El último reducto (Doctora Kay Scarpetta 11)

Patricia Cornwell

Fragmento

Creditos

Título original: The Last Precinct

Traducción: Laura Paredes Lascorz

1.ª edición: enero, 2015

© 2015 by Patricia Cornwell

© Ediciones B, S. A., 2015

Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)

www.edicionesb.com

ISBN DIGITAL: 978-84-9069-316-2

Maquetación ebook: Caurina.com

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

Dedicatoria

 

 

 

 

 

A Linda Fairstein.

Abogada. Novelista. Mentora. La mejor amiga.

(Ésta es para ti.)

Contenido

Contenido

Portadilla

Créditos

Dedicatoria

 

Prólogo: Tras los hechos

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20

21

22

23

24

25

26

27

28

29

30

31

32

33

34

el_ultimo_reducto-4.xhtml

Prólogo: Tras los hechos

El frío anochecer abandonó su color amoratado en aras de la oscuridad total y agradecí que las cortinas del dormitorio fueran lo bastante gruesas como para ocultar hasta el menor indicio de mi silueta mientras hacía el equipaje. La vida no podría llegar a ser más anómala.

—Quiero tomar una copa —anuncié al abrir un cajón del tocador—. Quiero encender el fuego, tomar una copa y preparar pasta. Fideos anchos, amarillos y verdes, con pimientos y salchichas. Le papparedelledel cantunzein. Siempre he querido tomarme un período sabático, ir a Italia, aprender italiano, aprenderlo de veras. Hablarlo. No saber sólo el nombre de las comidas. O quizás a Francia. Iré a Francia. Podría ir ahora mismo —añadí con una doble nota de rabia e impotencia—. Podría vivir en París la mar de bien. —Era mi modo de rechazar Virginia y a todos sus habitantes.

Pete Marino, capitán del Departamento de Policía de Richmond, dominaba mi dormitorio como un faro

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos