El rincón más oscuro de su mente

Jorge Cantero

Fragmento

Creditos

1.ª edición: abril, 2015

© 2015 by Jorge Cantero

© Ediciones B, S. A., 2015

Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)

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Depósito Legal: B 9384-2015

ISBN DIGITAL: 978-84-9069-055-0

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Cita

 

 

 

 

 

HORACIO. — ¡Oh! Día y Noche. ¡Qué extraño prodigio es éste!

HAMLET. — Por eso como a un extraño debéis darle la bienvenida. En el cielo y en la tierra, Horacio, hay más cosas de las que alcanza a soñar tu filosofía.

William Shakespeare — Hamlet

El castigo es el arte de curar la maldad.

— Platón

— Brava comparación — dijo Sancho —, aunque no tan nueva que yo no la haya oído muchas y diversas veces, como aquella del juego del ajedrez, que, mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular oficio; y en acabándose el juego, todas se mezclan, juntan y barajan, y dan con ellas en una bolsa, que es como dar con la vida en la sepultura.

Miguel de Cervantes Saavedra — El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha

Contenido

Contenido

Portadilla

Créditos

Cita

 

Prólogo

Primera Parte: Ajedrez y Silencio

CAPITULO 1

CAPITULO 2

CAPITULO 3

CAPITULO 4

CAPITULO 5

CAPITULO 6

CAPITULO 7

CAPITULO 8

CAPITULO 9

Segunda Parte: Culpa y Sentencia

CAPITULO 10

CAPITULO 11

CAPITULO 12

CAPITULO 13

CAPITULO 14

CAPITULO 15

CAPITULO 16

Tercera Parte: Castigo y Reparación

CAPITULO 17

CAPITULO 18

CAPITULO 19

CAPITULO 20

CAPITULO 21

CAPITULO 22

Epílogo

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Prólogo

Al niño lo encontraron en el sótano, encadenado de los pies a lo que quedaba del calentador de agua, y acostado sobre el piso, con las piernas encogidas y los brazos alrededor de las rodillas. Tenía la ropa maltrecha, la piel amoratada y un par de manchas grises alrededor de los ojos.

Su mirada, en blanco.

Mantenía los párpados abiertos, y en cambio sus dilatadas pupilas nada registraban a su alrededor. Veían hacia el frente, como fijadas en su sitio por un par de grapas puestas ahí a propósito. Dos policías habían intentado hablarle pero el niño se rehusaba a contestarles, ya fuera porque estaba incapacitado para hacerlo o simplemente porque no lo deseaba. Se limitaban a eso, pues tocarlo estaba fu

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