1.ª edición: julio, 2014
Diseño portada: Iván Hernández
© 2014 by Joan Batlló
© Ediciones B, S. A., 2014
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Depósito Legal: B 17883-2014
ISBN DIGITAL: 978-84-9019-886-5
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El pánico es la mejor arma del poder.
Nicolás Maquiavelo
Contenido
Portadilla
Créditos
Cita
1. Periodistas
2. Mónica
3. Los sicarios
4. Planes de acción
5. La sospecha
6. Amsterdam
7. Coffee-shops
8. Entrevista sangrienta
9. Plancton
10. La investigación
11. Pesca en el canal
12. Fugitivos
13. Testigos de cargo
14. Intriga en Berlín
15. El corresponsal
16. La captura
17. Los premios
18. Amenaza letal
19. Pista equívoca
20. Love Parade
21. El túnel del terror
22. Los Nuevos Cruzados
23. Friends forever
24. Nota del autor
1. Periodistas
Quiso el azar, o acaso el destino, que Roger d’Aran conociera los medios periodísticos y los miedos de la mente a muy temprana edad, a raíz de aquella negra y larga noche en que vagó perdido por el parque natural de Collserola, entre los montes que abrazan Barcelona frente el mar.
Había entrado en la fronda boscosa sin atender a precauciones ni consejos, resuelto a ganar el juego del escondite con que finalizaba su excursión escolar. Esperaba sorprender a todos cuando estuvieran cansados de buscarle, aunque las cosas se torcieron con la caída del sol. Árboles y matojos perdieron el color, los senderos grises se confundían entre sí, y los gritos del profesor y de sus amigos sonaban lejanos, tan lejanos como los mismos ecos donde reverberaban. Entró en un estado de angustia, corrió sin sentido y la noche le apresó en las tinieblas del pánico.
Le encontraron al alba, refugiado entre unos matorrales, aterido por el frío y la humedad, aterrorizado por los ruidos, las sombras de espantosos animales y sus propias fantasías desbocadas hasta el delirio. Los bomberos y voluntarios, con sus padres a la cabeza, habían peinado todo el bosque hasta dar con él, si bien su deplorable estado le libró milagrosamente de una buena reprimenda. Fue la primera vez que vio su nombre en los medios de comunicación. Se convirtió de pronto en el personaje de moda en el colegio y aquello, a pesar de todo, terminó por gustarle.
A partir de entonces puso tanto empeño en librarse del miedo como en emular a los periodistas que habían descrito sus peripecias. Alcanzó