Índice
Portadilla
Índice
Vivir
1. Color del mundo
2. El miedo
3. Escépticos y optimistas
4. Vaivenes
5. Artilugios
6. Digitales
7. Fotografías
8. Utopías
9. Sobre sencillez
10. Pérdidas
11. Antorchas
12. Todas son mías
13. Ecos y ecos
14. Tengo lo que tengo
15. Sobre suicidas
16. Monologando
17. Posdatas
18. Picazones y rascacielos
19. Vértigos
20. Estupores
21. Alertas
22. Escaparate
23. Transparencias
24. Apagón
25. De palabra en palabra
26. El mundo pasa
27. Museos y campamentos
28. El remolino del paisaje
29. Otro escaparate
30. Árboles
31. Descalzos
32. Naturaleza
33. El río
34. En vuelo
35. El silencio
36. Fotos
37. Tiempo
38. La realidad
39. Crepúsculo
40. Están empero
41. Poca cosa
42. Aplausos
43. Alegría
44. Disparate
45. Ausencias
46. Guarida
47. Ajustes
48. Monotonía
49. Basta
50. Patria
51. Desde lejos
52. Miserables
53. Irse y volver
54. El pasado
55. Lluvia
56. Guerra y paz
57. Correo
58. Piedad
59. Huellas
60. Música
61. Costumbres
62. Perdones
63. Eco y espejo
64. Aleluya
65. El acabose
66. Señales
67. Ah desaparecido
68. Fulgores
69. Ser nadie
70. Horizonte
71. Delirios
72. No voy a irme
73. Arte poética
74. Agujeros de la memoria
75. Informe sobre el futuro
Adrede
1. Todo es adrede
2. Sobre suicidios
3. Candor
4. Desierto
5. Últimas moradas
6. Zapping
7. Pena capital
8. Solo
9. La estatua
10. Funerarias
11. Diccionario
12. Número
13. Isla
14. Más cenizas
15. Odios y amores
16. Siempre o nunca
17. Tempestades
18. Ustedes
19. Tragos
20. Manos
21. Ascensor
22. Globalización
23. La tristeza
24. Los pies
25. Paisito
26. Adiós
27. Mercado
28. Limosnas
29. Los dioses
30. El espanto
31. Sentencia
32. Personajes
Cachivaches
Sobre el autor
Créditos
A mi hermano Raúl
y a Mercedes, ahijada de Luz,
que me dieron entrañable sostén
en días muy dolorosos.
Vivir
1. Color del mundo
Millones y millones. En todas las monedas. Eso es lo que nos cuesta averiguar si hay seres vivientes (Adanes y Evas, serpientes o gorilas, árboles o praderas) en planetas de roca o quién sabe de qué, en tanto que en este planetito con vida miles de niños mueren de hambre civilizada.
Los sentimientos se deslizan, a veces se refugian en guaridas de amor, pero cuando emergen al aire preso o libre, dan el color del mundo, no del universo inalcanzable sino del mundo chico, el contorno privado en que nos revolvemos. Gracias a ellos, a los sentimientos, tomamos conciencia de que no somos otros, sino nosotros mismos. Los sentimientos nos otorgan nombre, y con ese nombre somos lo que somos.