El Club de las Canguro 2 - Claudia y las llamadas fantasma

Ann M. Martin

Fragmento

cap

Kristy Thomas:

imagen Extrovertida, mandona y llena de ideas, Kristy es la presidenta del club. Tiene tres hermanos, dos mayores que ella, Sam y Charlie, y otro pequeño, David Michael. Es una apasionada del béisbol y le fascinan los deportes y la aventura. Su extraordinario optimismo e inalterable confianza en sí misma la convierten en la líder indiscutible de El Club de las Canguro.

Mary Anne Spier:

imagenSu fantástico sentido de la organización y su caligrafía fina y clara la convierten en la candidata ideal a secretaria del club. Callada, tímida, sensible, romántica y muy leal, Mary Anne aborrece el deporte y le gustan las manualidades. Vive con su padre y su gato Tigre.

Stacey McGill:

imagenNació en Nueva York y es la chica nueva en Stoneybrook. Pero enseguida se ha hecho superamiga de Claudia, quien la ha introducido en El Club de las Canguro. Como es un genio con las matemáticas, a Stacey le ha tocado ser la tesorera. Al igual que a Claudia, le encanta la ropa y vestir de forma original, y, por supuesto, hablar de chicos.

Claudia Kishi:

imagenCreativa, glamurosa y soñadora, Claudia es sin duda la artista del grupo. Le encantan las golosinas y las novelas de misterio, aunque sus padres piensan que debería dedicarse más a sus estudios. Es la vicepresidenta del club porque tiene un número de teléfono privado en su habitación, que se ha convertido en la oficina del club.

Jessica Ramsey:

imagenJessi es dulce, divertida e inteligente. Sabe distinguir lo que está bien de lo que no, y no duda en expresar sus opiniones. Tiene mucho sentido del humor y le encanta contar chistes.

Dawn Schafer:

imagenEsta californiana es una chica superindependiente y segura de sí misma y siempre dice lo que piensa. Le obsesiona la comida sana, es inteligente, organizada y algo ecologista. Como sus padres están divorciados, ella vive con su madre en Stoneybrook, y su padre y su hermano Jeff, en California.

Mallory Pike:

imagenAunque es muy jovencita, Mallory es muy responsable y le encantan los niños. Es una chica práctica y muy sensata, pero tiene poca autoestima y le falta un poco de confianza en sí misma.

cap-1

 

imagen

Esa tarde hacía mucho viento, estaba oscuro y una cortina de lluvia caía de las espesas nubes que ocultaban la luna. Pensé que era una tarde perfecta para: a) tumbarme a leer una novela de misterio de Nancy Drew y comer los palitos de regaliz que tenía escondidos en mi escritorio, o b) continuar el bodegón que había empezado a pintar, y soñar con Trevor Sandbourne.

Pero no pude, porque mi padre dijo: «Los deberes primero, Claudia». Y con papá no se puede discutir. Además, había hecho un trato con mis padres: si hacia los deberes cada noche, bajo la supervisión de alguien de la familia, podría continuar con las clases de dibujo y, lo que es más importante, podría seguir en El Club de las Canguro.

La idea de El Club de las Canguro se le ocurrió a mi amiga Kristy Thomas al comienzo de primero de secundaria. Kristy, que vive enfrente de mi casa, hace de canguro muy a menudo. Igual que yo, que me llamo Claudia Kishi, y que la mejor amiga de Kristy, Mary Anne Spier, que vive justo al lado de su casa. Por eso a Kristy se le ocurrió que las tres podríamos formar El Club de las Canguro, anunciarnos y empezar un pequeño negocio. También se apuntó una nueva amiga mía, Stacey McGill.

El Club de las Canguro funciona muy bien. La gente nos conoce y nos llama con frecuencia, y ahora todas tenemos mucho más trabajo que antes; por eso era tan importante que me dejaran seguir en el club. Pero casi lo estropeé todo cuando el colegio envió una carta a mis padres para advertirles de que no estaba aprovechando todo mi potencial y cosas por el estilo. Mis padres están acostumbrados a ese tipo de cartas (reciben un par cada año), pero no les hizo ninguna gracia descubrir que no había hecho los deberes desde el comienzo del curso. Ahí fue cuando se pusieron serios.

Mi problema con los deberes es que son tan aburridos que no puedo concentrarme. Además, me parecen inútiles. ¿A quién le importa si > es «mayor que» o «menor que», o cuánto vale «equis»? Además, ¿para qué molestarme en calcularlo, si equis vale algo diferente cada vez? Lo único que me gusta del colegio es leer, pero los profesores también lo estropean. Les da igual que casi siempre pueda resolver el misterio antes que el detective protagonista; solo les importa si sé o no lo que es un adverbio.

Pero la cosa no sería tan grave si no fuera por Janine, mi hermana. Tiene quince años y es una niña prodigio. Su coeficiente intelectual es de 196, que está muy por encima del normal (100), del superior al normal (120) e incluso del establecido para los genios (150). Os voy a contar un secreto: mi coeficiente intelectual también es superior al normal. Todo el mundo se queda muy sorprendido cuando se entera, porque no soy capaz de escribir sin faltas de ortografía. Por eso mis padres y mis profesores me exigen tanto. Soy inteligente, pero no soy buena estudiante. Dicen que, si prestara más atención y me concentrara, me iría muy bien en el colegio. Pero ¿qué más da? Nunca podré compararme con mi hermana.

No os podéis imaginar lo que es tener una hermana superdotada (a no ser que la tengáis, claro). Ni siquiera le puedes hablar de las cosas más normales. Ayer por la mañana le dije:

—Janine, hace frío. Mamá quiere que cierres la ventana antes de ir a clase.

¿Y sabéis lo que me respondió?

—Encuentro fascinante que, en nuestra sociedad, queramos controlar la temperatura ambiental en vez de la de nuestro cuerpo. Es mucho más difícil e ineficaz. Los pueblos primitivos y algunos pueblos actuales solucionaban el problema poniéndose o quitándose ropa, mientras que nosotros preferimos usar sistemas de calefacción y aire acondicionado.

Yo ni siquiera había oído nunca la expresión «temperatura ambiental».

Volviendo a la tarde oscura y lluviosa, papá dijo que tenía que hacer los deberes y que Mimi me ayudaría. Tengo que intentar hacer los debere

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos