, a nuestro canal de manera excepcional. Corto y cambio —le sigue la corriente Ainara.

Las dos se miran intentando reprimir una carcajada sin mucho éxito.

—Antes de nada, os queremos pedir disculpas por no haber subido ningún vídeo ayer. Sé que estabais preocupados porque no dábamos señales de vida y os agradecemos mucho todos los mensajes que hemos recibido preguntándonos si estábamos bien. Ahora, al fin, sí que estamos bien, pero… si estuvimos desaparecidas el martes, que es cuando compartimos nuevos vídeos en YouTube, fue porque nos pasó algo muy pero que muy fuerte —empieza a explicar Ainara.

—¡SUPERFUERTE! —exclama África casi gritando.

Ahora es Ainara quien le dirige una mirada asesina a su hermana y se lleva el dedo índice a los labios para que baje la voz. África se tapa la boca con las dos manos al darse cuenta de su error.

—Seguro que os estaréis preguntando qué ocurrió —continúa Ainara.

—Y quizá alguno de vosotros está pensando: «Bah, seguro que no fue tan grave… Igual estaban resfriadas o tenían fiebre y ahora se están haciendo las importantes». Pues ¡no! ¡Nada de eso! Todo lo que os vamos a explicar es CIEN POR CIEN REAL. ¡Ay! ¡Es que solo de recordarlo me echo a temblar! —dice África poniendo cara de terror.

—¡Y yo también! Pero, bueno, sister, debemos ser valientes y explicarles a nuestros seguidores lo que pasó. Tenemos mucho que perder y necesitamos que nos ayuden sí o sí. Venga, empieza tú —la anima Ainara.

—Tienes razón —responde decidida África—. Solo una cosita más: a los que estáis viendo este vídeo os vamos a pedir que, por favor, por favor, por favor, lo veáis hasta el final. Como decía Ainara, es megaimportante para nosotras y hay mucho en juego. Y ahora sí, ¡vamos allá! Los protagonistas de esta historia son…

—¡ÁFRICA: la persona a quien había que salvar! —exclama Ainara como si fuera una presentadora de la tele.

—¡La detective AINARA! Su misión: averiguar quién estaba detrás de todo —prosigue África.

—¡IKER: el astuto ayudante de la investigadora Ainara! —añade África.

—Y no podemos pasar por alto a… ¡la sabueso SALLY! Una perra de lo más… especial —dice Ainara con voz enigmática.

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—Y eso es todo, ¿no? —pregunta África mirando a su hermana.

—Mmm… —Ainara piensa por un momento en si ya han presentado a todos los implicados en el asunto. De pronto, se le enciende la bombilla—: ¡No! Uf, casi nos olvidamos de dos personas que también aportaron su granito de arena.

—¡Ah, sí! ¡Es verdad! ¡IVET y ASHLIE, que hicieron todo lo posible por socorrerme! —dice África.

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imagenimagen—Uf, ¿cómo se nos han podido olvidar? Chicas, Ivet y Ashlie, si estáis viendo este vídeo, no nos lo tengáis en cuenta, please —dice Ainara mirando a cámara y poniendo carita de pena.

—No te preocupes, seguro que lo entienden y, además, saben de sobra que son muuuy importantes para nosotras —la tranquiliza África.

—Es cierto, Afri. Bueno, amillizos, ahora que ya sabéis quién aparecerá en esta historia, por fin podemos explicaros qué pasó —retoma el hilo Ainara

—Sí, por fin, porque estoy empezando a sudar después de tanto rato debajo del nórdico… —dice África sofocada mientras se abanica con la mano.

De pronto, Ainara se pone seria y dice, con un tono fantasmagórico de historia de terror:

—Hace muuuucho pero que muuuucho tiempo atrás…

—No hace tanto, Ainara. Fue anteayer —la corta África.

Ainara la mira un instante, parpadea dos veces y se vuelve a girar hacia la cámara como si nada.

—Hace poco, muuuy poco tiempo… en una ciudad cualquiera… quizá podría ser la tuya… O la tuya… O la tuya… ¿quién sabe? —dice Ainara intrigante dirigiéndose a sus espectadores y señalando diferentes puntos de la pantalla como si pudiera verlos a través del móvil—… empezaron a pasar unas cosas muuuy pero que muuuy extrañas… Sucesos misteriosos para los que no encontrábamos ninguna explicación. Todo empezó un lunes…

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