Mika Sofi BOMS 1 - Reto de hermanos

Mika Sofi BOMS

Fragmento

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¿Qué me molaría?

Seguro que está científicamente probado que todo el mundo prefiere los fines de semana y la lista de los tres noes demuestra por qué:

Bueno, las horas sí existen, pero da la sensación de que no, porque puedes hacer lo que quieras, ¡incluso cenar chucherías y acostarte tarde! En resumen: los findes son top y los lunes son el challenge más challenge de todos los challenges.

Mientras desayuno, escucho a mamá que intenta llevar a cabo la tarea imposible de despertar a Sofi.

Lo peor de todo es que mamá no va a convencerla de ese modo: mi hermana pequeña es capaz de fingir ser la Bella Durmiente con tal de no abrir los ojos ni poner un solo pie en el suelo. De modo que hay que hablar de milagro cuando Sofi aparece en la cocina, vestida por fin con ropa de calle y peinada. Bueno,

Se ha hecho dos trenzas y una le ha quedado más arriba que la otra, o sea, que de peinada nada.

—¿Te has peleado con un pájaro o qué? —le pregunto antes de dar un sorbo a mi vaso de leche.

Estoy sonriendo tanto que me duelen las mejillas.

—¿Y tú, te has lavado la cara? —responde con los morros torcidos—. Porque tus legañas tienen el tamaño de los nidos de esos pájaros con los que me he peleado. —Y me saca la lengua.

—¡Mamáááááá! ¿¡Me arreglas las trenzas!?

Hola, vecinos, buenos días, el despertador Sofi ha hecho su aparición. Vivir en esta casa es una locura, pero ¡me encanta nuestra vida!

—Puaj —se queja Sofi después de darle un sorbo a su leche—, el desayuno no me sabe a nada. Anoche le echaste tanta sal a las patatas fritas que… que…

—¿Que te has quedado sin lengua? Mejor, así no tendremos que escucharte gritar nunca más.

Nadie se libra de quedarse sordo otra vez cuando Sofi vuelve a llamar a nuestra madre con un chillido. Está claro que para chivarse de lo que he dicho. Un chillido, por cierto, que segurísimo que lo han escuchado hasta en Plutón.

¡Este lunes nos está troleando! No solo hemos llegado tarde a la academia, sino que además nos han puesto un examen de matemáticas para la semana que viene. ¿Os acordáis de que os he dicho que en los findes no existen las horas? Pues he averiguado la razón: los lunes se las quedan todas. ¡Cada segundo se me está haciendo eterno!

Ojalá fuera todo como en los vídeos que grabamos Sofi y yo: diversión, diversión y

—Es que voy a catear seguro —susurra mi amigo Carlos para que el profesor Bigotes no se entere mientras explica ortografía.

Vale, lo del profesor Bigotes merece una explicación: es un hombre gigante con un bigote aún más gigante. Tan gigante que cuando habla no parece que se le mueva la boca y no parece que hable él. Como si un fantasma nos estuviera dando la clase y él solo estuviera ahí plantado, mirándonos.

Ya sé que no lo está pareciendo, pero me gusta venir a la academia. Los profesores me caen genial y me lo paso superbién con mis amigos. Carlos consigue que me ría hasta de lo más absurdo. Siempre se está quejando por todo como si fuese el fin del mundo.

—Mis ceros serán tan rojos que me van a salir ampollas. Seré el ganador de los perdedores.

Es un

Pero en cuanto suena el cuarto timbre, se me olvida todo lo que acabo de decir. Recojo mi pupitre tan rápido que la NASA podría estudiar conmigo los efectos de la velocidad de la luz.

Sofi ya me está esperando en el pasillo, dando saltitos impaciente. Yo también lo estoy. Lo único que puede arreglar este lunes aburridísimo es lo que viene ahora… ¡tres horas seguidas de clases artísticas! Estilismo, diseño gráfico y dirección de arte. Estudiar en la Top Academy es lo mejor del mundo, y aunque también tenemos que aprender mates, historia, lengua y esas cosas que todos sabéis, por las tardes solo tenemos asignaturas artísticas.

¡Siempre estamos creando cosas nuevas, originales y muy atrevidas!

Y creedme: ¡a nosotros dos nos sobra imaginación por todos los lados! Si la vendiéramos, seríamos millonarios. Imagimillonarios.

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Pero lo que decía, ¡esta academia es la mejor! La gente viste de manera increíble, todos tienen ideas muy guais e incluso las aulas de arte son megadiferentes: las paredes están decoradas con carteles hechos por nosotros mismos y las estanterías están repletas de lapiceros, tijeras, pegamentos, confeti, fieltros, acuarelas…

—¡Buenos días, chicos! —nos saluda la profesora Vanesa al entrar en clase. Ahora toca dirección de arte—. Tengo una noticia que os va a encantar —nos cuenta.

—Madre mía, madre mía —repite Sofi como el loro más pesado del mundo. Además, me ha cogido de la muñeca y se aferra a ella como lo haría un gato clavando sus uñas en un árbol.

Y si Sofi es una mezcla de humana y animales, quizá estaría mejor en un circo.

Venga va, no lo negaré: yo estoy tan emocionado como ella, solo que lo disimulo mejor. ¿Para qué están los hermanos si no? Para lo bueno, lo malo y

—Hemos organizado un concurso de fotografía para todos los alumnos. Tendréis que crear el setting, los outfits y vosotros seréis los directores de arte. Lo mejor de todo es que… —redoble de tambores—: ¡La foto ganadora será la portada de la revista de la academia y recibirá el premio durante los Top Academy Awards!

Inmediatamente, Sofi me mira con los ojos brillantes como dos bolas de discoteca. Es el concurso perfecto para nosotros y lo sabemos: la revista de la Top Academy se envía siempre a los artistas y las personas más importantes del mundo de la moda y el arte. ¡Es nuestra oportunidad para que nos vean ahí afuera!

Esto tiene pinta de challenge… y lo vamos a ganar.

Me he equivocado al 300 por cien: ¡los lunes pueden molar mogollón!

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