Perfectamente Imperfecta (Unidos por el amor 1)

Fernanda Suárez

Fragmento

perfectamente_imperfecta-2

PRÓLOGO

Amberly escuchaba atenta las palabras de su padre escondida tras una de las puertas que conectaban la biblioteca y el despacho de su padre, aunque era cierto que una señorita no debe escuchar conversaciones ajenas y mucho menos escondida tras una puerta, no pudo evitarlo, la curiosidad y la necesidad por saber lo que pasaba en esos instantes en su familia fue, a su parecer, una razón más que valida, después de todo era su familia, le afectaría a ella de una u otra manera, no podía vivir en la ignorancia entre encajes, telas, vestidos y bailes.

—No sé qué hacer hijo —dijo su padre a su hermano—, las deudas se nos salieron de control, puedo llegar a terminar en la cárcel, la única opción que me queda es vender las pocas joyas de la familia que nos quedan, aún está el collar de diamantes en oro blanco con sus aretes, el del zafiro en el centro y el de la esmeralda adornada en oro, no los había vendido porque eran los favoritos de tu madre, pero es eso o sabrá Dios que nos deparará el futuro. —Amberly cubrió su boca con su mano para evitar que una exclamación saliera de esta, pero era que nunca se imaginó que su padre tuviera problemas de dinero.

—¿Y la dote de Amberly? Podemos usar una pequeña parte e invertir en negocios seguros, padre, a mí tampoco me gustaría perder las joyas de mamá. —Esa sería una buena idea, pensó la chica.

—No, eso no está a discusión, la dote de tu hermana no se toca, esa es su única oportunidad de encontrar al hombre de su vida, si alguien supiera en la situación económica que nos encontramos y que su dote desapareció, ningún hombre querrá cortejarla y no lo permitiré, no seré yo el causante de la desdicha de mi hija. —Amberly se quedó con la boca abierta; aunque su padre siempre había sido muy cariñoso con su hermano y con ella, nunca pensó que los llegaría a poner por encima, incluso, de su propio bienestar.

—Padre, pero Amberly podría ser nuestra única solución, podemos arreglar un matrimonio por conveniencia, un buen hombre que la respete y que nos ayude a solventar las deudas familiares, a este paso no quedará nada del Conde Warrington. —Claro, su hermano nunca fue especialmente cercano a ella, pero era entendible, mientras ella creció en la escuela de señoritas, su hermano se educaba para ser el futuro Conde de Warrington.

—¡Que no Andrew! Ya te lo dije una vez y te lo diré de nuevo: no usaré a mi hija como moneda de cambio para pagar mis errores.

—¡Entonces al menos permíteme hablar con ella! ¿De verdad te parece justo que viva en una completa ignorancia en el asunto? Ella también hace parte de la familia. — ¡Exacto!, pensó ella, era injusto.

—No lo va a saber, déjala disfrutar de la temporada en paz, es su segunda temporada en Londres, no pienso arruinársela.

—¡Como quieras, padre! —dijo su hermano furioso y salió rápidamente del despacho, ella se escabulló por la puerta y subió corriendo a su habitación.

Al entrar, cerró la puerta de un golpe y se lanzó a su cama. ¿Por qué no me dijeron lo que estaba pasando?, se preguntaba. Era injusto, ella también hacía parte de esa familia y aunque fuera mujer, podía ayudarlos, o por lo menos eso pensaba; no le importaba su dote, no se pensaba casar, no a menos que fuera por amor.

Su padre siempre le había dicho que el día que llegara el momento de elegir con quien compartiría el resto de su vida, elegiría ella misma, nunca la obligaría a estar junto a un hombre que no la hiciera feliz; su padre siempre la consintió, nunca le faltó nada y todo lo que pidió lo tuvo, pero al escucharlo en la biblioteca se dio cuenta de cuán grande era su amor; y aunque a su madre no la recordaba porque murió cuando aún era muy pequeña, su padre siempre le había dicho que la amaba, a ella y a su hermano, más que a nada en el mundo, y era injusto con él que ella no le respondiera de la misma forma, y si ella podía ayudar lo haría, pero solo había una manera.

Prometió casarse solo por amor, por decisión propia, pero el amor a su familia era tan grande que estaba dispuesta a todo, lo daría todo por ellos, por asegurarle a su padre su bienestar, felicidad y tranquilidad, por darle a su hermano su fortuna y el buen nombre de la familia, sin manchas por deudas, y eso era lo que haría, se los daría todo.

Ese día tomó una decisión, la más importante de su vida, pues prefirió poner a su familia por encima de su propia felicidad, pero valía la pena.

Esa noche había un baile en casa del marqués de Bristol, era la oportunidad perfecta para empezar con su plan, así que rápidamente se puso de pie y llamó a su doncella, tenía que alistarse, esa sería la primera noche de muchas, tal vez fuera la que definiese su futuro, era hora de buscar esposo.

perfectamente_imperfecta-3

CAPÍTULO 1

Amberly miraba atenta su reflejo en el espejo mientras su doncella continuaba haciendo el hermoso peinado decorado con pequeñas perlas que adornaban el hermoso recogido, combinaba a la perfección con el collar que tenía puesto, unas pequeñas perlas que resaltaban los pequeños detalles plateados que le daban un toque de belleza pero sencillez a su vestido azul cielo.

Pero en su cabeza no dejaba de repetirse una y otra vez la misma frase: “estamos en la ruina y mi padre no quiere contármelo”, no era justo, ella podría ayudarlos, de alguna forma que no pusiera en evidencia su situación económica, y aunque se negaba a notarlo sabía que no había más opción: tenía que casarse, tenía que conseguir un pretendiente con la capacidad económica de solventar las deudas de su padre y ayudarlo a empezar de nuevo, pero eso no era nada sencillo de encontrar. ¿Qué hombre quiere casarse con una mujer para solventar las deudas de su familia? Eso no pasa, solo cabía la posibilidad de casarse para solventar sus propias deudas, en todas las mejores familias hay cazadores de dotes.

—Esta noche está muy distraída, milady. ¿Le sucede algo? —dijo su doncella mientras le ponía dos pasadores más; su peinado estaba listo.

—Tienes un gran talento para esto, Briana, gracias, yo en definitiva no podría, no tengo la paciencia —respondió la joven esquivando su pregunta inicial, pero Briana, más allá de ser una simple doncella, era su amiga, su confidente; era hija única y solo tenía una amiga que estaba preocupada en su propia temporada, aunque eran situaciones diferentes; el punto era que no le gustaba estar sola y su doncella resultó ser una gran compañía cuando se dio cuenta que jamás podría tratarla con el desprecio que sí lo hacía su hermano, a su parecer, aunque fuera una doncella merecía ser tratada de la forma correcta, no como si fuera una esclava.

—Sabe que no es fácil distraerme, milady. ¿Qué le sucede? —Eso era lo único que nunca logró cambiar, no logró que dejara de llamarla milady, y era frustrante saber que sus tácticas de distracción no funcionaban con ella, aunque sí funcionaban con su padre.

—Descubrí que mi familia tiene problemas —respondió la joven en un susurro, era cierto que confiaba mucho en ella,

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos