Todo lo que deberías saber sobre Las horas robadas

María Solar

Fragmento

cap-1

Los personajes

La familia de Roberto

Roberto, un adolescente reservado, honesto y leal, acaba de reunir el valor suficiente para pedirle a Nuria que sea su novia, después de llevar semanas tratando de declararse. Él es quien encuentra el cadáver de su abuelo sobre la cama, con un papel arrugado entre las manos. Revisando los baúles del anciano, tropezará con una caja que guarda el secreto de una historia de amor.

«Podían ser muchas cosas, pero estaba claro que pertenecía a lo que uno calla y no cuenta. Y eso hay que respetarlo. El respeto a los demás también se enseñaba en aquella casa tan moderna y avanzada.»

Anselmo emigró a Buenos Aires con una mano delante y otra detrás, y allí se labró una fortuna y se casó con una buena mujer. Tras quedarse viudo, y sin encomendarse a nadie, empaquetó sus cosas y se presentó en casa de su hija.

Antonio y Lola, los padres de Roberto, son dos abogados de éxito con ideas liberales, ilusionados con una democracia recién nacida que se adivina llena de oportunidades. Ambos han educado a sus hijos en el respeto, la tolerancia y la libertad.

«Lola era una gran mujer, una madre moderna, una persona con la que hablar y a la que también se podía considerar una amiga. Aquella familia había sido construida sobre los pilares de la libertad, de la responsabilidad y de la confianza entre sus miembros.»

Ana, la hermana menor de Roberto, vive secretamente enamorada de Ramón, el mejor amigo de su hermano, aunque él no pueda dejar de verla como a una niña.

La familia de Ramón

Ramón es un chico divertido, alegre y siempre dispuesto a conocer a una chica nueva, que está a punto de descubrir el amor de verdad en el escenario menos apropiado. En su casa la convivencia no es fácil, con un padre iracundo que no duda en mostrar su superioridad a base de golpes.

«—No, Roberto, no. Aquí las cosas solo pueden ir a peor. No va a cambiar. Nunca. —Lo miró a los ojos—. Pensé mucho, ¿sabes? —Bajó la vista de nuevo—. Mucho. Y aquí no va a cambiar nada. Me pegó como a un animal. Yo ni me defendí porque es mi padre. ¿Cómo le iba a pegar yo a mi padre?»

Damián, el padre, ha vivido toda su vida sabiendo algo que habría preferido ignorar, un secreto que le ha ido inoculando un veneno que él ha volcado en su familia. Atormentado, orgulloso, rígido y con tendencia a enfadarse, no duda en imponer su autoridad valiéndose de humillaciones e insultos a su mujer y a sus tres hijos.

«Las normas no estaban escritas, simplemente eran así por rutina. La cena debía caer en el plato nada más sentarse. Tampoco v

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