Lila y Flag (De sus fatigas 3)

John Berger

Fragmento

 indice

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Portadilla

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Lila y Flag

viejo poema de amor

Agradecimientos

Dedicatoria

nacimiento

comida

agua

fuego

hormigón

delito

cielo

boda

venta

se busca

cuerpo querido

interrogatorio

viaje

Es posible que...

Notas

Sobre el autor

Créditos

Portadilla2
Lila y Flag

Un cuento de viejas sobre la ciudad

viejo_poema_de_amor

viejo poema de amor

El heno

olía al amor

del cielo por la tierra.

Eras el dolor de mis costillas

que afligían

los carros aún por descargar.

Los muertos

ocupaban el umbral

con la vista tras ellos.

Eras la casa

la bujía bajo el ciruelo

y mi eternidad.

Agradecimientos

Agradecimientos

Con Lila y Flag se cierra la trilogía De sus fatigas[1], en la que he trabajado los últimos quince años. Durante este largo periodo de tiempo, Tom Engelhardt ha leído y corregido mis manuscritos. Querido Tom, gracias por los consejos y todos los ánimos que me diste.

Tal vez, nunca hubiera tenido el valor de empezar este proyecto de no haber recibido la ayuda —antes de haber comenzado a escribir la primera página y hasta hoy— del Transnational Institute de Ámsterdam. Gracias a todos los de Paulus Potterstraat y Connecticut Avenue.

dedicatoria

Para Katya y Orestes

nacimiento

nacimiento

Tres mariposas alzan el vuelo como ceniza blanca sobre una hoguera. Que mis muertos me ayuden ahora. Una de ellas reaparece y, volando sobre la hierba crecida que pronto tendré que segar, se posa sobre una flor azul y abre las alas; lleva impreso en ambas el mismo signo gris oscuro: el color de las primeras marcas que deja un tizón sobre el papel. Empiezo a pensar en Zsuzsa, o tal vez sea ella quien empieza a pensar en mí. Una segunda mariposa desciende y cubre a la primera; la segunda es Sugus. Con las alas extendidas, tiemblan las dos como cuatro páginas de un libro abierto al viento. De pronto, Sugus se echa a volar. Que mis muertos me ayuden ahora. Zsuzsa repliega las alas, cae de la flor escabiosa, se reúne con las otras dos mariposas y se aleja volando sobre la hierba crecida que pronto tendré que segar. Las quise a todas ellas.

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