Pecadoras capitales

Paula Bonet
Agustina Guerrero
Nuria Labari
Sara Morante
María Hesse
Desirée Bela-Lobedde
Lyona
Tania Llasera
Mabel Lozano
Ana Galvañ
Malika Favre
Carme Chaparro
Magda Bandera
Samanta Villar

Fragmento

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Prólogo

En el origen de cualquier religión hay una visión cosmogónica respaldada por la observación y la reflexión. Lo que sucede después, la manipulación y la tergiversación, es otra cosa, pero hay mucho de cierto en señalar siete pecados capitales tal como aparecen, desperdigados, en la Biblia. Bajo ese titular se esconden los siete males que aquejan a la raza humana. Siete defectos que alteran y atomizan la convivencia, que generan conflictos entre nosotros y nosotras y que nos llevan a cabalgar con los jinetes del Apocalipsis.

En la génesis de este proyecto está buscar una manera original de llevar a catorce mujeres que han triunfado en diferentes aspectos de su vida, voces declaradas y combativas del feminismo popular, a tener un hilo conductor y una excusa para poder expresar una visión de su experiencia que, tal vez, no se hubieran planteado hasta ahora. Catorce amazonas que se plantan y pelean.

Desde que en el siglo VI el papa romano san Gregorio Magno revisó los trabajos de Evagrio y Casiano para confeccionar una lista definitiva que reducía los pecados a siete, las mujeres hemos sido tan víctimas como culpables de este glosario de males. Salir de ellos, contemplar el mundo desde una óptica diferente, construir una versión distinta de cómo nos tratamos y adónde queremos llegar los seres humanos es a lo que el feminismo, como ideario y filosofía, aspira, y lo que pretenden los miles de mujeres, y hombres, que creen que estamos ante un momento histórico. Este levantamiento colectivo, este despertar de conciencias, ha dejado de estar confinado a las aulas de teoría literaria y filosófica de las universidades para convertirse en una ola imparable que toma las calles cada 8M y se aprovecha de las redes sociales para alzar la voz ante la injusticia global y local que viene asociada al simple hecho de nacer mujer.

Este paso al mainstream, a la conciencia pública y colectiva del movimiento feminista tiene mucho por lo que celebrar. Resulta fascinante ver a mujeres jóvenes discutir y rebatir argumentos machistas, reprender actitudes sexistas y abrir los ojos a otras y otros muchos que nunca se habían planteado tantas situaciones vejatorias e insultantes contempladas con la normalidad de la inercia, la tradición y la historia. Resulta igualmente emocionante ver cómo algunas mujeres mayores que nunca se habían planteado alzar la voz lo hagan ahora y sean capaces de conversar con normalidad de ciertos temas tabú, léase sexo, maltrato o abuso.

Adónde queremos llegar los seres humanos es a lo que el feminismo, como ideario y filosofía, aspira y lo que pretenden los miles de mujeres y hombres.

Y resulta gratificante y edificante ver cómo estas catorce mujeres que aquí presentamos no tienen miedo, hablan con el corazón en la mano y con una autoridad que antaño se tenía reservada a los señores. Estas catorce valientes no lo son porque estén presentes en este libro; más bien al contrario, este libro nace de su valentía y de su verbosidad, de que no se callen ni debajo del agua y de que escojan hacer de sus profesiones altavoz para una causa que va a llevar a esta sociedad a un lugar mejor.

Resulta gratificante y edificante ver cómo estas catorce mujeres que aquí presentamos no tienen miedo, hablan con el corazón en la mano y con una autoridad que antaño se tenía reservada a los señores.

Todas ellas exploran con sus imágenes y sus palabras los pecados de los que se las ha acusado o que han padecido en carne propia. Todas ellas son capaces de vincular situaciones y experiencias a la existencia innegable del patriarcado y de las ramificaciones que intentar ser mujer y profesional implica cuando, de partida, empiezas unos cuantos pasos más atrás por el solo hecho de ser mujer. Todas ellas son demasiado inteligentes, demasiado cultas, demasiado bellas, demasiado ocurrentes. Todas ellas han sido demasiado en algún momento, pero no se han amedrentado y han seguido diciendo lo que tenían que decir y haciendo lo que tenían que hacer y, por ello, han sufrido. Y, sin embargo, han salido victoriosas, han hecho suyo el lema «lo personal es político» y han sido capaces de canalizar su ira, de darle la vuelta a su lujuria, de enfrentar la envidia y la pereza de su entorno, de sobrellevar la arrogancia de los demás y de superar la gula por la agresión sin sentido de los demás y salir adelante.

Estas pecadoras capitales han escrito ensayos desgarradores y enfadados que nos golpean con imágenes que tanto apelan al humor como arma, como consiguen que nos rindamos ante una belleza tras la que se esconden crueldades indescriptibles. En todos los escritos, no obstante, subyace la esperanza y la fuerza vital. Puede que las conocierais o que os sonaran de antes o bien que las descubráis por primera vez ahora. En cualquier caso, podemos asegurar que ninguna os va a dejar indiferente, porque su experiencia es la vuestra o la de alguien que os rodea y porque, cuando se habla y se expresa desde el corazón, la información llega a buen puerto.

Son, al fin y al cabo, dignas portadoras de la ira de Boudica, la lujuria de Cleopatra, la gula de Salomé, la soberbia de Hipatia, la pereza de Rosa, la avaricia de Elisabeth y la envidia de Marie.

Esperamos que disfrutéis de esta subversión.

P. E.

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