Un recóndito escondite del mundo. Esta novela pertenece a uno de los géneros que menos he leído y aún así esta obra no ha hecho más que sorprenderme. He descubierto a la autora con ella y no creo que la vaya a lograr olvidar nunca. En esta novela ella nos habla del amor, de la melancolía, del dolor, del pasado y el daño que hace recordarlo, de los valientes y de los cobardes, de la familia, del miedo, de la pérdida, de la desesperación, del sentimiento de culpa, de la muerte, de dejarse llevar, de la diferencia entre sentirse solo y estarlo.Con esta novela sientes, vives, y perteneces de alguna manera a la vida del protagonista. Él nos cuenta en unos cortos cuadernos algunos de sus días después de haberse alejado del mundo por propia voluntad. Muestra lo que el pasado nos afecta, lo que el presente nos duele el miedo al futuro y la ganas al final de nuestra vida. Nos enseña lo humanos que somos, lo vulnerables que podemos ser y los errores que hemos cometido. No sé si se puede vivir para uno mismo. Tal vez no sea posible, aunque lo intentes toda la vida, aunque te destierres una y otra vez, aunque te confines en tu propio mundo lo más apartado posible del resto de la humanidad. Creo que es imposible una vida presente o futura sin la idea del otro, sin la reminiscencia del calor de otro,
La curiosidad de nuestros padres nos hace llegar a esta vida, así, sin más, y es lo que sigue sosteniéndola pese a cualquier esfuerzo.Yo sentía un fuerte impulso de saber; por lo tanto estaba jodidamente vivo a mi pesar. He dejado atrás muchas cosas. Todo excepto esos libros y mi maldita memoria."A pesar de ello, al igual que en el campo de batalla, nada es suficiente; acabas necesitando lo que no llevas, lo que no tienes. Y en cualquier caso, al final, en la lucha o en la vida, qué más da, siempre es el valor lo que se echa en falta."Hay un hombre abandonado en esas botas.Y no es que gane la Vida, no: es que la Muerte le deja ganar, condescendiente, divertida, como una hermana mayor.Goza de estos momentos de felicidad, trata de que te amen, ama. No hay más verdad en este mundo. Guerra y paz de Tolstói. No se puede confiar en el adversario. No se puede confiar en nadie."Supongo que nunca se pierde el miedo a la soledad."Nos hacen creer que eso es lo que hay más allá: angustia, miedo, dolor. Intenta vivir, dice, no te abandones, nos alerta, o esto es todo lo que puedes esperar.Me he curado solo, aguantando como siempre he hecho.Escribir en este momento me está resultando terapéutico, pero tengo mis reservas.Y luego está el hecho de que los libros me jodieron la vida. Desde pequeño. Me hicieron creer que el mundo estaba en otro sitio, que la realidad era diferente; no menos miserable, no menos sórdida, simplemente más rica en matices. Que había personas que no eran tan vulgares, conversaciones que no resultaban ordinarias; que podían acontecer hechos que no eran corrientes y, sobre todo, que el amor era algo más que intentar acostarse con una chica.Eso hacen los amigos de verdad: estar juntos como si estuvieran solos.Puede que, poco a poco, me esté volviendo la sangre. El caso es que me he tumbado a mirarlas nubes y he jugado a adivinar formas.No, los animales salvajes no son más libres que nosotros. Están condenados a sobrellevar cualquier adversidad de la manera más cruel, con la indefensión más absoluta.Decía Schopenhauer que, a excepción del hombre, ningún ser se maravilla de su propia existencia.Mi padre la abandonó, nos abandonó a todos.El amor es una emoción indomable, ciertamente; y muy egoísta, claramente.La obsesión lo había convertido en necesidad.Con las personas sucede lo mismo: alguien insignificante tiene un golpe de suerte y su sino le lleva a unirse a otro ser que puede hacerle volar, puede hacerle creer que levita sobre abismos donde otros se hunden. Pero al final todo se reduce a llegar al borde de la cristalera. Y allí empezar de nuevo.Porque sé que el miedo siempre llega pronto; intenta instalarse cuanto antes. Y el miedo sostenido te destruye.A pesar de todo, ayer no fue un mal día.Tengo miedo. Lo admito. Y sería un desgaste innecesario forzarme a no tenerlo."El pasado nos condiciona a la hora de tener mucha o poca inclinación a ello: al vicio de la melancolía."Confundí el placer con el dolor.Me gusta examinar la evolución natural de las cosas, su ritmo, comprobar que el tiempo sigue pasando y que todo cambia alrededor, porque esa es la prueba de que yo estoy detenido, de que me he convertido en mi propio punto de referencia.No luchar, no ir a ninguna parte, no dirigirme obstinadamente hacia una meta, pues nunca he podido evitar que se interpusieran mil obstáculos, imprevisibles todos, a mi paso.Algo para distraerme y no notar tanto lo solo que estoy, pero más que nada, para no recordar lo solo que he estado cada jodida Navidad, aunque tuviese compañía.Qué necesidad hay de celebrar nada, de destacar ni un solo día del calendario. Cuánta infelicidad por cosas así. Cuánto dolor acumulado por fechas por días señalados en los que no se cumplieron las expectativas.Todo era inútil. Todo fue inútil. Todo ha sido inútil. Todo es inútil ahora. Todo sigue siendo inútil. Inútil. Inútil.Siempre buscaréis la paz en la lucha."Siento que tengo algo que hacer y se me acaba el tiempo.
Pero me resisto,
, y me invento excusas.Hoy me desprendo también de estos cuadernos y, quizá un día, quién sabe, tú quemes alguna hoja que te haya llevado a un lugar en el que quieras quedarte. Esta novela es para leerla despacio, disfrutarla y saborearla con tiempo.
Leer menos